Educación, clave en la prevención de enfermedades no transmisibles: Vicente Sulub Pérez

  • Existen múltiples factores que desencadenan estos padecimientos

Las enfermedades no transmisibles (ENT) son aquellas afecciones médicas que no son infecciosas ni se transmiten entre personas, suelen ser de larga duración y resultan de la combinación de diversos factores, como los genéticos, fisiológicos, ambientales y conductuales; las principales son las cardiovasculares, como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares; la diabetes; distintos tipos de cáncer y algunas enfermedades respiratorias, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el asma.

Así lo refirió en entrevista para el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), el Licenciado en Nutrición, especialista en Salud Pública y Máster en Nutrición Clínica, Vicente Sulub Pérez, quien habló de algunos de los detonadores de las mismas.

Explicó que la nutrición es uno de los varios factores que influyen para el desarrollo de las ENT, por lo que es clave consolidar una educación que ayude a sensibilizar a las personas respecto a su alimentación.

De acuerdo con el experto, algunas de las maneras de prevenir las enfermedades crónicas, como la diabetes, es atenderlas desde antes del nacimiento, mantener la lactancia materna, mejorar los hábitos de sueño y descanso, así como tener un mayor control en el manejo de las emociones, además de realizar actividad física. 

“Es fundamental trabajar en esta pandemia del sobrepeso, la obesidad y la diabetes con un tratamiento integral, se deben atender todos los aspectos en una persona de cualquier edad”, aseguró.  

Aunado a ello, detalló que la diabetes es uno de los grandes problemas en nuestro país porque, por un lado, tenemos los primeros lugares de obesidad a nivel infantil y en adultos y, por el otro, hay casos de desnutrición.

“Si la historia natural nos dice que un niño desnutrido es obeso y un niño obeso tiene riesgo de presentar diabetes, asma o algunos tipos de cáncer, es importante considerar que debe haber un mayor trabajo en las políticas públicas. Sería bueno que se implemente la educación en salud, desde una visión integral, además de fomentar la sensibilización de que la prevención es lo importante de la ciencia de la nutrición, porque previene y rehabilita, por lo que es preciso aprender a llevar una alimentación correcta -que no tiene que ser costosa-, sino que se dé a partir de una cultura alimentaria y el acceso a los alimentos”, subrayó.

Respecto a cómo manejar el hecho de que una persona sea diagnosticada con alguna de las enfermedades no transmisibles, el también Coordinador del Departamento de Nutrición en el Centro de Salud de Mérida, Yucatán, refirió que adicional al tratamiento médico, debe recibir atención psicológica, para comprender el diagnóstico y aceptar esa nueva forma de vida, toda vez que se trata de una oportunidad de vivir de mejor manera para prevenir las complicaciones. 

Además, añadió, es importante tener voz y voto a la hora de definir su tratamiento farmacológico, nutricional y de actividad física, porque desafortunadamente son enfermedades que van evolucionando y si no hay un buen control, se va perdiendo y se van complicando cada vez más.

Aunado a ello, sostuvo que las enfermedades mentales, como la depresión y la ansiedad, juegan un papel clave en el desarrollo de estos padecimientos, toda vez que se pueden conjuntar varias circunstancias. “Por ello, se deben romper paradigmas y ser más humanitarios en la atención que se brinde al paciente. Es importante que para que se pueda hablar de calidad de vida, haya calidad en la atención y un trato más humano”, concluyó.

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