La obesidad sí se “contagia”: Fernando de León

  • La familia, los amigos, redes sociales o la pareja pueden influir en la posibilidad de padecer esta condición.

Un mecanismo de imitación para ser aceptado entre nuestros diferentes grupos sociales en los que mayoritariamente haya personas con sobrepeso puede influir en las probabilidades para adquirir esa misma condición, sostuvo el licenciado en Nutrición, Fernando de León, en entrevista exclusiva con el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO).

El especialista explicó que si alguien se rodea de personas con determinadas características puede haber cierta imitación de conductas. Por ejemplo, el caso de las y los adolescentes, quienes van creciendo y creando relaciones sociales fuertes con la gente que conviven (amigos, compañeros de clase o la propia familia) y la influencia que pueden provocar esas compañías, en este caso, en la forma de alimentarse o los hábitos que desarrollan día con día, en la convivencia habitual.

Esto sucede también —agregó—, cuando prevalecen los antojos o la comodidad, más que el interés por mantener una dieta saludable; o ante la presión social y la persuasión de optar por alimentos que no contribuyen con el plan dietético.

Asimismo, recalcó que la obesidad se puede desarrollar por diversos factores, pero principalmente hay tres que se deben tomar en consideración: la mala alimentación, la poca o nula actividad física y la falta de control del estrés.

“No debemos creer todo lo que dicen los influencers o dejarse llevar por mitos o recomendaciones de gente que no es experta; el tipo de dieta o la prescripción de algunos medicamentos siempre deben indicarse por profesionales y dependiendo de las características de cada persona, para tener un diagnóstico correcto, un análisis más preciso sobre los diversos factores y ver cuál es el método ideal para alcanzar los mejores resultados”

Fernando de León

Sin duda, dijo, la alimentación es uno de los aspectos más importantes en el tema del sobrepeso y la obesidad; para que una persona aumente de peso tienen que ver mucho los hábitos, por ejemplo, el consumo excesivo de azúcares, grasas saturadas y carbohidratos, pero esta enfermedad no se da únicamente por la cantidad o el tipo de alimentos que se ingieren, “también hay otros factores, como la ansiedad, el atracón, la depresión o el estrés”. 

Y mencionó que la obesidad se puede manifestar de diferentes formas: en la forma de respirar; el estrés; la forma de dormir, incluso a algunos les da apnea del sueño; o en el desarrollo de algunas enfermedades crónicas, como la diabetes o la hipertensión, aunque no a todos les pasa lo mismo.

Sin embargo, afirmó, hay que poner mucha atención cuando una persona tiene sobrepeso u obesidad, porque ello le puede ocasionar además, afectaciones en las rodillas o articulaciones; insomnio; depresión; problemas de tipo renal o hepático, así como disminuir el deseo sexual, baja probabilidad de tener un hijo o, en el caso de las mujeres, cuestiones de tipo hormonal, por mencionar algunos.

Para evitar el desarrollo de esta enfermedad, el experto recomendó tratar de controlar el estrés; cambiar paulatinamente los hábitos en general que le condujeron a ese estado: dormir mejor, beber más agua, hacer ejercicio, sentirse bien con uno mismo (darse algún tipo de aliciente, como comprarse ropa), y preferir una dieta saludable, disminuyendo el consumo de los carbohidratos, grasas y azúcares, lo que no significa eliminarlos de la dieta, sino cuidar las porciones.

Para reducir los altos índices de sobrepeso y obesidad, señaló que es conveniente estar “bien informados”, tomando en cuenta que en la actualidad hay muchas fuentes confiables. 

“No debemos creer todo lo que dicen los influencers o dejarse llevar por mitos o recomendaciones de gente que no es experta; el tipo de dieta o la prescripción de algunos medicamentos siempre deben indicarse por profesionales y dependiendo de las características de cada persona, para tener un diagnóstico correcto, un análisis más preciso sobre los diversos factores y ver cuál es el método ideal para alcanzar los mejores resultados”, finalizó.

¿Qué tan efectivos son los nuevos medicamentos para bajar de peso?

