Nitritos y nitratos ¡están en nuestros alimentos!

  • Forman parte tanto de la naturaleza, como de la industria alimentaria
  • Especialistas recomiendan limitar consumo de embutidos y carnes procesadas

Detrás del color rosado del jamón, del sabor intenso de una salchicha o del tono brillante de una ensalada de espinacas se encuentran los nitritos y los nitratos, dos elementos que forman parte tanto de la naturaleza, como de la industria alimentaria.

Los nitratos (NO₃⁻) y nitritos (NO₂⁻) son compuestos químicos que contienen nitrógeno y se encuentran naturalmente en el suelo y en las plantas, especialmente en los vegetales de hoja verde como la espinaca, la arúgula o la lechuga, que los absorben como parte de su nutrición básica. Y son usados también como aditivos, en productos procesados: embutidos, jamones curados y salchichas. 

De acuerdo a un artículo del Consejo Europeo de Información sobre Alimentación (EUFIC), consultado por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), los nitratos y sales de nitritos no solo actúan como conservadores y contribuyen al color y sabor de los alimentos, sino que previenen el desarrollo de bacterias peligrosas como la Clostridium botulinum (causante del botulismo). (1) 

Sin embargo, a pesar de cumplir funciones importantes, el consumo en exceso de nitritos y nitratos puede representar riesgos, ya que los nitratos pueden convertirse en nitritos, y estos a su vez pueden tener efectos nocivos sobre la salud de las personas. 

Cabe destacar que no todos los alimentos que contienen nitratos presentan el mismo nivel de riesgo; las verduras, por ejemplo, a pesar de tener una mayor cantidad de nitratos que los productos cárnicos, también aportan antioxidantes naturales como la vitamina C, los polifenoles y otros compuestos que bloquean la formación de nitrosaminas (compuestos químicos potencialmente cancerígenos). 

Diversos especialistas señalan que, incluso en niños, el consumo de vegetales que contienen nitratos no representa un peligro cuando se incluye dentro de una dieta balanceada y destacan que en el caso de los bebés e infantes se debe tener mayor cuidado, ya que su sangre es más sensible a ciertas reacciones químicas. (2)

Asimismo, afirman que el consumo elevado de nitratos puede causar una condición llamada metahemoglobinemia o “síndrome del bebé azul”, que impide que la sangre transporte oxígeno adecuadamente. De tal suerte que recomiendan no ofrecer espinacas ni acelgas a menores de un año, y limitar su consumo hasta los tres años de edad. 

Actualmente, el uso de nitritos y nitratos en la industria alimentaria está regulado y controlado por las autoridades sanitarias y aunque son seguros en las cantidades permitidas, algunas investigaciones sugieren una posible asociación entre el consumo en exceso de embutidos y carnes procesadas y el riesgo de desarrollar cáncer. 

Fuentes

  1. EUFIC. ¿Qué son los nitratos y nitritos y qué alimentos los contienen? https://www.eufic.org/es/que-contienen-los-alimentos/articulo/que-son-los-nitratos-y-nitritos-y-que-alimentos-los-contienen/#:~:text=En%20pocas%20palabras%2C%20los%20nitratos,debido%20a%20la%20contaminaci%C3%B3n%20atmosf%C3%A9rica.
  2. Gobierno de España. Ministerio de Derechos Sociales. Consumo y Agenda 2030. Recomendaciones de consumos para la población infantil por la presencia de nitratos en hortalizas. https://www.aesan.gob.es/AECOSAN/web/para_el_consumidor/ampliacion/nitratos_hortalizas.htm

El glutamato, ¿sabor que engancha?

  • Un aditivo que fomenta el consumo en exceso

Con el aumento en el consumo de alimentos ultraprocesados y los altos índices de sobrepeso y obesidad, expertos advierten sobre el papel del glutamato monosódico (GMS), un aditivo que activa mecanismos neuronales de recompensa similares a los de ciertas drogas. 

Se trata de un concentrado que se extrae de plantas como el betabel o la caña de azúcar, y cuya función en la industria es hacer que la lengua resulte más receptiva a los condimentos, a pesar de que por sí solo tiene un sabor desagradable (1).

