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Mala alimentación y sedentarismo también afectan el corazón

  • En México, las muertes asociadas a las cardiopatías, principal causa de fallecimientos en 2021.

Los padecimientos del corazón fueron la principal causa de fallecimientos entre mexicanas y mexicanos durante 2021, de acuerdo a información preliminar del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), consultada por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO). (1)

Las enfermedades isquémicas del corazón presentan una alta incidencia entre la población que fallece a partir de los 45 años. De 1 millón 117 mil 167 fallecimientos que se contabilizaron en el país durante 2021, 226 mil 703 correspondieron a enfermedades del corazón, ya sea por bloqueo parcial o total de las arterias; hipertensión; circulación pulmonar; fiebre reumática aguda y enfermedades cardíacas reumáticas crónicas. 

Veracruz, Puebla, Morelos, Ciudad de México y Guanajuato son las entidades federativas con las tasas de defunciones más altas registradas por enfermedades del corazón. En tanto que del total de muertes, el 54.73% correspondieron a hombres y 45.26% a mujeres. El grupo de edad que concentró el mayor número de fallecimientos por esta causa es el de 65 años y más, con el 75.75%.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que los trastornos del corazón y vasos sanguíneos, así como sus complicaciones significan anualmente el deceso de 17.9 millones de personas en el mundo, en donde cuatro de cada cinco defunciones por enfermedades cardiovasculares se deben a cardiopatías coronarias y accidentes cerebrovasculares. (2)

La información del organismo internacional señala que entre los factores de riesgo de este tipo de padecimientos están una mala alimentación, inactividad física, consumo de tabaco y alcohol, hábitos que terminan por traducirse en hipertensión, hiperglucemia e hiperlipidemia, además de sobrepeso y obesidad.

Ante este panorama, una publicación del sistema de atención médica estadounidense Intermountain Healthcare precisa que la alimentación saludable puede ayudar a controlar o eliminar los principales factores de riesgo cardíaco. Sostiene que las investigaciones de las últimas décadas demuestran claramente que una alimentación saludable para el corazón puede componerse de seis elementos básicos, dispuestos en las proporciones adecuadas: 1. Comer muchas frutas y verduras; 2. Comer más granos integrales y sin procesar; 3. Elegir proteínas saludables para el corazón; 4. Preferir grasas y aceites no saturados; 5. Elegir productos lácteos bajos en grasa o sus derivados, y 6. Limitar el consumo de sodio, azúcares y alcohol. (3)

Para preparar los alimentos, expertos en nutrición recomiendan: hervir, cocer al vapor, hornear o asar a la parrilla los alimentos siempre que sea posible; si se debe freír, usar aceite en aerosol y utensilios de cocina antiadherentes; refrigerar la comida y retirar la grasa endurecida de los alimentos antes de recalentarlos, y cocinar las verduras en líquido en lugar de mantequilla o aceite.

Aunado a ello y con el objetivo de mantener un corazón sano, otro estudio publicado en 2021 en la revista científica de PLOS Medicine, determinó, con base en más de 90 mil adultos estudiados, que las personas que a menudo hacen ejercicio y se mantienen activas tienen menos probabilidades de sufrir una enfermedad cardiovascular. (4)

Fuentes

1.- Estadísticas de defunciones registradas 2021. (Julio 2022) https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2022/dr/dr2021_07.pdf

2.- Enfermedades cardiovasculares. Organización Mundial de la Salud. https://www.who.int/es/health-topics/cardiovascular-diseases#tab=tab_1

3.- Live Well Nutrición para un corazón saludable https://intermountainhealthcare.org/ckr-ext/Dcmnt?ncid=522450328

4.- Accelerometer measured physical activity and the incidence of cardiovascular disease: Evidence from the UK Biobank cohort study. (Enero 2021) https://journals.plos.org/plosmedicine/article?id=10.1371/journal.pmed.1003487

Controlar el estrés ayuda a prevenir la diabetes

  • El cortisol, también conocido como la hormona del estrés, impacta directamente en los niveles de azúcar en la sangre.

El estrés, al activar el sistema nervioso simpático y el eje hipotálamo-pituitario-suprarrenal, provoca la liberación de hormonas como son el cortisol y la epinefrina, asociadas con la resistencia a la insulina, así como con niveles de glucosa en la sangre más altos, según señala un estudio publicado por la revista científica Nature, consultado por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO). (1)

De acuerdo con especialistas, las situaciones o conflictos estresantes para el ser humano se han ido modificando desde que aparecimos en el plantea, si antes eran el sobrevivir a ataques de animales, inundaciones, incendios o conflictos con otros humanos, hoy en día ese estado que se apodera del cuerpo y mente puede producirse a partir de situaciones cotidianas, como falta de trabajo, problemas laborales o económicos, discusiones familiares o de pareja o la necesidad de cuidar a un familiar enfermo. (2)

Un artículo publicado en el sitio web de la Escuela de Salud Pública de Harvard denominado “Estrés y Salud”, señala que hay tres tipos principales de estrés: 1. Agudo (un evento breve, como una discusión acalorada o quedar atrapado en un embotellamiento); 2. Episodios agudos (eventos agudos frecuentes, como fechas límites  de trabajo) y 3. Estrés crónico (eventos persistentes como desempleo, abuso físico o mental, abuso de sustancias o conflicto familiar). Muchas personas pueden experimentar una combinación de estos tres tipos. (3)

Asimismo, refiere que el exceso de cortisol influye también en varias funciones del cuerpo, entre las que destacan las necesidades metabólicas al aumentar el uso y la excreción de muchos nutrientes.  Es decir, si una persona bajo estas circunstancias de estrés no mantiene una dieta nutritiva puede incurrir en deficiencias alimenticias, ya que hay una imposición de mayor demanda de oxígeno, energía y nutrientes. 