  • Aminoran el apetito y ayudan a controlar el azúcar en la sangre.
  • Todavía son costosos y no aptos para todas las personas.

Diversos especialistas señalan la efectividad de los nuevos fármacos que permiten a las personas con sobrepeso u obesidad bajar hasta en un 20% su peso y de acuerdo con una publicación de Harvard Medical School, consultada por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), destacan: semaglutida (Wegovy), liraglutida (Saxenda) y tirzepatida (Zepbound). (1)

Estos medicamentos, que imitan una hormona (péptido similar al glucagón 1) que ayuda al cuerpo a ralentizar el vaciado del estómago, controlar los niveles de azúcar en sangre y suprimir el apetito -afirman los expertos-, mejoran además, la capacidad para hacer ejercicio y por ende la calidad de vida.

“Pueden incluso afectar el centro de recompensa del cerebro, la parte que te permite comer pastel de chocolate aunque estés lleno; lo que también puede disminuir las conductas adictivas como los antojos de alcohol, azúcar y nicotina”, sostiene la Dra. Carolina Apovian, especialista del Centro para el Control de Peso y el Bienestar del Brigham and Women’s Hospital. 

Han demostrado que pueden reducir significativamente el riesgo de muerte, por causas relacionadas con el corazón en personas con sobrepeso u obesidad, así como con enfermedades cardíacas (o enfermedades cardíacas y diabetes, según el medicamento). 

Respecto a cómo se toman dichos fármacos, cabe destacar que la mayoría se presentan en forma de inyecciones que se aplican a diario o semanalmente. Se introducen en un inyector que se presiona contra el abdomen o el muslo. Hasta el momento, los medicamentos están aprobados para la pérdida de peso únicamente en personas con diagnóstico de obesidad (Índice de Masa Corporal de 30 o más) o un rango superior de sobrepeso (IMC de 27 a 29,9), así como un problema médico relacionado con el exceso de peso, como presión arterial alta o colesterol alto. 

En marzo de este año, en Estados Unidos, se anunció que su programa de seguro médico gubernamental, Medicare, cubrirá esta nueva clase de medicamentos contra la obesidad –incluidos Wegovy y Ozempic (semaglutida)– para pacientes con riesgo de sufrir un derrame cerebral o un ataque cardíaco. 

El precio de lista de Wegovy, por ejemplo, es de alrededor de 16 mil 200 dólares por un suministro de un año. Estos costos tan elevados, para muchas personas, han llevado a que se discuta en ese país, sobre los beneficios a largo plazo y la justificación para pagar ese gasto con dinero de los contribuyentes. (2)

Asimismo, el acceso a este tipo de medicamentos aprobados por la Agencia norteamericana de Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) requiere la supervisión de un profesional médico.

En México, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) advirtió sobre el riesgo de automedicación. “El consumo sin supervisión médica de semaglutida y liraglutida puede causar daño renal, estreñimiento, mareos, taquicardia, infecciones y dolor de cabeza”. (3)

Por su parte la FDA y el Centro de Información de Medicamentos de la Universidad de Córdoba, España, han dado a conocer reportes de farmacovigilancia en los que se notifica que algunos pacientes a quienes se suministraron medicamentos agonistas del receptor GLP-1 (fármacos para la diabetes y pérdida de peso) “desarrollaron pensamientos suicidas y conductas autolesivas”.

Ante la polémica que han causado estos nuevos medicamentos para controlar el sobrepeso y la obesidad, se siguen llevando a cabo intensos estudios y se espera que en los próximos años se modifiquen las recomendaciones sobre quiénes deberían utilizarlos y cómo. Es muy probable que se identifiquen nuevos grupos de personas que podrían beneficiarse de ellos o, por el contrario, personas que podrían correr un riesgo mayor de sufrir efectos secundarios a causa de su uso.