Un estudio de la Universidad Oberta de Catalunya denominado “Enganchados al glutamato”, consultado por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), señala que éste se esconde bajo 50 nombres diferentes, entre los que destacan: E-621, MSG, extracto de levadura, proteína hidrolizada, ácido glutámico y caseinato de sodio o de calcio, y afirma que su consumo promedio es de entre 5 y 12 gramos diarios. (2)

Asimismo, refiere que esta sustancia activa un conjunto de neuronas de nuestro cerebro que constituyen lo que llamamos sistema nervioso del refuerzo, que provoca, entre otras cosas, que la conducta se vuelva a repetir. Y según expertos, los individuos que consumen alimentos con glutamato tienen más tendencia a comer productos que lo contienen, generando voracidad en el individuo. 

Se utiliza en restaurantes y lugares de comida rápida, en muchos alimentos procesados y envasados, perros calientes, carnes de almuerzo, así como en aderezos para ensaladas, mayonesa, kétchup y salsa barbecue, pizzas congeladas y fideos instantáneos; para preparar salsas, quesos y lácteos, así como productos cárnicos y horneados, lo que ha impulsado su expansión, asegura un artículo publicado en Harvard Health Publishing. (3)

En los últimos 40 años, la industria alimentaria ha aumentado la producción del GMS, de 200 mil toneladas a 3 millones de toneladas. Y de acuerdo a un análisis de Data Bridge Market Research, el mercado mundial del glutamato monosódico crecerá a una tasa compuesta anual del 4,90% para 2029, derivado de la alta demanda de productos ultraprocesados. (4)

Por su parte, los detractores del GMS aseguran que existen investigaciones en las que se relaciona su consumo con síntomas como dolor de cabeza, enrojecimiento, sudoración, falta de sensibilidad, dolor en el pecho, náuseas o debilidad, además de que puede provocar cierta toxicidad a nivel neuronal y hepático. (5)

Sin embargo, diversos organismos sanitarios como la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA) y la Food and Drug Administration de Estados Unidos de América (FDA) consideran que el glutamato es seguro, siempre y cuando se tengan en cuenta las cantidades diarias sugeridas de 30 miligramos por kilo de peso corporal. (6)

Fuentes

  1. Revista del Consumidor. Sopas instantáneas. https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/100445/RC441_Estudio_Calidad_Sopa_Instantaneas.pdf
  2. Universidad Oberta de Catalunya. Enganchados al glutamato. https://www.uoc.edu/es/news/2017/088-umami-glutamato
  3. Harvard Medical School. Glutamato monosódico. https://www.health.harvard.edu/nutrition/monosodium-glutamate-msg-what-it-is-and-why-you-might-consider-avoiding-foods-that-contain-it
  4. Universidad Oberta de Catalunya. Enganchados al glutamato. https://www.uoc.edu/es/news/2017/088-umami-glutamato
    Data Bridge Market Research. Mercado mundial del glutamato monosódico. https://www.databridgemarketresearch.com/es/reports/global-monosodium-glutamate-market?srsltid=AfmBOorKemubKXOXZJzy6-2MMFpQReh6XNKKXZdL4AsCi246YCrJTPiQ
  5. Food Matters. Los peligros del glutamato monosódico. https://www.foodmatters.com/article/the-dangers-of-msg
    Revista del Consumidor. Sopas instantáneas.  https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/100445/RC441_Estudio_Calidad_Sopa_Instantaneas.pdf
  6. Público. Glutamato: verdades y mitos. https://www.publico.es/ahorro-consumo-responsable/glutamato-verdades-y-mitos-de-este-potenciador-del-sabor/

Mucha azúcar puede afectar tu salud

Consumir azúcar en exceso no solo desregula los sistemas de recompensa, sino que también contribuye al daño crónico en el cerebro, un factor asociado con el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, de acuerdo a lo que han demostrado estudios publicados en The American Journal of Clinical Nutrition, consultados por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO). (1)

El azúcar libera endorfinas en el cuerpo y se combina con otras sustancias químicas del organismo, lo que produce un aumento repentino de energía. Una vez que una persona asocia mentalmente el azúcar con la obtención de energía, puede volverse dependiente.