El estrés también crea una reacción en cadena de comportamientos que pueden afectar negativamente los hábitos alimenticios, lo que lleva a otros problemas de salud en el futuro. Los expertos afirman que durante el estrés agudo, la hormona de la adrenalina suprime el apetito, mientras que los niveles elevados de cortisol suelen causar antojos, particularmente de alimentos con alto contenido de azúcar, grasas y calorías, lo que puede provocar un aumento de peso.

“[…] el exceso de cortisol influye también en varias funciones del cuerpo, entre las que destacan las necesidades metabólicas al aumentar el uso y la excreción de muchos nutrientes.

Aunado a ello, otra investigación de la publicación oficial de la Sociedad Internacional de Psiconeuroendocrinología (Psychoneuroendocrinology) refuerza que el cortisol juega un papel perjudicial en quienes ya padecen diabetes, pues mientras la mayoría de las personas reconocen la importancia de hacer ejercicio regularmente, llevar una dieta saludable y descansar lo suficiente, ignoran lo relevante que es aliviar el estrés para controlar su padecimiento. (4)

Entre los consejos que ofrecen los especialistas para aminorar y atajar el estrés se encuentran: llevar una dieta saludable; alimentación consciente; ejercicio regular; meditación o técnicas de respiración profunda; ayuda psicológica; balance entre la vida y el trabajo; actividades recreativas al menos una vez a la semana, y buena higiene del sueño. (5)

Fuentes

1.- The association between an increase in glucose levels and armed conflict-related stress: A population-based study https://www.nature.com/articles/s41598-020-58679-z

2.- Stress. Harvard Health Publishing. Harvard Medical School. https://www.health.harvard.edu/topics/stress

3.- Stress and Health. Harvard. T.H. Chan School. https://www.hsph.harvard.edu/nutritionsource/stress-and-health/

4.- The longitudinal association of changes in diurnal cortisol features with fasting glucose: MESA. https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0306453020301177

5.- Stress and Health. Harvard. T.H. Chan School. https://www.hsph.harvard.edu/nutritionsource/stress-and-health/

Ayuno intermitente, una alternativa para atajar la obesidad: Nutrióloga Martha Elena Cadena Mendoza

  • Para obtener resultados positivos, debe haber flexibilidad para cumplir entre 8 y 12 horas.

El ayuno intermitente es una de las varias alternativas que existen para controlar y aminorar las consecuencias de la obesidad y el sobrepeso y siempre es fundamental acudir con un profesional que oriente de manera personalizada y pueda dar opciones que se adapten a sus horarios y preferencias.

Así lo consideró la licenciada en Nutrición Martha Elena Cadena Mendoza, quien detalló que esta práctica consiste en dejar de comer por algunos espacios del día. “Se trata básicamente de un arreglo de los horarios para que la persona pueda dar un respiro o un descanso al intestino, lo cual va a ayudarle a que, después de mínimo 8 horas, pueda tener una buena quema de grasa” explicó.

Respecto a cómo influye dicha alternativa, la especialista dijo que es muy noble, ya que puede ayudar a quemar grasa y además al manejo de la ansiedad, pero es muy importante que se lleve una dieta, es decir, un control de lo que la persona come para que se puedan alcanzar los resultados esperados.

Una de las razones por la que algunos consideran que no funciona el ayuno intermitente en ciertas personas que lo han probado, advirtió, es porque no llevan un buen control de su alimentación, por ejemplo, si se consume exceso de azúcar, el cuerpo va a dar prioridad a estabilizar y normalizar esos niveles de azúcar en sangre y después procederá a lo que se pretende en cuanto a quema de grasa.

Y resaltó que aunque suena fácil no es tan sencillo alcanzar el objetivo que se quiere, por lo que es recomendable acudir con un experto, toda vez que el tema del sobrepeso y la obesidad, así como todas las enfermedades que de ello se desencadenan, representan algo muy complejo y es necesario darle la seriedad correspondiente.

Al referir los beneficios de dicha alternativa, sostuvo que estos dependen del número de horas al día en los que se practique, por ejemplo, si la persona empieza haciendo un ayuno de 8 a 12 horas, se puede lograr quema de grasa; si se hace un ayuno de entre 16 y 18 horas, se podría tener producción de hormona de crecimiento, y a partir de las 22 horas de ayuno se puede alcanzar la autofagia.

Asimismo, indicó que el ayuno intermitente es flexible en cuanto a tiempo: puede ser un ayuno chico, medio o prolongado, este último se refiere a días, donde hay la posibilidad de tener una combinación de seis días de alimentación más un día de ayuno completo; también puede ser que solo se cumplan 12 horas de ayuno o se lleguen a 16.

Por otro lado, el estado de ánimo de la persona, las diversas actividades que realiza y el grado de apetito que tenga son aspectos que se deben considerar en el ayuno intermitente, puntualizó, toda vez que el individuo no es como una línea recta, por lo que puede haber cierta permisividad en el manejo.

“Es conveniente tener flexibilidad para que la persona no se frustre en el manejo de ayuno y dar un poco de libertad a que el cuerpo hable, a que coma cuando de verdad tenga hambre y no cuando lo dicta un horario, el trabajo o alguna otra circunstancia”, agregó.