Cabe señalar que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad es una enfermedad crónica que impacta de manera negativa en la vida de quien la padece, y que puede provocar resistencia a la insulina, hipertensión y dislipidemia, al tiempo que está asociada con complicaciones como diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares. (4)

Fuentes

  1. Questions and answers about the new anti-obesity medications. Harvard. https://www.health.harvard.edu/staying-healthy/questions-and-answers-about-the-new-anti-obesity-medications
  2. Can Ozempic be a breakthrough drug and overpriced at the same time?. VOX https://www.vox.com/future-perfect/2024/4/3/24119220/ozempic-wegovy-weight-loss-medicare-coverage-price
  3. Cofepris advierte sobre riesgos de automedicación con fármacos para bajar de peso: se asocia con depresión e ideas suicidas. Cofepris. https://www.gob.mx/cofepris/articulos/cofepris-advierte-sobre-riesgos-de-automedicacion-con-farmacos-para-bajar-de-peso-se-asocia-con-depresion-e-ideas-suicidas
  4. Obesity and overweight. OMS. https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/obesity-and-overweight

Más fibra y menos sal para ayudar a tu corazón

  • Actividad física, dejar de fumar, limitar el alcohol, dormir lo suficiente, controlar el estrés, recomiendan expertos.

La ingesta de fibra, una mejor dieta y consumir menos sal, recomiendan expertos para reducir la presión arterial y los niveles de colesterol y con ello, prevenir enfermedades cardíacas. 

También afirman que mantener una dieta saludable para el corazón es una de las formas más efectivas de reducir estos riesgos, ya que lo que comemos puede influir significativamente en nuestra salud cardiovascular. (1)

Una investigación realizada por la Universidad Deakin en Geelong, Australia, consultada por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), revela que el consumo en exceso de alimentos salados, azucarados, grasosos, de alcohol, cafeína y de productos ultraprocesados se asocia con aproximadamente un 50% más de riesgo de muerte relacionada con padecimientos del corazón. (2)

Cabe destacar que a nivel mundial, 17.9 millones de personas mueren cada año por enfermedades cardiovasculares y en México, de enero a junio de 2023, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las defunciones por enfermedades del corazón se ubicaron como la primera causa de muerte con 97 mil 187 casos. (3)

Un estudio presentado en la reunión anual de la Sociedad Europea de Cardiología en 2023, que utilizó los datos del Biobanco del Reino Unido de más de 500 mil personas de entre 40 y 70 años, advierte que “quienes nunca añaden sal a las comidas tienen un 18% menos de probabilidades de desarrollar fibrilación auricular” (el tipo más común de arritmia causada por un problema en el sistema eléctrico del corazón). (4)

Asimismo, un análisis de la Asociación Americana del Corazón sobre las 10 principales dietas que favorecen una buena salud cardiometabólica encontró que los patrones de alimentación mediterránea pueden adaptarse a diversas prácticas culturales, preferencias alimentarias y presupuestos para permitir que las personas coman de esta manera a largo plazo. (5)

Es decir, una dieta que se basa en comer muchas frutas y verduras frescas, proteínas magras, productos lácteos bajos en grasa, legumbres, frutos secos y aceites vegetales y más fibra, limitando al mismo tiempo los dulces y los alimentos con alto contenido en grasas saturadas, llamada DASH, que corresponde a las siglas en inglés de Enfoques Alimentarios para Detener la Hipertensión (Dietary Approaches to Stop Hypertension), es recomendable para tener un corazón más sano. (6)

Los médicos y especialistas sugieren, además de alimentarse saludablemente, tener un peso corporal adecuado, mantenerse activo físicamente, dejar de fumar, evitar el humo de otros fumadores, limitar el alcohol, dormir lo suficiente, controlar el estrés y realizarse revisiones médicas de forma periódica.  