Los especialistas afirman que “las personas suelen disfrutar de la liberación de dopamina que produce el azúcar y al igual que otras compulsiones o adicciones conductuales, la adicción al azúcar es un riesgo especial para quienes la consumen de manera excesiva y tienen bajo estado de ánimo, ansiedad y estrés”. (2)

La cualidad «adictiva» crítica del azúcar puede restringirse a su dulzura, valor nutricional o alguna combinación de los dos. Las propiedades adictivas del azúcar pueden ocurrir a través de tres mecanismos neuronales: uno relacionado con la palatabilidad (agradable al paladar), otro con el valor calórico, y un tercero que surge de una combinación de ambos, según una investigación publicada en el European Journal of Nutrition. (3)

En los últimos 50 años, el consumo de azúcar se ha triplicado en todo el mundo. En muchas partes, la gente está consumiendo un promedio de más de 500 calorías al día solo con el azúcar añadido (jarabe de maíz con alto contenido de fructosa). (4)

Y a diferencia del tratamiento de la adicción a las drogas o al alcohol, los expertos apuntan que el curar la adicción al azúcar puede centrarse en cambios en la alimentación, trabajar con un dietista, terapia y, en algunos casos, el apoyo de medicamentos.

Al igual que cuando se dejan de consumir drogas de golpe, abstenerse de consumir azúcar puede provocar algunos síntomas desagradables, como antojos intensos de alimentos dulces, cambios de humor, aumento de la ansiedad, fatiga, irritabilidad, náuseas, dificultad para concentrarse, así como patrones de sueño alterados”. (5)

Fuentes

  1. Association between high-glycemic diet and cerebral amyloid burden: a possible role for sleep. The American Journal of Clinical Nutrition, Volume 107, Issue 3, 480 https://ajcn.nutrition.org/article/S0002-9165%2822%2902811-8/fulltext  
  2. Addiction Center. Sugar Addiction. https://www.addictioncenter.com/behavioral-addictions/sugar-addiction/
  3. W Sugar addiction: the state of the science. European Journal of Nutrition. https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC5174153/
  4. The toxic truth about sugar. Lustig, R., Schmidt, L. & Brindis, C. The toxic truth about sugar. Nature 482, 27–29 (2012). https://www.nature.com/articles/482027a
  5. Sugar Addiction. Addiction Help. https://www.addictionhelp.com/sugar/#:~:text=Common%20warning%20signs%20of%20sugar%20addiction%20include:&text=Eating%20sugar%2Dfilled%20foods%20even,sugar%20despite%20the%20negative%20consequences

Reformulación, un avance de la industria de alimentos

  • Mitos de una industria creciente
  • En México, el consumo de alimentos ultraprocesados se incrementó 33.8%

El consumo calórico en los hogares mexicanos ha tenido una tendencia hacia una dieta menos saludable de 2006 a 2022, con un notable incremento del consumo de alimentos ultraprocesados del 33.8% y un mínimo aumento en el consumo de alimentos no procesados en 4.8%, según datos del Reporte de las Economías Regionales del Banco de México. (1)

Ante este panorama, es evidente que la industria de estos alimentos ha crecido de forma significativa, contribuyendo a que los ultraprocesados representen en países de altos ingresos –como Australia o Estados Unidos– entre el 42% y 58% de las calorías consumidas, mientras que en aquellos con bajos y medianos ingresos –como Colombia y México– varían del 16% al 30% de la ingesta energética total. (2)

Al respecto, existen algunos mitos alrededor de este tipo de productos. Por ejemplo, se afirma que “todos los alimentos ultraprocesados son igualmente dañinos”. No obstante, algunos estudios sugieren que ciertos productos reformulados con menos azúcares y grasas no presentan el mismo nivel de riesgo.

Un estudio realizado a más de 1 millón de participantes por más de 30 años, publicado en la revista The Lancet, y consultado por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), revela que no todas las categorías de alimentos ultraprocesados se asocian con efectos negativos en la salud cardiovascular. 

Dicha investigación precisa que reducir el contenido de sodio, grasas saturadas, azúcares añadidos y aditivos cosméticos no esenciales para la salud humana en el pan integral, los cereales fríos y algunos aperitivos salados puede mejorar los beneficios cardioprotectores de las vitaminas, los minerales y la fibra que se encuentran en algunos de estos productos. (3)

Asimismo, se ha demostrado que la fortificación de algunos alimentos puede ofrecer beneficios significativos. Tal es el caso de bebidas lácteas fortificadas con probióticos; pan con hierro y zinc; bebidas isotónicas avanzadas para atletas, así como carbohidratos para lograr energía sostenida, y yogur fortificado con ácido fólico para embarazadas, con vitamina B9. (4)

Por su parte, un  documento  de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre reformulación de productos alimenticios y bebidas para una dieta más saludable, refiere que son 111 países los que han adoptado políticas de reformulación y 75 naciones han establecido límites obligatorios o voluntarios para nutrientes críticos como grasas trans, azúcares y sodio. Cabe señalar que los consumidores aceptan y compran productos reformulados, especialmente aquellos con menos sodio. (5)

Los avances en tecnología alimentaria han permitido mejorar los perfiles nutricionales de productos, sin afectar negativamente su aceptación. Y de igual manera,  las regulaciones y el etiquetado han incentivado un enfoque más responsable por parte la industria de alimentos.