Sobre qué tipo de personas pueden incorporarlo a su vida, apuntó que ello depende si se trata o no de una persona sana. Por ejemplo, añadió, hay quienes padecen diabetes y tienen tratamientos con hipoglucemiantes o con inyecciones a temprana hora, lo cual requeriría coordinar un control con su médico. Al respecto mencionó que es un foco rojo para pacientes con problemas de hígado, riñón o con algún tipo de enfermedad crónica, pero si la persona está totalmente sana, no hay ningún problema en que lo haga.

Un elemento clave para que dicho proceso sea exitoso, afirmó, es la dieta, que debe ser lo más natural posible; además es importante medir y pesar las cantidades, lo cual puede costar trabajo al principio, por lo que es recomendable ir poco a poco. Por ejemplo, si una persona se comía cinco tortillas a la hora de la comida, debe tratar de disminuirlas a tres, aunque lo ideal es que sean solo dos; se aconseja ir haciendo un cambio progresivo, que es el que más le beneficia, porque ello permite que el cuerpo realmente se acostumbre a esos cambios.

Finalmente, al hablar sobre algunas desventajas, señaló que uno de los obstáculos es que vivimos en una sociedad muy consumista, donde cuesta trabajo entender los beneficios que se pueden alcanzar al realizar un ayuno prolongado de alimentos.

Cuando una persona come muy continuamente no le está dando espacio a su cuerpo para que actúe de otra manera, pues lo tiene “distraído” todo el tiempo digiriendo –continuó- y lo que se tiene que hacer es dar un espacio de tiempo a ese cuerpo y decirle ve a rejuvenecer, a reponer lo que haga falta y desintoxicar. “Recomiendo hacer más conexión con el cuerpo, tratar de hacerle más caso cuando tenga hambre y no guiarse por horarios, darle más prioridad a la alimentación, que sea un poco más natural e ir haciendo cambios sustanciales de manera paulatina”, concluyó.

Restricción calórica mejora funcionamiento cerebral

  • Lo que comemos repercute en los estados mentales y anímicos, como son la depresión y ansiedad; sueño, vigilia y excitación.

Un mejor desempeño de la memoria de reconocimiento, así como aumento en el volumen de materia gris y una mayor conectividad funcional, son algunos de los beneficios que especialistas observaron al someter a una restricción calórica a un grupo de mujeres con sobrepeso y obesidad, lo que demostró  que la estructura y funcionamiento del cerebro pasa por el tipo de alimentación que llevan a cabo las personas. (1)

El estudio publicado en la revista científica de la Universidad de Oxford Cerebral Cortex y consultado por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), logró vincular la pérdida de peso, a partir de reducir la ingesta calórica, con el aumento en la velocidad de procesamiento, capacidad de aprendizaje, memoria retrasada, funciones ejecutivas, reducción de la depresión, así como cambios estructurales y funcionales del cerebro.

En ese mismo sentido, otra investigación referida por la revista Nutrition Reviews señala los distintos factores que inciden en el desarrollo y cuidado del cerebro: el genotipo individual; el cuidado durante la infancia; las interacciones sociales; el estrés y algunas enfermedades; factores ambientales y la nutrición, siendo este último uno de los más relevantes. (2)

Al buscar comprender la forma en la que repercute lo que comemos en algunas funciones cerebrales vinculadas con diferentes estados mentales y anímicos, como son la depresión y ansiedad; sueño, vigilia y excitación; percepción del dolor, entre otros, se pudo corroborar que la señalización neuronal está mediada por la liberación de neurotransmisores y que estos a su vez responden en mayor o menor grado a los componentes de una dieta, en donde es posible influir en la producción de serotonina, histamina, dopamina, tiramina y norepinefrina.

Respecto a las dimensiones en las que impacta la forma en la que nos alimentamos, los expertos las dividen en 5: desarrollo cerebral; redes de señalización y neurotransmisores; cognición y memoria; equilibrio entre la formación y degradación de proteínas, y los efectos de deterioro a partir de los procesos inflamatorios crónicos.

[…] la señalización neuronal está mediada por la liberación de neurotransmisores y que estos a su vez responden en mayor o menor grado a los componentes de una dieta…

Por ejemplo, detallan, si se tiene una dieta mediterránea, caracterizada por un alto consumo de grasas monoinsaturadas que incorpora aceite de oliva, verduras, frutas, proteínas vegetales, cereales integrales y pescado, con un consumo bajo de carnes rojas, cereales refinados y dulces, es posible observar menos deterioro cognitivo, efectos antidepresivos y reducción en las probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular.

Dentro de la evidencia más reciente que apunta en la misma dirección, un trabajo observacional difundido por la Academia Estadounidense de Neurología encontró que los flavonoides, sustancias químicas que dan a los alimentos vegetales sus colores brillantes, pueden ayudar a frenar los frustrantes olvidos y la leve confusión que padecen las personas mayores con el avance de la edad, y que, a veces, puede preceder a un diagnóstico de demencia. (3)

Fuentes

1.- Caloric Restriction in Older Adults-Differential Effects of Weight Loss and Reduced Weight on Brain Structure and Function. Oxford Academic. https://academic.oup.com/cercor/article/27/3/1765/3056276?login=false

2.- Brain foods – the role of diet in brain performance and health. Nutrition Reviews, Volume 79, Issue 6, June 2021, Pages 693–708. https://academic.oup.com/nutritionreviews/article/79/6/693/5912697

3.- Long-term Dietary Flavonoid Intake and Subjective Cognitive Decline in US Men and Women. https://n.neurology.org/content/97/10/e1041

Obesidad reduce calidad de leche materna

  • Especialistas identificaron diferencias entre mujeres que lactaron con y sin sobrepeso.

