- Lo relevante es destinar cuando el cuerpo lo pida.
Para romper el ayuno e ingerir alimentos por la mañana es importante hacerlo sin imposiciones de horarios y con alimentos que contemplen proteínas, verduras y grasas buenas, así lo explicó la profesional en Nutrición Integral y en Psicología de la Alimentación, Renata Herrera Aspra.
La también autora del libro “Ahora sí baja de peso” mencionó, en entrevista exclusiva para el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), que el ayuno es una práctica que depende de cada persona y hacerlo de manera intermitente requiere la supervisión de especialistas.
Uno de los beneficios importantes de esta práctica, dijo, es tener una alimentación saludable. “Para algunas personas, romper su ayuno un poco más temprano, antes del mediodía (12 hrs.), les puede ayudar a comer más sano durante todo el día”.
Sin embargo, también opinó que “desayunar sin tener hambre” puede significar que no estás escuchando a tu cuerpo y una de las formas en las que una persona se puede mantener sana es, precisamente, cuando escucha los mensajes de su cuerpo.
“Tenemos esta idea de que desayunar es comer en la mañana y no; desayunar es romper el ayuno a la hora que cada persona decida romperlo y lo ideal es hacerlo cuando tenemos hambre, no cuando toca”, aclaró la especialista.
Además —precisó—, una de las cosas más importantes que la hora y que se deben considerar es cómo estás rompiendo tu ayuno, es decir, qué tipo de alimentos son los que se están introduciendo al cuerpo.
Para romper el ayuno de manera nutritiva, la experta recomendó incorporar proteína, grasas buenas y fitonutrientes con fibra (verduras); eso es lo que nuestro cuerpo necesita y si además se agregan leguminosas, como frijoles, por ejemplo, está perfecto, y evitar, en la medida de lo posible, la comida procesada.
Respecto a los ultraprocesados, advirtió que este tipo de comida no solo está llena de ingredientes de mala calidad, sino que dichos ingredientes son antinutrientes, es decir, que se llevan los nutrientes del cuerpo, por lo que se debe tener cuidado al ingerirlos.
Al preguntarle si hay algún tipo de alimento que se debe evitar para ayudar a disminuir el peso corporal, subrayó que “no hay que tenerle miedo a la comida normal, a la comida real, a la que da la naturaleza, básicamente eso es lo que puede ayudar a una persona en la pérdida de peso”. Sin embargo, este propósito va más allá, destacó, porque perder peso sanamente es un efecto secundario de comer bien y cuando una persona lo hace, su cuerpo solito llega al lugar ideal, cumpliendo sus funciones de manera natural.
“Si una persona come bien, nutre su cuerpo y le da todo lo que necesita, uno de los muchos efectos que puede lograr, es que va a perder todo lo que su cuerpo no necesita”, reiteró.
Hay que escuchar al cuerpo, hacerle caso, y no tenerle miedo al ayuno, sin pensar que esto es la panacea y nos va a hacer bajar de peso; tampoco debemos quitarnos grupos completos de alimentos, porque contienen macronutrientes que el cuerpo necesita; debemos tener un equilibrio, buscarlos en su forma original porque nacimos en este planeta y tenemos que alimentarnos con la que él nos da, sostuvo.
Por otro lado, también aseguró que al igual que un adulto, las y los niños deben alimentarse con comida saludable, comida sana, la que da la naturaleza y evitar los procesados por completo.
En los niños, lo que sucede al consumir procesados y azúcares refinadas, es que sube mucho su nivel de glucosa (se dispara), esto les da energía por un rato, pero hambre al poco tiempo. Estas subidas y bajadas de glucosa los lleva a un desbalance en las hormonas del cuerpo. Los procesados y azúcares no solo los desnutren, sino que los “programa” para subir de peso acumulando grasa y enfermar; es por eso que México ocupa uno de los primeros lugares en diabetes infantil, explicó la experta.
“Mucha gente cree que el cereal es un desayuno saludable; piensa que se les tiene que dar azúcar y carbohidratos procesados para que tengan energía y eso es completamente falso, lo único que se está haciendo es darles brincos energía, llenándoles de antinutrientes, lo cual no les beneficia”, consideró.
Debemos empezar a conocer qué es lo que pasa en el cuerpo del niño y tomar en cuenta que lo que nuestros hijos necesitan son proteínas, verduras, grasas buenas, fruta, lentejas, nueces, comida real, recalcó.