Fuentes

  1. Reporte sobre las Economías Regionales Enero – Marzo 2024. Banxico. https://www.banxico.org.mx/publicaciones-y-prensa/reportes-sobre-las-economias-regionales/%7BC3FA7255-FE4B-B86E-D75C-0FBF133D96C0%7D.pdf
  2. Ultra-processed food exposure and adverse health outcomes: umbrella review of epidemiological meta-analyses. The BMJ. https://www.bmj.com/content/384/bmj-2023-077310
  3. The Lancet Regional Health. Alimentos ultraprocesados.  https://www.thelancet.com/journals/lanam/article/PIIS2667-193X(24)00186-8/fulltext
  4. Alimentos Fortificados: Oportunidades y Desafíos para Productores. Gundo. https://gundo.app/blog/alimentos-fortificados-oportunidades-y-desafios-para-productores
  5. Reformulation of food and beverage products for healthier diets: policy brief. WHO. https://iris.who.int/bitstream/handle/10665/355755/9789240039919-eng.pdf?sequence=1

A nivel mundial, consumimos 200% más de sodio de lo recomendado

  • Carnes procesadas, botanas saladas y quesos: alimentos con mayor cantidad de sodio

Actualmente, en el mundo, consumimos un 200% más de sodio de lo recomendado y, a ese ritmo, no se alcanzará el objetivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de reducir la ingesta de sodio en un 30% para 2025, pues se calcula un consumo promedio, a nivel global, de 10.8 gramos de sal al día. (1)

Los alimentos procesados y ultraprocesados contienen mezclas de aditivos con diferentes funciones tecnológicas, siendo el sodio una de las principales sustancias utilizadas con fines de conservación y potencialización del sabor. 

Un análisis de especialistas del Centro de Investigación en Nutrición y Salud, consultado por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), en el que se recolectó información de 18,558 etiquetas de alimentos y bebidas empaquetados disponibles en supermercados de México durante 2017, refiere que además del cloruro de sodio (sal), los aditivos que más se utilizan para sodio son benzoato de sodio y bicarbonato de sodio. 

Asimismo, destaca que los alimentos que contienen más sodio son las carnes procesadas, las botanas saladas y los quesos, y que del total de alimentos y bebidas empaquetados disponibles en el mercado mexicano, 62.6% contienen alguna fuente de este ingrediente. (2)

También, existen un gran número de alimentos cuyo sabor predominante es dulce, pero que en realidad tienen un alto contenido de sodio, como los panes y las galletas, afirma el Consejo Argentino sobre Seguridad de Alimentos y Nutrición. 

Diversos especialistas destacan que exceder el consumo de sodio en la dieta diaria es un factor de riesgo para desarrollar enfermedades como hipertensión arterial, problemas cardiovasculares, accidente cerebrovascular, insuficiencia renal e incluso cáncer gástrico o colorrectal. (3)

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) considera que el cumplimiento de políticas obligatorias de reducción de sodio podría salvar unos siete millones de vidas en todo el mundo de aquí a 2030.

En México, la hipertensión se encuentra presente en más del 40% de la población adulta, de los cuales casi el 50% desconoce que padece esta enfermedad. Y las enfermedades cardiovasculares fueron la principal causa de muerte en 2019, al contribuir con el 23% del total de los fallecimientos. (4)

Profesionales de la salud recomiendan a las personas mayores que padecen hipertensión, adoptar una dieta baja en sal (o sin sal, dependiendo de sus necesidades), por lo que es importante conocer cuáles alimentos la tienen en mayor cantidad, cómo reducir su consumo y qué otros condimentos se pueden utilizar para darle sabor a la comida. 