Al tiempo que  la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado la necesidad de implementar políticas públicas para promover la lactancia materna y fortalecer la nutrición de millones de bebés en el mundo, investigaciones recientes encontraron que la leche de madres con sobrepeso u obesidad disminuye en sus propiedades y ello, a su vez, impacta en la salud del menor. (1)

El artículo publicado en el sitio web de la Escuela de Medicina de Harvard y consultado por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), sostiene que hay diferencias en las características moleculares de la leche materna entre una mujer con un índice de masa corporal promedio y las que tienen sobrepeso y obesidad. (2)

“Proteger, promover y apoyar la lactancia materna es más importante que nunca, no solo para proteger nuestro planeta como el primer sistema alimentario natural y sostenible definitivo, sino también para la supervivencia, el crecimiento y el desarrollo de millones de bebés”

Tedros Adhanom, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS)

Antes de 2010, detallan las investigaciones, no se sabía mucho sobre la composición de la leche materna humana, más allá de los carbohidratos simples, las proteínas y las grasas; sin embargo, a partir de los avances tecnológicos fue posible analizar la concentración de 275 metabolitos, es decir, pequeñas moléculas individuales que componen la leche materna.

Entre los principales hallazgos, resalta que la leche que provenía de mujeres con sobrepeso u obesidad estaba compuesta por moléculas que alteran la microbiota intestinal del bebé y, mediante el seguimiento de los casos, se corroboró que las y los pequeños, hijos de madres obesas, tenían una mayor probabilidad de también padecer obesidad a partir de los componentes de la leche materna que recibieron.

De tal suerte que la recomendación de los expertos es que las futuras madres cuiden su alimentación y salud en general, para prevenir el sobrepeso y la obesidad a fin de poder amamantar adecuadamente a sus hijas e hijos.

“Proteger, promover y apoyar la lactancia materna es más importante que nunca, no solo para proteger nuestro planeta como el primer sistema alimentario natural y sostenible definitivo, sino también para la supervivencia, el crecimiento y el desarrollo de millones de bebés”, han señalado Tedros Adhanom, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y Catherine Russel, directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Proteger, promover y apoyar la lactancia materna es muy importante para proteger para la supervivencia, el crecimiento y el desarrollo de millones de bebés…

En México, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) promueve que la lactancia materna sea desde recién nacido hasta los seis meses de edad y como una acción para prevenir la obesidad entre las niñas y los niños (3); en Estados Unidos, la Academia de Pediatría actualizó recientemente (junio 2022) sus pautas en la materia y recomienda que la lactancia se prolongue a un mínimo de dos años. Entre los argumentos ofrecidos están los beneficios en la salud: la madre previene diabetes tipo 2 y los menores infecciones respiratorias, gastrointestinales y del oído. (4)

Por su parte, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), destaca que impulsar la lactancia materna significaría evitar por año: 20 mil muertes maternas, 823 mil muertes infantiles y pérdidas económicas de 302 mil millones de dólares. (5)

Fuentes

1.- Lactancia materna: el comienzo de la vida “más crítico que nunca”. Organización de las Naciones Unidas. https://news.un.org/es/story/2022/08/1512392

2.- Breast Milk and Obesity. Harvard Medical School. https://hms.harvard.edu/news/breast-milk-obesity#:~:text=New%20research%20suggests%20the%20composition,risk%20factors%20for%20childhood%20obesity.

3.- Prevención de obesidad, otro beneficio de lactancia materna: IMSS. http://www.imss.gob.mx/prensa/archivo/201302/019

4.- New Guidelines Encourage Breastfeeding Longer, but Call for More Parental Support. (2022, 27 de junio). The New York Times. https://www.nytimes.com/2022/06/27/well/family/breastfeeding-age-guidance.html

5.- Semana de la lactancia materna 2022: Impulsemos la lactancia materna. Organización Panamericana de la Salud. https://www.paho.org/es/campanas/semana-lactancia-materna-2022-impulsemos-lactancia-materna

El desperdicio de alimentos, una amenaza latente para el desarrollo sostenible

  • Son los millennials la generación que más tira comida: ingresos bajos, trabajos precarios y largas jornadas, algunas de las razones

Mientras la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proyecta que para el año 2030 cerca de 670 millones de personas sufrirán hambre (8% de la población global), la problemática de desperdicio de alimentos es actualmente una amenaza latente, pues se calcula que un tercio de estos terminan en la basura. (1)

Información revelada por la empresa australiana Food Recycle y consultada por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO) advierte que esta práctica negativa de despilfarro de comida provoca la emisión de toneladas de gases de efecto invernadero (dióxido de carbono y metano); lastima la economía y genera amenazas en materia de bioseguridad. (2)

En ese mismo sentido, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) es enfática al sostener que el desperdicio de los comestibles es una costumbre que somete a nuestros recursos naturales a mayor presión y perjudica el medio ambiente. “Cuando desperdiciamos alimentos desperdiciamos el trabajo, el esfuerzo, la inversión y los preciosos recursos (como agua, semillas, pienso, etc.) empleados en su producción, por no hablar de los recursos empleados en su transporte y elaboración”. (3)

Despilfarro de comida provoca la emisión de toneladas de gases de efecto invernadero; lastima la economía y genera amenazas en materia de bioseguridad.

