*La transformación se debe dar en el entorno.
Los aspectos culturales del entorno, los hábitos, la escasa actividad física o sedentarismo, así como el consumo excesivo de ultraprocesados y la parte emocional, son solo algunos de los factores que influyen para que una persona tenga obesidad y sobrepeso.
Así lo advirtió en entrevista para el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), Roberto Carlos Plascencia Sánchez, licenciado en Nutrición y maestro en Salud Pública.
Al referirse específicamente a la dieta de las y los mexicanos, el especialista resaltó el consumo excesivo de ultraprocesados y cómo éstos impactan en la salud.
Estos productos –explicó- han ganado terreno por la costumbre, los hábitos, la cultura, el costo, la oferta y la demanda, así como los diversos factores que permiten un alcance accesible, lo que además implica que no haya una conciencia de lo que se consume. El hecho de que en promedio en cada casa se comen de uno a tres productos de este tipo habla de una globalización, en la que cada vez se adhieren más personas al no tener tiempo para preparar alimentos saludables.
El también colaborador en el área de alimentación y nutrición poblacional del Organismo de Nutrición Infantil A. C. (ONI), mencionó que no hay que dejar de lado lo que tiene que ver con la salud mental, más que hablar del aspecto exterior, es necesario revisar cómo se encuentra la parte emocional de las personas, porque este aspecto va a conllevar a que sea consciente de su físico, sus hábitos y todos los factores que le permitan llevar una vida saludable.
Asimismo, mencionó que una de las estrategias que se ha implementado y que aproximadamente tardará entre cinco y diez años en reflejar un impacto para saber si funcionó o no, es el etiquetado de advertencia, el cual de inició parece positivo, sin embargo, su mayor reto no es la aplicación en la industria, sino revertir la nula estrategia educativa que lo acompañe.
Finalmente, hizo referencia al modelo KAP –(Knowledge, Attitude and Behaviour, por sus siglas en inglés), y el cual habla de que una persona puede tener actitud de cambio y el conocimiento de lo que está consumiendo, sin embargo, ello no asegura que su hábito alimentario cambie, por lo que no es suficiente para poder erradicar el sobrepeso y la obesidad.
“Debe haber un trabajo interpersonal y centrarnos un poco más allá: los cambios y la transformación que se tienen que dar son en el entorno, principalmente, si éste se modifica va a ser más sencillo que las personas tomen una decisión de tipo consciente”, concluyó.