Fuentes

  1. Eat more fiber-rich foods to foster heart health. Harvard Medical Schoool. https://www.health.harvard.edu/heart-health/eat-more-fiber-rich-foods-to-foster-heart-health
  2. Ultraprocessed foods linked to heart disease, diabetes, mental disorders and early death, study finds. CNN. https://edition.cnn.com/2024/02/28/health/ultraprocessed-food-health-risks-study-wellness/index.html
  3. Estadísticas de Defunciones Registradas.  De enero a junio de 2023. https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2024/EDR/EDR2023_En-Jn.pdf
    Cardiovascular diseases. WHO. https://www.who.int/health-topics/cardiovascular-diseases#tab=tab_1
  4. Salt-free diet ‘can reduce risk of heart problems by almost 20%’. The Guardian. https://www.theguardian.com/science/2023/aug/27/salt-free-diet-reduce-risk-heart-problems-20-per-cent
  5. Here’s how 10 popular diets scored for heart health. https://www.heart.org/en/news/2023/04/27/heres-how-10-popular-diets-scored-for-heart-health
  6. Heart-healthy foods: What to eat and what to avoid. Harvard Medical School. https://www.health.harvard.edu/heart-health/heart-healthy-foods-what-to-eat-and-what-to-avoid

Una dieta más sana y un planeta más saludable

  • Más del 55% del calentamiento global se puede evitar a partir de nuevos enfoques sobre nuestra alimentación.

El consumo mundial de alimentos por sí solo podría agregar casi 1°C al calentamiento global para el año 2100, y el 75% de este calentamiento es impulsado por alimentos que son altas fuentes de metano (carne de rumiantes, lácteos y arroz), de acuerdo con una investigación publicada en la revista científica Nature

Dicho estudio señala también que más del 55% del calentamiento global previsto se puede evitar mediante mejoras simultáneas en las prácticas de producción, así como la adopción universal de una dieta saludable y la reducción del desperdicio de alimentos a nivel de consumidores y minoristas.

Asimismo, esta publicación, consultada por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), detalla cómo diversos especialistas diseñaron un modelo para la evaluación del cambio climático, en la que se integró información desde el año 1765 a la fecha, para poder crear distintos escenarios rumbo al 2100 que permitan evaluar y tomar acciones sobre la producción y consumo de alimentos en el mundo, así como el manejo y emisión de los distintos gases de efecto invernadero. (1)

Es importante saber cómo y dónde se producen los alimentos, ya que en distintas condiciones pueden tener enormes diferencias en el impacto ambiental. Por ejemplo, el ganado vacuno criado en tierras deforestadas es responsable de 12 veces más emisiones de gases de efecto invernadero que aquellos criados en pastos naturales. Este tipo de carne proveniente de América del Sur produce, en promedio, 3 veces más gases de efecto invernadero que la carne producida en Europa y utiliza 10 veces más tierra. (2)

En el mismo sentido, la Secretaría especial de Cambio Climático de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) han estimado que los alimentos generaron hasta un 37% de las emisiones provocadas por el hombre. 

Por su parte, una investigación dirigida por Sam Myers, director de la Alianza para la Salud Planetaria de la Escuela Chan de Harvard, descubrió que al exponer cultivos alimentarios como el trigo, el maíz, el arroz y la soja a los niveles de CO2 previstos para 2050, las plantas pierden hasta un 10% de su zinc, el 5% de su hierro y el 8% de su contenido de proteínas. 

“Las decisiones que tomamos todos los días (cómo calentamos nuestros hogares, qué comemos, cómo nos desplazamos, qué elegimos comprar) están haciendo que nuestros alimentos sean menos nutritivos y poniendo en peligro la salud de otras poblaciones y generaciones futuras”, resalta Myers. (3)

Respecto a cómo ayudar a aminorar el impacto en el mundo por la producción de alimentos, la Comisión EAT-Lancet ha presentado, a partir de evidencia científica, una dieta especial denominada “La dieta de la salud planetaria”, en la que se sugieren pautas para rangos de diferentes grupos de alimentos que, en conjunto, constituyen un régimen alimenticio óptimo para la salud humana y la sostenibilidad ambiental. 