Fuentes

  1. UN. Una pizca de sal. https://news.un.org/es/story/2023/03/1519247
  2. ALAN. Principales fuentes y contenidos de sodio en alimentos y…https://www.alanrevista.org/ediciones/2021/suplemento-1/art-81/#:~:text=Los%20grupos%20de%20alimentos%20que,743%20mg%2F100%20g
  3. IMSS. Consumo excesivo de sodio… https://www.imss.gob.mx/prensa/archivo/201911/486
  4. INSP. Consumo de sal/sodio en México y experiencias en Latinoamérica. https://insp.mx/resources/images/stories/2022/docs/220317_Consumo_de_sal_sodio_Mexico.pdf

Salados, crujientes y… adictivos

  • Papas fritas, un mercado de más de 174 millones de dólares en México.
  • Olores, texturas e incluso sonidos, importantes al elegir un alimento.

El tamaño del mercado de papas fritas en México alcanzó 174.64 millones de dólares en 2023 y se estima que crecerá a una tasa anual del 3.5% durante el periodo de 2024-2032, para alcanzar un valor de 230 millones de dólares aproximadamente. (1)

Y cabe señalar que las papas fritas, como casi todos los aperitivos salados, son de lo más adictivo; la mayoría de estos productos se caracterizan por su alto contenido en grasas y sodio, aunque no todos tienen el mismo valor nutricional, de acuerdo con una publicación de la Organización de Consumidores y Usuarios de España (OCU), consultada por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO).

Además, para que estos alimentos se conviertan en un producto atractivo para el consumidor, se les añaden colorantes, potenciadores de sabor y antioxidantes que prolongan su tiempo de conservación, pero son los aditivos los que los hacen “irresistibles”, incluso necesarios para dar textura, consistencia y corregir la acidez; en tanto que las grasas son responsables de las propiedades sensoriales de muchos platos y contribuyen ampliamente al “placer” de comer. (2)

Estos snacks crujientes y salados tienen también una característica singular: atraen un sentido adicional que nos permite “comer con el oído”. Los investigadores que exploran este aspecto han descubierto que algunos consumidores simplemente se deleitan con la forma en que suenan los alimentos y no solo con lo que siente su paladar, refiere un artículo publicado en el portal Glanbia Nutritionals

Al respecto, la editorial científica Elsevier destaca que entre los factores que regulan la ingesta hedónica (sensación de hambre inducida por el deseo de saborear y reproducir ese placer que mantenemos cuando el cuerpo pide nutrirse, aun cuando no es necesario) se encuentran los sentidos que detectan sabores, olores, texturas e incluso, sonidos, los cuales desempeñan un papel decisivo en la elección de unos u otros alimentos por parte del individuo. 

También, la especialista en pérdida de peso y autora del libro Life is Hard, Food is Easy […], Linda Spangle, considera que las decisiones alimentarias de las personas tienden a correlacionarse con el tipo de emociones que están experimentando. “Si observas los alimentos que te apetecen, puedes saber lo que estás sintiendo”.

Una forma de comer emocionalmente proviene de lo que la experta llama «hambre mental»: puede ser resultado del estrés, la ira, la frustración, una fecha límite inminente o la incomprensión. Si el alimento que te apetece es masticable o crujiente, «algo que aplastas con los dientes», estás experimentando hambre mental, señala. (3)

Diversos estudios coinciden en que el consumo en exceso de este tipo de productos “adictivos” puede tener varios efectos nocivos para la salud, como el aumento de peso, hipertensión arterial, diabetes, depresión, así como problemas cardíacos o digestivos.

Datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), por su parte, señalan que la hipertensión, a causa del consumo en exceso de sodio, es un riesgo de salud importante en el Continente, en donde se estima que entre el 20.7% y el 56.4% de la población adulta de 30 a 79 años en los estados miembros de dicho organismo, padece esta enfermedad. (4)

Fuentes

  1. EMR. Informes de expertos. https://www.informesdeexpertos.com/informes/mercado-de-papas-fritas-en-mexico
  2. OCU. Patatas fritas y aperitivos salados ¿saludables https://www.ocu.org/alimentacion/alimentos/noticias/aperitivos-adictivos
    El País. Desconfíe de a quien no le gusten las patatas fritas. https://elpais.com/elpais/2017/03/08/buenavida/1488979244_173305.html
  3. WebMD. Do Food Cravings Reflect Your Feelings? https://www.webmd.com/obesity/features/do-food-cravings-reflect-your-feelings
  4. OMS. Reducción de la sal. https://www.paho.org/es/temas/reduccion-sal