Respecto a la razones de por qué esta problemática se incrementa, especialistas basados en el informe “Foodwaste: Hábitos de aprovechamiento de la alimentación en los españoles” señalan que son los millennials la generación que tiene una tendencia mayor a desperdiciar los alimentos en comparación con los baby boomers. (4)

Son estos jóvenes millennials, quienes al ser mayormente urbanizados, mantener largas jornadas laborales, ingresos bajos, así como una desconexión con el campo y tener acceso a las plataformas tecnológicas, los que derrochan más alimentos, mientras que la generación nacida en la posguerra mantiene una inclinación a preocuparse más por reducir el desperdicio. (5)

Ante dicho panorama, existen distintos esfuerzos a nivel global para avanzar hacia un planeta más sustentable, los cuales fueron recientemente medidos por el Instituto Tecnológico de Massachusetts, (MIT por sus siglas en inglés) en su informe “The Green Future Index 2022”, en donde se analizaron 76 países, de los cuales Islandia, Dinamarca, Holanda, Reino Unido y Noruega, son los mejores calificados –en ese orden— y ranking en el que México aparece en el lugar 54. (6)

La industria alimentaria, por su parte, también mantiene iniciativas orientadas a atajar este fenómeno, entre ellas la conformación de la Farm Powered Strategic Alliance, un movimiento fundado en 2020 que suma a grandes corporativos que buscan reducir el desperdicio de alimentos, así como el reciclaje de desechos y su transformación en energías renovables. Entre sus objetivos, refieren la reducción de las emisiones de dióxido de carbono, ser administradores responsables del agua y otros recursos naturales necesarios en la producción de alimentos, utilizar materiales reciclables en todos los envases de productos y obtener ingredientes de alta prioridad de fuentes sostenibles. (7)

Fuentes

1.- Unos 828 millones de personas sufren hambre, se revierten los avances hacia el hambre cero para 2030. ONU. Julio 2022. https://news.un.org/es/story/2022/07/1511372#:~:text=El%20informe%20indica%20que%20el,la%20pandemia%20de%20COVID%2D19.

2.- Food Recylce. https://www.foodrecycle.com/

3.- 15 consejos breves para reducir el desperdicio de alimentos y convertirse en héroe del sector alimentario. FAO. Septiembre 2020. https://www.fao.org/fao-stories/article/es/c/1310221/

4.- Foodwaste: Hábitos de aprovechamiento de la alimentación de los españoles. Asociación de Fabricantes y Distribuidores. Agosto 2022. https://www.aecoc.es/guias/foodwaste-habitos-de-aprovechamiento-de-la-alimentacion-de-los-espanoles/

5.- ¿Por qué los ‘millennials’ tiran más comida?. La Vanguardia. Agosto 2022. https://www.lavanguardia.com/vida/20220801/8423797/generacion-millennial-mas-comida-desperdicia.html

6.- The Green Future Index 2022. MIT Technology Review. https://www.technologyreview.com/2022/03/24/1048253/the-green-future-index-2022/

7.- Business Wire. Agosto 2022. https://www.businesswire.com/news/home/20220802005188/en/National-Movement-to-Turn-Food-Waste-Into-Renewable-Energy-Gains-Momentum

Trastornos alimenticios, más común de lo que creemos: Carlos Alejandro Pelayo Gervacio

  • La suma de varias causas hace más complejo el problema

En entrevista exclusiva para el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), el licenciado en Nutrición y Maestro en Nutrición Clínica Carlos Alejandro Pelayo Gervacio, explicó a qué se le denomina trastorno alimenticio.

“Un trastorno alimenticio es una enfermedad mental, y para ser diagnosticadas las personas,  están los criterios en el Manual de Enfermedades Mentales, conocido como DSM-5 de Estados Unidos, donde encontramos diagnósticos de enfermedades como el trastorno de la personalidad, esquizofrenia, etc. El trastorno alimenticio es aquel momento en el que el sujeto tiene problemas con el pensamiento y la emoción hacia los alimentos, no es una buena relación la que llevan con los alimentos”, detalló.

El también docente de la Licenciatura en Nutrición en la Universidad de Guadalajara y el Centro Universitario UTEG y TEC de Monterrey mencionó los distintos tipos de Trastornos de Conducta Alimentaria (TAC): anorexia, bulimia, comedor compulsivo y el trastorno por atracón, así como los que se dan en niños y niñas (trastorno de Pica, cuando una persona ingiere cosas que no se consideran alimentos), y el de evitación o conocido como ARFID (Avoidant Restrictive Food Intake Disorder), caracterizado por comer cantidades de comida muy pequeñas y evadir por completo ciertos tipos de comida llevando, algunas veces, a disturbios en el crecimiento y el peso, donde cada uno de ellos se manifiesta con distintos síntomas, dependiendo la edad en la que se presente.

Al hablar sobre cuáles son los síntomas, el experto mencionó que son muy variados, dependiendo del tipo de trastorno que tenga la persona. Entre algunos de ellos están el restringir o evitar comer ciertos alimentos; observar con mucha frecuencia su imagen en un reflejo (espejo o cristal); cubrir su cuerpo; compararse con los demás; pesarse a menudo; realizar ayunos prolongados, y vomitar.