Esta dieta hace hincapié en una mayor ingesta de plantas, cereales integrales, frutas, verduras, nueces y legumbres; porciones significativamente menores de carnes y lácteos. Y considerando que el adulto medio necesita 2 mil 500 kcal al día, esta cantidad variará según la edad, el sexo, los niveles de actividad y los perfiles de salud, ya que el consumo excesivo es un desperdicio de alimentos, con costos tanto para la salud como para el medio ambiente. (4)

Fuentes

  1. Calentamiento futuro debido al consumo global de alimentos. https://www.nature.com/articles/s41558-023-01605-8
  2. Calculadora de alimentos para el cambio climático. https://www.google.com/url?q=https://www.bbc.com/news/science-environment-46459714&sa=D&source=docs&ust=1712341484261870&usg=AOvVaw2CpM1aLjzyNVZfk8TrKnKU
  3. Cambio climático y nutrición  https://www.hsph.harvard.edu/c-change/subtopics/climate-change-nutrition/   
  4. La dieta de la salud planetaria. https://eatforum.org/eat-lancet-commission/the-planetary-health-diet-and-you/

Buena alimentación y mejores hábitos ayudan a prevenir y controlar la diabetes 

La alimentación juega un papel fundamental en el tratamiento y control de la diabetes, pero, sin duda, es uno de los aspectos más difíciles para los pacientes, de acuerdo a un artículo publicado en el portal científico Elsevier, que considera también que no existe una “dieta específica para diabéticos”, sino una serie de recomendaciones para cada individuo en función de sus características. 

Y refiere que en contra de lo que tradicionalmente se pensaba, algunas dietas no excluyen al azúcar u otros dulces del plan alimenticio del diabético, siempre y cuando la suma de carbohidratos no supere el máximo indicado y se respete un porcentaje de macronutrientes establecido. (1)

Hacer cambios positivos en el estilo de vida, como llevar una dieta bien equilibrada, practicar ejercicio con regularidad y bajar a un peso saludable (y mantenerlo) son la clave. No fumar, dormir lo suficiente, limitar el consumo de alcohol y controlar el estrés también pueden ayudar, subraya en su sitio el Centro Médico del norte de Nevada, consultado por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO).

Asimismo, el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales, de Estados Unidos, considera que aunque algunas personas piensen que no se pueden consumir los alimentos que les agraden, “la buena noticia” es que pueden hacerlo, pero en porciones más pequeñas o con menos frecuencia.  “La clave en la diabetes es consumir una variedad de alimentos saludables de todos los grupos en las cantidades indicadas en el plan de alimentación sugerido por el equipo de atención médica”, puntualiza. (2)

Expertos en nutrición también sugieren optar por la dieta mediterránea (verduras, frutas, granos y frutos secos en abundancia, pescado o mariscos y aceite de oliva), así como limitar el consumo de carnes, carbohidratos, sodio, alimentos altos en grasas saturadas y grasas trans.

Sin embargo, mientras algunas personas diagnosticadas pueden controlar sus niveles de azúcar en sangre con ejercicio y una dieta sana, otras pueden necesitar ayuda adicional para lograr un buen control de la glucemia, es decir, medicamentos que puedan coadyuvar en el proceso. 

La Administración de Alimentos y Medicamentos del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (FDA) aprobó recientemente el uso de la primera terapia celular para tratar a pacientes con diabetes tipo 1, así como una nueva clase de medicamentos adicionales a la dieta y el ejercicio para mejorar el control del azúcar en la sangre en pacientes con diabetes tipo 2. Por su parte, la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes presentó una investigación en la que muestra que un nuevo compuesto ofrece efectivos resultados en pacientes diagnosticados con la diabetes tipo 2. (3) 

Aproximadamente 536 millones de personas en el mundo, es decir, 10.5% de la población, tiene diabetes, y se estima que aumente a 12.2% en 2045. México se encuentra entre los países con mayor prevalencia de esta enfermedad, siendo la segunda causa de muerte y la primera de discapacidad en el país. (4)

Esta enfermedad crónica que se presenta cuando el páncreas no secreta suficiente insulina o cuando el organismo no utiliza eficazmente la que produce, con el tiempo, si no se controla, puede causar diversos daños, como insuficiencia renal, infarto al miocardio, accidente cerebrovascular, amputaciones y ceguera.  

