El síndrome metabólico es una serie de afecciones que, en conjunto, aumentan el riesgo de padecer cardiopatías o diabetes, además de estar fuertemente asociado con el tipo de alimentación que tiene una persona.
Así lo refirió en entrevista exclusiva para el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), la nutrióloga Viridiana Martínez Gómez, quien detalló que el exceso de grasa visceral puede ser un indicio de tener esta condición.
“Principalmente suelen ser los picos de glucosa donde la persona come mucho, le suben los niveles de glucosa y el páncreas realiza el proceso por medio de la insulina, lo que permite tener una acumulación de grasa abdominal, por ello, uno de los principales factores del síndrome metabólico es la acumulación de grasa en el abdomen”, explicó.
Asimismo, señaló que a partir de las condiciones de sobrepeso y obesidad, surge lo que se conoce como “obeso sano”, en donde la persona presenta un Índice de Masa Corporal (IMC) de 30 – 35 y no tiene problemas de síndrome metabólico, sin embargo, hay personas con un IMC con apenas un poco de sobrepeso y ya presentan el síndrome metabólico.
Entonces, precisó la especialista certificada en psiconutrición, tiene más que ver con la grasa interna que con cualquier otro tipo de grasa. En ese sentido, la alimentación es un punto clave; la manera de alimentarnos es la base, porque eso es lo que guía al cuerpo para saber cómo va a reaccionar el metabolismo.
“Si nosotros consumimos azúcar en exceso, entonces vamos a aumentar la producción de grasa, lo cual está completamente ligado con los altos niveles de triglicéridos, colesterol y presión arterial, así como el hígado graso, principalmente. Y de acuerdo a lo que comemos, es lo que le vamos a decir al cuerpo que genere, por eso, si nosotros tenemos una alimentación balanceada, se van a amortiguar las curvas de glucosa y de esta manera se podrá lograr un equilibrio que prevenga el síndrome metabólico”.
Para tener un control del síndrome metabólico, una persona debe evitar comer azúcares refinados, alimentos empanizados, el arroz blanco, bollería, grasas no saludables y varios ultraprocesados, y preferir, principalmente, todo lo que contenga fibra, como el arroz integral, la avena y algunas especias y frutas como la manzana, la papaya y el melón, recomendó la experta.
En este sentido, mencionó que los alimentos contienen micronutrientes que son las vitaminas y los minerales, estos se convierten dentro del cuerpo en enzimas, coenzimas y cofactores, que son los eslabones para que el cuerpo realice cierta actividad metabólica.
“Por ejemplo, si yo necesito deshacer grasa, requiero ciertas moléculas, como la vitamina B y si no tengo la suficiente, no se va metabolizar igual la grasa porque me va a faltar ese factor. Por ello, es muy importante que le demos la nutrición adecuada al cuerpo para que pueda llevar a cabo las funciones metabólicas”, agregó.
Finalmente, consideró que el mejor tratamiento para una persona con síndrome metabólico es atender las otras enfermedades adyacentes y, por tratarse de algo multifactorial, su atención también debe ser multifactorial, por lo que se requiere realizar ejercicio, tener una dieta saludable y mantener una buena hidratación.“Este síndrome se puede presentar desde niños, por lo que es importante que ante cualquier sobrepeso se comience a monitorear, para evitar desarrollar ciertos padecimientos que están muy relacionados como la diabetes. Partiendo de que el síndrome metabólico es una resistencia a la insulina, una vez que una persona lo manifiesta, el siguiente escalón sería la diabetes y a partir de ahí se pueden generar una amplia gama de enfermedades, pero la que avanza más rápido es la diabetes”, concluyó.