*Dietas deficientes o sobrecargadas de calorías abren la puerta a enfermedades
En el marco de la pandemia por coronavirus, la alimentación sana y equilibrada es clave para el fortalecimiento del sistema inmune, así lo aseguró la especialista Ana Luisa González Pérez.
En entrevista para el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), la nutrióloga y doctora en ciencias en biotecnología resaltó la necesidad de consumir alimentos frescos, que no sean procesados, como frutas, verduras y productos benéficos a la salud, entre ellos, yogures adicionados con probióticos o prebióticos.
Esto permitirá blindar el sistema inmune a partir de las vitaminas A, D, C y complejo B, además de hierro y zinc. Igualmente, incluir frijoles y alimentos que tengan proteína en su composición, como pollo o algún tipo de carne, agregó.
Recordó que el sistema inmunológico es el que protege al cuerpo ante diferentes agentes extraños, como algunas bacterias o virus que pudieran presentarse.
En esta coyuntura, dijo, el consumo excesivo de productos ultraprocesados es negativo pues son densos en calorías y mantienen componentes que, en exceso, hacen daño al organismo, como son azúcares, grasas y calorías.
“Las personas que tienen consumos de dietas deficientes de nutrientes o basadas en un solo tipo de alimentos también pudieran tener disminución del sistema inmunológico, haciéndolos propensos a padecer algunas enfermedades”, resaltó.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), incluso, declaró al 2021, como el año internacional de las frutas y verduras y una de las razones son los estudios que señalan que la alimentación más saludable es lo que va a contribuir a superar esta pandemia de COVID-19, comentó la especialista.
La también profesora de la Universidad Autónoma de Tamaulipas subrayó que es posible saber que las defensas de las personas están bajas a partir del momento en que son más propensas a enfermarse.
“Se pudieran ver como enfermedades ligeras o simples que no acarrean tanta complicación, como cansancio o debilidad y en algunas ocasiones se pudiera presentar fiebre o diarrea, entre otras cosas. Nos enfermamos más seguido cuando tenemos las defensas bajas”, agregó.
Hay que recordar que los productos ultraprocesados afectan el funcionamiento del organismo porque proporcionan demasiados componentes y lo están saturando; en lugar de darle nutrientes, vitaminas, agua y fibras, se le llena de azúcar, grasas, colorantes y otros ingredientes utilizados en la industria de alimentos para que los productos sean atractivos al consumidor, destacó la especialista.
Este tipo de nutrientes críticos, añadió, además de disminuir el sistema inmune a corto plazo, también pueden ocasionar posteriormente la aparición de enfermedades crónico degenerativas, que es una de las principales problemáticas a las que se enfrenta el país en la actualidad.
Finalmente, la especialista recomendó realizar actividad física, distribuir los tiempos para poder cumplir con todo, incluso con las horas de sueño, además de mantener una alimentación sana y equilibrada y evitar el consumo de cigarro y comidas altas en calorías.