Fuentes

  1. ELSEVIER. La alimentación de las personas diabéticas. https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-la-alimentacion-personas-diabeticas-13033513
  2. National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases. Nutrición, alimentación y actividad física si se tiene diabetes. https://www.niddk.nih.gov/health-information/informacion-de-la-salud/diabetes/informacion-general/nutricion-alimentacion-actividad-fisica
  3. FDA. La FDA aprueba la primera terapia cellular para tartar pacientes con diabetes tipo 1. https://www.fda.gov/news-events/press-announcements/la-fda-aprueba-la-primera-terapia-celular-para-tratar-pacientes-con-diabetes-tipo-1#:~:text=%E2%80%9CLa%20aprobaci%C3%B3n%20de%20hoy%2C%20la,de%20glucosa%20en%20la%20sangre%E2%80%9D.
    LILLY. Lilly recibe la aprobación de la CE para tirzepatida. https://assets.ctfassets.net/fqfkufria9xc/1EU0NEj1dLMYfR1xHeO3pz/a16f8079f84e833f8905e346021ebefd/NP_OBESIDAD_Autorizacion_CE_Mounjaro_181223.pdf
  4. ENSANUT 2022. Prevalencia de prediabetes y diabetes en México. https://ensanut.insp.mx/encuestas/ensanutcontinua2022/doctos/analiticos/21-Diabetes-ENSANUT2022-14832-72458-2-10-20230619.pdf

Una dieta sana para dormir mejor

  • La ingesta excesiva de calorías y carbohidratos dificultan la calidad del sueño.  

Se estima que uno de cada tres adultos duerme menos del tiempo recomendado y ya se considera a la privación del sueño una epidemia, toda vez que no dormir bien puede ocasionar, a corto plazo, deficiente función cognitiva, dificultad para concentrarse, irritabilidad y cambios de humor, así como pérdida de memoria; y a largo plazo, mayor riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares, ataque al corazón, diabetes, obesidad, hipertensión o depresión. (1)  

Un artículo de la revista médica Sleep Science and Practice sostiene que la duración corta del sueño se correlacionó principalmente con una ingesta excesiva de carbohidratos y grasas.

En este sentido, una investigación publicada en el sitio web de la Escuela de Medicina de Harvard, consultada por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), demostró que los sujetos que dormían solo cuatro horas comían 300 calorías más por día, en comparación con aquellos que descansaban nueve horas.

Ante este panorama, los especialistas recomiendan a los adultos dormir de 7 a 9 horas por noche, y alertan que las personas que tienen dificultades para dormir, también las tienen con su peso y con la elección de alimentos saludables. (2)

El insomnio es el tipo de trastorno del sueño más común. “Se puede definir como la dificultad para conciliar o mantener el inicio del sueño. La mayor parte del insomnio se considera un problema de salud pública y puede representar una amenaza para la vida, ya que la falta del mismo, en calidad o en cantidad, impacta negativamente en la salud, el desempeño laboral y la calidad de vida”. (3)

Y de acuerdo con los investigadores del King’s College de Londres, otro factor más, vinculado con el tipo de dieta y su influencia en la calidad del sueño, es mantener una microbiota intestinal sana a partir de una buena alimentación.

Al referirse al ideal nutritivo para mejorar la calidad del sueño, expertos en nutrición y salud recomiendan seguir la dieta mediterránea, que consiste en consumir abundantes legumbres, frutas, cereales integrales, pescado y verduras; así como disminuir el consumo de carnes rojas y alcohol.

