Empoderar a la población, clave para combatir la obesidad: Arianna Omaña Covarrubias

El nuevo etiquetado de alimentos y la incorporación de la materia vida saludable en niños de educación básica, aun con sus limitantes en ejecución y alcance, son dos acciones que ayudan a empoderar a la población ante el problema del sobrepeso y la obesidad.

La investigadora en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) detalló, en entrevista para el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), que la obesidad es una enfermedad multicausal en la que intervienen factores endógenos, como la genética, condiciones metabólicas y microbioma.

A ellos, dijo, hay que sumar los exógenos, es decir, ambientales, donde destacan los hábitos de alimentación, sedentarismo, educación alimentaria, así como también los aspectos sociales relacionados con la alimentación.

Respecto de estos padecimientos, Omaña Covarrubias. mencionó las físicas, metabólicas y mentales. “Vemos que se presentan desde apnea del sueño; dificultad para respirar; dolor en rodillas, tobillos y articulaciones hasta alteración en el metabolismo, principalmente de glucosa derivando en resistencia a la insulina. Mientras que en el ámbito social y particularmente entre jóvenes, puede darse discriminación y bullying”.

La especialista estimó que en los mexicanos hay una asociación social importante con la comida, toda vez que en gran parte de las tradiciones del país se involucra a esta. Además, la manera en la que se preparan los alimentos es abundante en grasa y condimentos, y con poca verdura o fruta.

Para evitar el sobrepeso y la obesidad, la también conferencista recomendó mejorar la selección de alimentos, basándose en lo más cercano a lo natural, a lo que se le denomina como dieta de la milpa, es decir, verduras y frutas frescas, así como leguminosas y oleaginosas. Al mismo tiempo aconsejó preferir alimentos frescos, sin condimentos, con la preparación más sencilla posible.

Por último, dijo que se deben evitar alimentos con alto contenido de grasa, como los fritos, capeados o empanizados, o con exceso de azúcar o sal, además de bebidas azucaradas o refrescos.