Más dulces que el azúcar

  1. Los edulcorantes artificiales, son seguros y pueden ayudar a reducir o controlar el peso
  2. Son utilizados en diversos alimentos y bebidas

Algunas personas eligen edulcorantes artificiales, ya sea para reducir la cantidad de calorías que consumen, disminuir el uso de azúcar o perder y controlar el peso, y según afirma el Documento de Consenso de la Asociación Americana de Diabetes (ADA), “estos cambios dietéticos podrían afectar de modo beneficioso al control glucémico, de peso y cardiometabólico”. (1)

El consumo de los edulcorantes artificiales en nuestro país ha crecido a una tasa anual de 10.7% y estos sustitutos del azúcar han ido ganando espacio en las preferencias del consumidor industrial y entre las personas que buscan productos bajos en calorías, de acuerdo con un informe de la SAGARPA, consultado por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO). (2)

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha aprobado edulcorantes como aspartamo, acesulfamo potásico, sucralosa, neotame, advantame y sacarina, que son de 200 a 20 mil veces más dulces que el azúcar. (3)

Estos productos son ingredientes utilizados en alimentos y bebidas, comercializados como “sin azúcar” o “dietéticos” y también están disponibles para su uso en el hogar, para hornear o cocinar, según un artículo de la FDA.

De igual manera, son empleados en diversos alimentos y bebidas, entre ellos, pastillas para el aliento, bebidas refrescantes, cereales, chicle, siropes saborizados para café, productos de agua con sabor, hielo congelado, cremas de fruta para untar, caramelos duros, helado, té, mermeladas, jaleas, mezclas de jugos, mousse, goma de mascar, así como tortas, barras nutritivas, pudín, caramelos, galletas, cátsup, yogures y gelatinas sin azúcar añadida. (4)

La Food and Drug Administration, así como otras agencias de salud gubernamentales supervisan y controlan los ingredientes de los sustitutos de azúcar, y sugieren la cantidad que puede usarse de forma segura todos los días, lo cual varía según el peso y las características de la persona y el tipo de sustituto elegido. 

Y si bien nutriólogos y médicos especialistas señalan a los edulcorantes como seguros en cantidades limitadas para la mayoría de los adultos sanos, coinciden en que lo más importantes llevar una alimentación saludable y hacer ejercicio. (5)

Fuentes

Buena alimentación, mejor salud mental

  • Consumir en exceso comida chatarra y productos ultraprocesados aumenta los riesgos de depresión. 

Consumir en exceso comida chatarra, “fast food”, productos ultraprocesados, así como la alta ingesta de carnes rojas puede aumentar el riesgo de desarrollar síntomas depresivos o depresión clínica, señalan diversos expertos en nutrición.

Asimismo, estudios realizados en años recientes sugieren que alimentos cargados de azúcar con alto contenido de grasa, que se nos antojan cuando estamos estresados o deprimidos, por reconfortantes que parezcan, son los que menos benefician a nuestra salud mental, refiere un artículo de Anahad O’Connor, en el periódico The New York Times. (1)

La depresión es una condición debilitante que se ha convertido en uno de los problemas más importantes que enfrenta la salud pública mundial en la actualidad; el trastorno depresivo es, sin duda, una de las principales causas de discapacidad y afecta aproximadamente a 350 millones de personas a nivel global, de acuerdo a una investigación publicada en la revista médica estadounidense Cureus, consultada por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO). (2)

Los trastornos depresivos hoy imponen un costo considerable a la salud y la economía de las naciones industrializadas y en desarrollo. Se estima que la prevalencia de esta condición oscila entre el 3.3% y el 21.4%. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión y los trastornos de ansiedad cuestan a la economía mundial un billón de dólares al año en pérdida de productividad.

Y si bien la temporada invernal trae consigo muchas festividades, también puede generar la llamada “depresión decembrina”, técnicamente identificada como trastorno afectivo invernal, desencadenado por diversas causas, como el cierre de un ciclo; no haber logrado ciertas metas; la pérdida de un ser querido, la pérdida de un trabajo; estar lejos de la familia, así como factores ambientales. Los síntomas pueden ser aislamiento, baja del estado anímico, pérdida del placer de actividades que antes se disfrutaban y en algunos casos  trastornos dietéticos. (3)

“Un conjunto cada vez mayor de literatura en nutrición muestra que la microbiota intestinal influye en la formación de una variedad de trastornos psiquiátricos, incluidos el trastorno depresivo mayor”, sostiene un equipo de científicos en la Harvard Review of Psiquiatry, y varios estudios con grupos poblacionales han demostrado que las personas que comen más alimentos ricos en nutrientes reportan sentir menos depresión y mayores niveles de felicidad y bienestar mental.  

