- En entrevista para LabDO, la especialista Lidia Guerrero habla sobre las ventajas de mantener una dieta saludable durante el padecimiento.
Después de que una persona es diagnosticada con diabetes, existe el mito de que ésta no podrá comer muchos alimentos, sin embargo, a lo que se enfrenta es a regresar a una dieta balanceada, con nutrientes de calidad, la cual deberíamos seguir todos indistintamente si se tiene o no alguna enfermedad crónica.
Lo anterior lo destacó en entrevista para el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), la licenciada en Nutrición Ana Lidia Guerrero Chávez, quien explicó que la diabetes es una enfermedad crónica no transmisible que afecta a las y los mexicanos y que es multifactorial.
Muchas enfermedades tienden a agravarse porque no estamos comiendo bien y cuando se tiene diabetes, aclaró, es imperativo llevar hábitos alimenticios saludables para que los niveles de glucosa se mantengan normales, de ahí que una de las funciones del nutriólogo sea orientar la dieta que se debe llevar durante un padecimiento específico.
Sostuvo que ante dicho padecimiento es necesario poner atención en los alimentos que tengan carbohidratos o azúcares, sin embargo, precisó, hay distintas calidades de azúcar, por ejemplo, los azúcares simples y también los hidratos de carbono complejos que son los que se sugiere consumir.
“En cuestión de diabetes deberíamos enfocarnos en los hidratos de carbono complejos, porque si lo que queremos es que la glucosa no se eleve, buscamos alimentos que se absorban lento y esos hidratos de carbono son los que se van a absorber de esa manera, lento, para no tener problemas con los niveles de glucemia”, añadió.
Respecto a la prohibición o no de ciertos alimentos o productos para una persona que padece diabetes, la experta en consulta nutricional y tratamiento de enfermedades crónicas admitió que lo que se debería evitar son los alimentos que contengan más hidratos de carbono simples, por ejemplo, los industrializados, como las bebidas azucaradas, refrescos, jugos procesados, dulces, galletas, papas fritas y todos aquellos que son conocidos de manera simple como harinas, porque además de tener azúcares, también contienen sal, grasas y grasas trans, grasas procesadas, que no ayudan.
Específicamente sobre los productos ultraprocesados, Lidia Guerrero consideró que en cuestión de salud, ese tipo de alimentos no conviene consumir.
Resaltó que en lo que más debe poner interés una persona con esa enfermedad es en los alimentos lo menos procesados posible, al tiempo que reiteró que es necesario retomar la cultura alimentaria que se tenía antes, toda vez que lo más natural y lo más sencillo es lo mejor y lo que se debería regresar a consumir, como el frijol, arroz, tortilla, agua y verdura, reiteró.
Las recomendaciones para una persona con diabetes, opinó, es que cada vez que haga una comida integre en sus platillos los tres grupos de alimentos principales: verduras y frutas; cereales y tubérculos; así como leguminosas y proteínas de origen animal, con lo cual se puede asegurar que haya nutrición y balance en el plato.
La nutrióloga destacó que es importante integrar las verduras en cada una de las comidas por su alto contenido en fibra, ya que ésta puede ayudar al control de la glucemia, además de prevenir alteraciones en los niveles de colesterol y triglicéridos.
Sugirió consumir más nopales, lechuga, pepino con cáscara y verduras de hoja verde, toda vez que los beneficios son múltiples, sin dejar de lado el consumo de agua simple. “Estos alimentos con fibra, junto con el agua, son un gran equipo”, reiteró.
Y respecto a las frutas dijo que es conveniente consumir aquellas de cáscara comestible y evitar frutas maduras por su dulzor.
“Puede consumir cereales como tortilla, bolillo, avena, palomitas de maíz naturales, pan integral o pasta, pero siendo muy cauteloso en la cantidad; se pueden comer carbohidratos o cereales, pero que sean carbohidratos complejos e integrales”, puntualizó.
Además, indicó, se pueden incluir alimentos de origen animal, como carne, leche, queso o huevo, pero siendo cuidadosos en la preparación, porque no es lo mismo comer un pescado frito o empanizado que un filete con poco aceite o asado.
Finalmente, la especialista subrayó la relevancia de hacer ejercicio, toda vez que tanto la diabetes, como el sobrepeso y la obesidad son enfermedades multifactoriales yes necesario realizar actividad física, para coadyuvar en la disminución de los niveles de glucosa en sangre.
Sin embargo, estimó que es algo que casi no se practica, porque se pretende controlar la enfermedad con la comida o con el medicamento y para poder lograrlo es necesaria la medicina, la comida saludable y balanceada, así como el ejercicio, pero, por lo general, hacen uno solo, sin embargo, se requiere adicionar actividad física, ¿cuánto?, lo deseable deberían ser 150 minutos a la semana o en otras palabras, 30 minutos diarios. No es preciso irse a correr, pero al menos caminar y puede ser fraccionado, es decir, 15 y 15 o bien, 10, 10 y 10.