- La genética también influye en la probabilidad que tiene una persona para desarrollar este padecimiento.
La mala alimentación, el sedentarismo y la genética son solo algunos de los factores que pueden incidir en la posibilidad de que una persona pueda tener diabetes, así lo señaló el médico gastrocirujano Jorge Guerrero Aguirre.
En entrevista exclusiva con el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), el también catedrático en posgrado en la UNAM advirtió sobre el vínculo de esta enfermedad con el sobrepeso y la obesidad, una problemática que, dijo, lamentablemente se ha expandido entre las y los mexicanos.
“Cuando las personas tienen esta condición es muy probable que también padecerán resistencia a la insulina, que es una hormona que regula el azúcar en la sangre y es más factible que esa persona desarrolle diabetes”, refirió.
Asimismo, puntualizó que en la diabetes mellitus tipo 2, la edad es un factor muy importante. “Si bien esta enfermedad normalmente se da después de los 40 o los 50 años, hoy se ha observado un patrón en el mundo en donde la enfermedad se presenta ya también en adultos jóvenes e, inclusive, en niños que tradicionalmente tenían diabetes tipo 1, por los malos hábitos”, precisó.
Al explicar el vínculo de la diabetes con la alimentación, el maestro en administración de hospitales mencionó que en dicha relación incide la falta de ejercicio. “Con una vida sedentaria, el consumo calórico que las personas adquieren por la vía de los alimentos no se gasta, al tiempo que también es crucial la calidad de los alimentos”, apuntó.
En este sentido, recomendó modificar los hábitos de vida, toda vez que puede ser muy probable el desarrollo de diabetes ante quien no tiene antecedentes.
El experto también aseguró que las personas con diabetes deben seguir una dieta balanceada y controlar la ingesta de carbohidratos para mantener estables los niveles de azúcar en la sangre. “Se recomienda enfocarse en alimentos con bajo índice glucémico, como vegetales no almidonados, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables. Además, es importante controlar las porciones y mantener un horario regular de comidas”, explicó.
“Uno es lo que come, uno es producto de sus hábitos y hay que prepararse, en el caso de la diabetes, pero hay otras enfermedades que también tienen implicaciones en el metabolismo, y con ello, repercusiones en el cuerpo”, añadió.
En este sentido, afirmó que en un país donde predomina el sobrepeso y la obesidad, la única manera de poder contravenirlas es generar una cultura en la salud y saber que las complicaciones se pueden dar no necesariamente en el inmediato plazo. Consideró que no es fácil evitarlas, porque también está la otra parte que es el ambiente, los ponderadores sociales y si, además, no se tiene la oportunidad de hacer ejercicio, se vuelve un círculo vicioso.
Finalmente, el experto reconoció que hay una corresponsabilidad de las personas, los profesionales de la salud y los gobiernos en el mundo.