- La familia, los amigos, redes sociales o la pareja pueden influir en la posibilidad de padecer esta condición.
Un mecanismo de imitación para ser aceptado entre nuestros diferentes grupos sociales en los que mayoritariamente haya personas con sobrepeso puede influir en las probabilidades para adquirir esa misma condición, sostuvo el licenciado en Nutrición, Fernando de León, en entrevista exclusiva con el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO).
El especialista explicó que si alguien se rodea de personas con determinadas características puede haber cierta imitación de conductas. Por ejemplo, el caso de las y los adolescentes, quienes van creciendo y creando relaciones sociales fuertes con la gente que conviven (amigos, compañeros de clase o la propia familia) y la influencia que pueden provocar esas compañías, en este caso, en la forma de alimentarse o los hábitos que desarrollan día con día, en la convivencia habitual.
Esto sucede también —agregó—, cuando prevalecen los antojos o la comodidad, más que el interés por mantener una dieta saludable; o ante la presión social y la persuasión de optar por alimentos que no contribuyen con el plan dietético.
Asimismo, recalcó que la obesidad se puede desarrollar por diversos factores, pero principalmente hay tres que se deben tomar en consideración: la mala alimentación, la poca o nula actividad física y la falta de control del estrés.
“No debemos creer todo lo que dicen los influencers o dejarse llevar por mitos o recomendaciones de gente que no es experta; el tipo de dieta o la prescripción de algunos medicamentos siempre deben indicarse por profesionales y dependiendo de las características de cada persona, para tener un diagnóstico correcto, un análisis más preciso sobre los diversos factores y ver cuál es el método ideal para alcanzar los mejores resultados”
Fernando de León
Sin duda, dijo, la alimentación es uno de los aspectos más importantes en el tema del sobrepeso y la obesidad; para que una persona aumente de peso tienen que ver mucho los hábitos, por ejemplo, el consumo excesivo de azúcares, grasas saturadas y carbohidratos, pero esta enfermedad no se da únicamente por la cantidad o el tipo de alimentos que se ingieren, “también hay otros factores, como la ansiedad, el atracón, la depresión o el estrés”.
Y mencionó que la obesidad se puede manifestar de diferentes formas: en la forma de respirar; el estrés; la forma de dormir, incluso a algunos les da apnea del sueño; o en el desarrollo de algunas enfermedades crónicas, como la diabetes o la hipertensión, aunque no a todos les pasa lo mismo.
Sin embargo, afirmó, hay que poner mucha atención cuando una persona tiene sobrepeso u obesidad, porque ello le puede ocasionar además, afectaciones en las rodillas o articulaciones; insomnio; depresión; problemas de tipo renal o hepático, así como disminuir el deseo sexual, baja probabilidad de tener un hijo o, en el caso de las mujeres, cuestiones de tipo hormonal, por mencionar algunos.
Para evitar el desarrollo de esta enfermedad, el experto recomendó tratar de controlar el estrés; cambiar paulatinamente los hábitos en general que le condujeron a ese estado: dormir mejor, beber más agua, hacer ejercicio, sentirse bien con uno mismo (darse algún tipo de aliciente, como comprarse ropa), y preferir una dieta saludable, disminuyendo el consumo de los carbohidratos, grasas y azúcares, lo que no significa eliminarlos de la dieta, sino cuidar las porciones.
Para reducir los altos índices de sobrepeso y obesidad, señaló que es conveniente estar “bien informados”, tomando en cuenta que en la actualidad hay muchas fuentes confiables.
“No debemos creer todo lo que dicen los influencers o dejarse llevar por mitos o recomendaciones de gente que no es experta; el tipo de dieta o la prescripción de algunos medicamentos siempre deben indicarse por profesionales y dependiendo de las características de cada persona, para tener un diagnóstico correcto, un análisis más preciso sobre los diversos factores y ver cuál es el método ideal para alcanzar los mejores resultados”, finalizó.