Un trastorno alimenticio es una enfermedad mental, y para ser diagnosticadas las personas,  están los criterios en el Manual de Enfermedades Mentales, conocido como DSM-5 de Estados Unidos, donde encontramos diagnósticos de enfermedades como el trastorno de la personalidad, esquizofrenia, etc. El trastorno alimenticio es aquel momento en el que el sujeto tiene problemas con el pensamiento y la emoción hacia los alimentos, no es una buena relación la que llevan con los alimentos.

También aseguró que son muchos los factores que inciden en el riesgo de desarrollar algún trastorno alimenticio, al tiempo que señaló que no hay uno más importante que otro, “puede ser la cuestión genética; una sociedad totalmente centrada en la imagen corporal; el bullying a pequeña edad; la crítica; las redes sociales; la comparación al estar viendo cuerpos perfectos; las familias disfuncionales; la escasa comunicación; la pérdida de un ser querido, una mascota o algún suceso traumático, entre otras situaciones; sin embargo, es importante subrayar que no se trata de una sola causa, sino la suma de varias, lo que hace más complejo el problema”.

Más adelante afirmó que en nuestro país los trastornos alimenticios son mucho más comunes de lo que creemos. Antes –puntualizó- se creía que era una enfermedad o condición en personas de un status social alto, sin embargo, los trastornos de conducta alimentaria pueden aparecer en cualquier estrato social, religión, edad o género, eso no hace distinción y México no está exento de padecerlos, en promedio, tiene las mismas estadísticas a nivel internacional de casos de anorexia o de trastornos de conducta alimentaria.

Finalmente, el experto hizo algunas recomendaciones, si se notan cambios en el estado anímico de la persona (sentir tristeza, asco, ira, miedo o sorpresa), entre ellas acudir a un especialista y no hacer caso de las personas que no son profesionales de la salud con respecto a la alimentación; evitar dejar de comer y clasificar a los alimentos como “buenos” o “malos”; no juzgarnos; buscar alguna actividad que ayude a mejorar los pensamientos y tener a alguien a quien recurrir. “Si se detecta a tiempo, más rápido se puede resolver el problema”, concluyó.

¿Qué tan costoso es comer sano?

  • En tiempos de inflación, lo más barato no siempre es lo más saludable

Las dietas saludables de un sistema alimentario sostenible consisten en la ingesta de alimentos que promueven la salud y previenen las enfermedades. Pero para que se generalice su consumo, hace falta que los víveres saludables estén disponibles, sean asequibles, accesibles y atractivos para todos.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) señala que actualmente unos 3 mil millones de personas en el mundo no pueden pagar la comida saludable, casi 38% de la población, lo que aumenta las enfermedades crónicas. (1)

Un estudio de la Escuela de Salud Pública de Harvard (HSPH), en Estados Unidos, y consultado por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), subraya que resulta más caro consumir alimentos sanos que alimentos que no lo son. Las dietas más nutritivas cuestan alrededor de 1.50 dólares más, por día, que las dietas menos sanas, precisa la investigación basada en el examen que compara los precios de los alimentos saludables y los patrones de dieta.

El metanálisis explica la diferencia de precio de consumir una dieta saludable que podría ser una carga para las familias de bajos ingresos, pero es menor en comparación con los costos de salud de una dieta poco saludable. Los investigadores encontraron que los patrones de dieta más saludables, ricas en frutas, verduras, pescado y nueces, cuestan significativamente más que las dietas compuestas por alimentos ultraprocesados, carnes y granos refinados. (2)

En México, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), durante un año, el valor de la canasta alimentaria para las familias en las zonas rurales se incrementó 12.7%, por lo que en junio del presente año se ubicó en 1,544.88 pesos mensuales, mientras que en las zonas urbanas se elevó 12.2%, para un total de 2,011.99 pesos. (3)

Asimismo, el Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN), un think tank universitario, destaca en una de sus publicaciones que durante junio de 2022 los alimentos en nuestro país tuvieron un incremento de 12.92%: la leche y sus derivados aumentaron 15.43%; pan, tortillas y cereales se encarecieron en 15.07%; frutas y hortalizas, 13.90%; la carne, 11.15%, y el azúcar 7.18%, por lo que estimó una restricción en el consumo de los hogares en 67%, ya que a 38 millones 573 mil trabajadoras y trabajadores no les alcanza para comprar alimentos de la canasta básica. (4)

En México, durante un año, el valor de la canasta alimentaria para las familias en las zonas rurales se incrementó 12.7%, por lo que en junio del presente año se ubicó en 1,544.88 pesos mensuales, mientras que en las zonas urbanas se elevó 12.2%, para un total de 2,011.99 pesos.

Por su parte, el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) en un boletín de prensa del 14 de julio de 2022 señala que la expectativa más optimista sitúa a la inflación en 6.8%, mientras que la más pesimista la ubica en una tasa anual de 9.0%. (5)

Ante la situación económica en México, un reporte de Kantar, una de las empresas líderes de datos en el mundo, menciona que el consumidor busca optimizar su gasto, por lo que comprar a granel está siendo una opción atractiva, toda vez que dicha modalidad ha crecido 5% por ser flexible en la cantidad o gramaje a adquirir, lo que le permite al comprador hacer un desembolso de acuerdo con sus necesidades y a lo que su bolsillo le permite. (6)

Para el subdirector general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y representante para América Latina y el Caribe, Julio Berdegué: “Ahora es el momento en el que es más caro comer. En tiempos de alta inflación, lo más sencillo puede ser cambiar por productos que son más baratos pero que no necesariamente son tan saludables ni tienen el equilibrio nutricional que requiere nuestro cuerpo”, puntualiza en una entrevista publicada en BBC News, al tiempo que añade: “Dado que en América Latina es más caro comer saludable, nos movemos a más carbohidratos, más azúcar, más grasa. Todo eso es barato”.