Médicos, nutriólogos y especialistas recomiendan comer abundantes frutas, verduras, cereales integrales, pescado, aceite de oliva, lácteos bajos en grasa y antioxidantes, y disminuir el consumo de cigarrillos, alcohol, productos elaborados con azúcares o harinas agregadas y grasas animales, además de aumentar la actividad física para ayudar, entre otros factores, a reducir el riesgo de padecer depresión. (4)

En el mismo sentido, para la directora del Food & Mood Centre en la Universidad Deakin, en Australia, y presidenta de la Sociedad Internacional para la Investigación de la Psiquiatría Nutricional, Felice Jacka, si bien únicamente comer ensalada no va a curar la depresión, aumentar el consumo de plantas y alimentos saludables, sí puede hacer mucho por levantar el ánimo y mejorar la salud mental.

Fuentes

  1. La comida modifica tu estado de ánimo. The New York Times. https://www.nytimes.com/es/2021/05/25/espanol/comida-estado-animo.html
  2. Asociación entre hábitos alimentarios y depresión: Una revisión sistemática. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC9828042/
  3. Depresión decembrina, es una baja de ánimo transitoria: psicólogo universitario. https://dcs.uas.edu.mx/noticias/2240/depresion-decembrina-es-una-baja-de-animo-transitoria-psicologo-universitario#:~:text=
  4. Dieta y depresión. https://www.health.harvard.edu/blog/diet-and-depression-2018022213309#:~:text=A%20dietary%20pattern%20characterized%20by%20a%20high%20consumption%20of%20red,an%20increased%20risk%20of%20depression.%22

La alimentación sí puede influir en tu salud mental

  • Las personas que ingieren rutinariamente productos ultraprocesados tienen mayor probabilidad de desarrollar depresión o ansiedad.

Entre 2001 y 2022, 9.2% de la población mexicana tuvo un trastorno depresivo, según la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica (ENEP), una problemática que se asocia cada vez más a la dieta de las personas, en especial al consumo en exceso de alimentos ultraprocesados. (1)

Una investigación reciente que observó a más de 10 mil adultos, publicada por la revista Public Health Nutrition de la Universidad de Cambridge, consultada por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), reportó que las personas que consumieron de manera rutinaria alimentos ultraprocesados fueron significativamente más propensas a reportar depresión leve, así como más ansiedad. (2)

“Un buen estado nutricional es muy importante para la salud mental y para el mantenimiento de las conexiones cerebrales, a fin de que las neuronas se mantengan sanas, protegidas y en equilibrio”

Jaime Rodrigo Silva

Dicho estudio advierte que las enfermedades mentales, incluidas la depresión y la ansiedad, se encuentran entre las principales causas de morbilidad, discapacidad y mortalidad, y que los patrones dietéticos pueden influir de manera significativa. Por ejemplo, las dietas deficientes que carecen de nutrientes esenciales, tienen un índice glucémico alto y un elevado contenido de azúcares agregados que pueden provocar síntomas adversos.

Por su parte, la revista médica mensual de la Asociación Médica Estadounidense, JAMA Neurology, señala que las personas que consumen diariamente este tipo de productos ultraprocesados presentaron una tasa de deterioro cognitivo global 28% más rápida, así como una tasa de disminución de la función ejecutiva en un 25%.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental es un estado de bienestar que permite a las personas hacer frente a las tensiones de la vida, darse cuenta de sus habilidades, aprender bien, trabajar bien, así como contribuir a su comunidad. 

“Un buen estado nutricional es muy importante para la salud mental y para el mantenimiento de las conexiones cerebrales, a fin de que las neuronas se mantengan sanas, protegidas y en equilibrio”, asegura el psicólogo Jaime Rodrigo Silva, del programa Vivir liviano, de Clínica Alemana, quien apunta, además, que tener una dieta saludable –como la Mediterránea-, consumir alimentos integrales, con ácidos grasos Omega-3 y antioxidantes, reduce el riesgo de depresión.