Pero para comer bien y al mismo tiempo gastar menos, algunos especialistas en nutrición recomiendan diversas acciones: cocinar, toda vez que comprar alimentos preparados no es lo más conveniente para el bolsillo; comer solo la cantidad de alimento que exige el organismo; cambiar de recetas, sustituyendo ingredientes para abaratar el gasto; planificar las compras; buscar alimentos de temporada; aplicar técnicas de conservación, y optar por “segundas marcas” o “genéricas”, leyendo antes la etiqueta y comparar. (7)

Fuentes

  1. Organización de las Naciones Unidas. (Mayo, 2022). Una iniciativa promoverá las dietas saludables para prevenir once millones de muertes al año. Julio, 2022, de ONU Sitio web: https://news.un.org/es/story/2022/05/1508632
  2. School of Public. Health Harvard T.H. Chan . (2013). Comer una dieta saludable versus una dieta poco saludable cuesta alrededor de $1.50 más por día. Julio, 2022, de School of Public Health. Harvard T.H. Chan Sitio web: https://www.hsph.harvard.edu/news/press-releases/healthy-vs-unhealthy-diet-costs-1-50-more/ 
  3. Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social. (11 Julio 2022). Valor de la canasta alimentaria, junio 2022. Julio, 2022, de Coneval Sitio web: http://blogconeval.gob.mx/wordpress/
  4. Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios. (2022). ¿Cómo afecta la inflación al bolsillo mexicano?. Julio, 2022, de LACEN Sitio web: https://lacen.com.mx/2022/07/15/como-afecta-la-inflacion-al-bolsillo-mexicano/
  5. Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas. (14 Julio de 2022). Resultados de la Encuesta Mensual de Expectativas Económicas del IMEF. Julio, 2022, de IMEF Sitio web: https://www.imef.org.mx/descargas/2022/julio/resultados-encuesta-mensual-perspectivas-economicas-imef-julio-2022.pdf
  6. Kantar. (2022). La incertidumbre actual desencadena un aumento del consumo en los hogares. Julio, 2022, de Kantar Sitio web: https://www.kantar.com/es/inspiracion/inflacion/la-incertidumbre-aumenta-el-consumo-en-hogares
  7. BBC News. (Mayo, 2022). 7 formas de gastar menos en alimentos en tiempos de inflación (y comer bien al mismo tiempo). Julio, 2022, de BBC News Sitio web: https://www.bbc.com/mundo/noticias-61386074

La trampa de los alimentos como recompensa

  • La satisfacción que algunos alimentos producen puede ser adictiva.

Las drogas y los alimentos “sabrosos” comparten varias propiedades, entre ellas, que ambos tienen poderosos efectos de refuerzo que están mediados, en parte, por aumentos abruptos de dopamina en el sistema de recompensa del cerebro.

Un artículo titulado “Cravings” publicado en el sitio web de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard y consultado por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), advierte que más allá de catalogar a las personas como “adictas” a ciertos ingredientes y productos como el azúcar o el chocolate, es fundamental observar e intentar comprender la compleja interacción de los mensajes cerebrales que derivan en la necesidad de ingerir o premiarse con una comida. (1)

“Cuando comemos ciertos productos, las neuronas en la región de recompensa se vuelven muy activas, creando sentimientos de placer muy positivos, por lo que queremos seguir buscándolos con regularidad”, destaca.

De acuerdo con los especialistas, dichos productos también conocidos como “hiperpalatables” mantienen combinaciones atractivas de grasas, azúcar o sodio que pueden estimular la liberación de hormonas metabólicas: del estrés y del apetito, incluidas la insulina, el cortisol, la dopamina, la leptina y la grelina, las cuales juegan un papel crucial en los antojos.

Otro artículo científico publicado en la revista  Biological Psychology, sostiene que los alimentos gratificantes, a través de efectos condicionantes y de refuerzo, estimulan las hormonas metabólicas con tanta frecuencia que podrían interferir o alterar la forma en que el cerebro procesa las señales que derivan en antojos continuos a pesar de haber comido suficiente. (2)

“Cuando comemos ciertos productos, las neuronas en la región de recompensa se vuelven muy activas, creando sentimientos de placer muy positivos, por lo que queremos seguir buscándolos con regularidad”

Respecto a las similitudes que tienen las drogas y los alimentos “sabrosos”, un estudio de la revista Nutrition Reviews de la Universidad de Oxford, apunta que ambos activan los circuitos de recompensa tanto en animales como en humanos. Y afirma también, que los dos (alimentos y drogas) activan las regiones de aprendizaje de recompensa y la señalización de dopamina. (3)

En la vida diaria, cuando se habla de adicción, se piensa de inmediato en el consumo de alcohol o drogas y suele no repararse  en un segundo grupo de conductas adictivas, entre ellas, la adicción a la comida.

Y de acuerdo al neurobiólogo, José Ramón Alonso, catedrático de la Universidad de Salamanca, el consumo crónico de alimentos apetitosos o palatables de alto contenido en grasas y/o azúcar conduce al desarrollo de obesidad, síndrome metabólico y diabetes, así como alteraciones cognitivas. (4)

Ante este panorama y con el objetivo de poder identificar y sobreponerse a este tipo de sentimientos vinculados con los alimentos, los expertos proponen hacer ejercicios de atención plena, conocidos como “mindfulness”, mientras se come, como: usar todos los sentidos para concientizar plenamente lo que degustamos ¿Cómo se ve la comida? ¿Qué recuerdos te trae? y ¿Cómo te hace sentir? son algunas de las preguntas a hacerte. Este proceso, refieren, ralentizará el proceso de comer, prestará más atención a las señales de hambre y saciedad  y tal vez evitará comer en exceso. (5)

Fuentes

1.- Cravings. Harvard T.H. Chan. School of Public Health. Harvard University https://www.hsph.harvard.edu/nutritionsource/cravings/

2.- Role of addiction and stress neurobiology on food intake and obesity. Biological Psychology. (2018) https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S030105111730087X?casa_token=9h9pShPa2wEAAAAA:C4ZDeG1IG2yRZoSbddEFcd6JpSFicOdOz96jXQvBXHat5QZ6vSKljGfc8iiaRzPTLRXlQyohSg

3.- Food reward system: current perspectives and future research needs. Nutrition Reviews. (2015) https://academic.oup.com/nutritionreviews/article/73/5/296/1862679?login=false

4.- Grasas, dopamina y recompensa (2017) https://jralonso.es/2017/11/01/grasas-dopamina-y-recompensa/

5.- Overeating? Mindfulness exercises may help. Harvard T.H. Chan. School of Public Health. Harvard Universityhttps://www.health.harvard.edu/blog/overeating-mindfulness-exercises-may-help-202203282714

La alimentación debe ser saludable y amigable con las personas, los demás seres vivos y el planeta: Oscar Loreto Garibay

  • El proceso de alimentos tiene efectos en distintos ámbitos.

La importancia de la buena alimentación debe pensarse desde varias perspectivas: ser saludable y amigable, pero no solo para las personas, sino también para los demás seres vivos y el planeta, aseguró el licenciado en Nutrición, maestro en Ciencias de la Salud Pública y doctor en Ciencias de la Salud Pública, Oscar Loreto Garibay.

En entrevista para el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), explicó  que esto tiene que ver con una acción que tenga mayor y mejor impacto para nosotros y para el planeta y uno menor de las cosas nocivas, lo cual implica pensar en toda la cadena de la alimentación: producción, transporte, almacenamiento, consumo e, incluso, la producción de desechos en todo momento. 

“Frecuentemente caemos en la costumbre de que cuando se habla de buena alimentación, simplemente se piensa en calorías, proteínas, grasas, hidratos de carbono, fibra, vitaminas y minerales, pero se debe abrir un poco más la perspectiva de que la buena alimentación no solo es de nutrimentos, sino del proceso de los alimentos y que va a tener un efecto”, señaló. 

En este contexto, el especialista también hizo referencia a los factores que inciden en los altos niveles de sobrepeso y obesidad en la población mexicana, situación que es multifactorial. Algunos de ellos –agregó- tienen que ver con la alimentación y la falta de actividad física, y dentro de la primera, todo lo relacionado con el hogar, la preparación de alimentos, la cultura alimentaria, los costos y la industria.

Incluso, continuó, habría que reconocer otro aspecto que tal vez no se toma mucho en cuenta, pero que también podría afectar la manera en cómo nos alimentamos en nuestros hogares, que es la guerra que se tiene entre Rusia y Ucrania y que ha afectado en el transporte y la venta de combustibles, lo cual impactará de una u otra manera durante el proceso. 

De igual manera, destacó, hay tres aspectos relacionados con el combate al sobrepeso y la obesidad: la responsabilidad personal, que tiene que ver con las decisiones al elegir el tipo de alimentación; el compromiso y deber gubernamental, porque son ellos quienes deben favorecer las buenas conductas y restringir las nocivas, y por último, la tarea corporativa de ofrecer la mejor alternativa para la población.

Asimismo, el también profesor en el Centro Universitario de Ciencias de la Salud en la Universidad de Guadalajara y en la Universidad Antropológica de Guadalajara recomendó que para tener una dieta sana con presupuestos austeros es importante elegir alimentos de origen vegetal frescos, como frutas, verduras, cereales, leguminosas y algunas oleaginosas, así como preferir alimentos locales y no buscar aquellos que vienen de distancias lejanas.  

“Además de que los alimentos frescos y de origen vegetal brindan importantes beneficios a la salud, suelen tener menor huella de carbono e hídrica y menos impacto nocivo al medio ambiente”, añadió.

Por último, el experto en salud pública sugirió que para frenar este problema de salud pública se puede aprovechar todo lo que ya se ha trabajado anteriormente, no solo en los años recientes, sino también tomar en cuenta el trabajo realizado en esta materia durante las administraciones de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón.“Las recomendaciones pudieran ser estas: fortalecer las acciones que ya se han tomado con anterioridad, como dar robustez al Impuesto Especial a Productos y Servicios, subirlo 20 o 25%; fortalecer y ser estrictos con las reglas de restricción de la publicidad; reforzar el tema del etiquetado nutrimental respecto a su cumplimiento y confiabilidad, así como buscar complementos educativos a esta herramienta; dar mayor firmeza a la estrategia de los espacios libres de ‘comida chatarra’ en el sistema educativo nacional, así como analizar la propuesta de restringir la venta de estos productos a menores de 18 años o de otra edad, en particular como menores de 16 o menores de 11 años”, concluyó.

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