Y, por el contrario, afirma, el consumo de ácidos grasos trans, de comida rápida –que desplaza la ingesta de otros alimentos más nutritivos-, las dietas restrictivas o los productos de bollería industrial –como dulces y galletas-, se asocian a un mayor riesgo de enfermedades mentales o bajos estados de ánimo. (3)

Fuentes

  1. Síntomas depresivos y atención a la depresión (Instituto Nacional de Salud Pública). https://www.insp.mx/avisos/sintomas-depresivos-y-atencion-a-la-depresion
  2. Cross-sectional examination of ultra-processed food consumption and adverse mental health symptoms. Cambridge University Press: 28 July 2022. https://www.cambridge.org/core/journals/public-health-nutrition/article/crosssectional-examination-of-ultraprocessed-food-consumption-and-adverse-mental-health-symptoms/CD2C496A199CAB4A9056C00DB5F8AFDE
  3. Cómo una buena alimentación cuida tu salud mental. https://www.clinicaalemana.cl/articulos/detalle/2020/como-una-buena-alimentaci%C3%B3n-cuida-tu-salud-mental

Mexicanos, campeones en consumo de calorías 

  • Productos ultraprocesados como galletas, pasteles, snacks, salsas, caramelos, cereales endulzados y yogures, los preferidos.

México se ubica como el país que compra más calorías al día, a nivel global, con un promedio de mil 928 calorías per cápita, lo que significa 380 calorías más de las que adquiere una persona estadounidense y por arriba del consumidor mundial, que compra 765 calorías diarias, de acuerdo al informe Passport: Nutrition de la firma Euromonitor, que señala también, que en nuestro país el 40% de las calorías compradas provienen del pan industrializado.

Asimismo, especialistas del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán detallaron que cada mexicano compra 212 kilogramos de alimentos industrializados al año; ubicándose como el país con la mayor venta y distribución de productos ultraprocesados en América Latina y el cuarto consumidor a nivel mundial. 

Por su parte, un documento de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) sobre alimentos y bebidas ultraprocesadas en América Latina, consultado por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), revela que los principales productos ultraprocesados de los que los mexicanos obtienen más calorías son las galletas, pasteles, snacks, salsas, caramelos, cereales endulzados, bebidas azucaradas y yogures. (1)

También, un reportaje especial de la revista National Geographic destaca que los mexicanos consumen hoy casi el doble de azúcares y grasas que hace 50 años. 

Este contexto, refiere la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, (FAO), deriva de los cambios dietéticos provocados por la urbanización y sus efectos como son los nuevos patrones de trabajo y ocio. “Se observa una dieta de mayor densidad energética con un papel más importante para las grasas y los azúcares añadidos en los alimentos, una mayor ingesta de grasas saturadas (principalmente de fuentes animales), así como una reducción de carbohidratos complejos y fibra dietética, y menor consumo de frutas y verduras”. (2)

Respecto a los efectos adversos del consumo excesivo de productos ultraprocesados, un artículo publicado en la revista científica Cell Metabolism sostiene que estos facilitan comer en exceso, así como el desarrollo de la obesidad, que “puede resultar en un comportamiento alimentario patológico al ​​distorsionar la señalización intestino-cerebro”. 

Y de acuerdo al sitio Harvard Health Publishing, para mejorar la salud y equilibrar el consumo de calorías, los especialistas recomiendan estrategias como la reducción de porciones. Sin embargo, dicha táctica se complica con los productos ultraprocesados –aseguran-, pues aún en cantidades pequeñas pueden rebasar el límite de calorías recomendadas. 

De igual manera, la Organización Mundial de la Salud (OMS) mantiene recomendaciones de ingesta calórica con la finalidad de evitar lo que considera un “aumento de peso malsano” y a pesar de que sostiene que depende del sexo, edad y peso, especialistas hacen un cálculo genérico: entre mil 600 y 2 mil calorías al día para las mujeres, y para los hombres entre 2 mil  y 2 mil 500. (3)

Fuentes

  1. Alimentos y bebidas ultraprocesados en América Latina: ventas, fuentes, perfiles de nutrientes e implicaciones. https://iris.paho.org/handle/10665.2/51523
  2. Global and regional food consumption patterns and trends. FAO. https://www.fao.org/3/ac911e/ac911e05.htm
  3. Alimentación sana. OMS. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/healthy-diet
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