También, para lograr un sueño saludable, aconsejan, entre otras cosas, mantener un horario de sueño; practicar una rutina para dormir relajado; hacer ejercicio físico diariamente, y asegurar condiciones ideales de temperatura, ruido y luz en el dormitorio. (4)

Fuentes

  1. La Roche Posay Laboratoire. ¿Por qué la falta de sueño es perjudicial? https://www.laroche-posay.com.mx/article/por-que-la-falta-de-sueno-es-perjudicial-para-tu-salud-y-felicidad-
  2. Harvard Health Publishing. Harvard Medical School. ¿Lo que comemos podría mejorar nuestro sueño? https://www.health.harvard.edu/blog/could-what-we-eat-improve-our-sleep-2021030922112
  3. Sleep Biomed Central. El efecto de la nutrición y la actividad fisica sobre la calidad del sueño en adultos. https://sleep.biomedcentral.com/articles/10.1186/s41606-023-00090-4
  4. BBC News Mundo ¿Cuántas horas necesitamos dormir según nuestra edad https://www.bbc.co.uk/food/articles/sleep

Mejor alimentación, mejor salud

  • Comer adecuadamente en las diferentes edades de la vida ayuda a prevenir malnutrición y enfermedades no transmisibles. 

Tener una alimentación adecuada en las diferentes edades de la vida ayuda a prevenir la malnutrición, así como diferentes enfermedades no transmisibles (ENT), entre ellas, la diabetes, las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Este organismo internacional señala también que en los dos primeros años de vida de un niño, la nutrición óptima ayuda a un crecimiento sano y mejora el desarrollo cognitivo, además de reducir el riesgo de sobrepeso y obesidad, así como de otras enfermedades no transmisibles, al tiempo que recomienda alimentar a los lactantes exclusivamente con leche materna durante los primeros seis meses de vida y a partir de esa edad, complementar la leche materna con alimentos inocuos y nutritivos.

Asimismo, expertos refieren que durante la infancia se debe consumir una dieta variada que aporte la energía y los nutrientes necesarios para hacer frente al crecimiento y desarrollo de esta etapa de la vida, que es la mejor época para crear hábitos saludables en la alimentación. (1)

Más adelante, durante la adolescencia, el consumo de una dieta equilibrada y variada será garantía de una buena salud y una etapa para reafirmar buenos hábitos alimentarios. Sin embargo, el comportamiento en las dietas de las y los adolescentes puede estar determinado por numerosos factores externos: características familiares, amistades, valores sociales y culturales, redes sociales y creencias personales; e internos, tales como su salud, necesidades fisiológicas, imagen corporal, preferencias y aversiones en materia de alimentación. 

Por su parte, los adultos mayores son los más propensos a reducir su consumo de sal o de azúcar; desarrollan mayor preferencia en el momento de la compra y tienen hábitos de alimentación más saludables a medida que envejecen, según un estudio realizado por la cadena de investigación de mercados Harris Interactive a casi 2 mil 500 adultos estadounidenses, consultado por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO). (2)

Y si bien la composición exacta de una alimentación variada, equilibrada y saludable se establece por las características de cada persona —como la edad y el sexo, el contexto cultural, la disponibilidad y los hábitos—, los principios básicos de la alimentación saludable siguen siendo los mismos: incluir cinco porciones de frutas y verduras al día, disminuir el consumo total de grasa a menos del 30% de la ingesta calórica diaria; reducir el consumo de sal a menos de 5 gramos al día, y de azúcares libres a menos del 10%. (3)

Fuentes

  1. Sanitas. Dieta saludable según épocas de la vida. https://www.sanitas.es/biblioteca-de-salud/ginecologia/nutricion-mujer/sin012119wr
  2. AINIA. ¿Cómo influye la edad en los hábitos alimentarios? . https://www.ainia.es/ainia-news/como-influye-la-edad-en-los-habitos-alimentarios/#:~:text=Seg%C3%BAn%20un%20estudio%20realizado%20por%20consumolab%2C%20la%20tendencia%20de%20buscar,(46%2D60%20a%C3%B1os).  
  3. OMS. Alimentación sana. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/healthy-diet

Aspartamo, un edulcorante en debate

  • Más de seis mil productos en el mundo lo utilizan.

La industria de alimentos y bebidas ha utilizado el edulcorante artificial aspartamo, hoy en debate, por más de 30 años, ya que señalan que es 200 veces más dulce que el azúcar y bajo en calorías.

Más de seis mil productos en el mundo utilizan este edulcorante, entre los que destacan. chicles, productos de pastelería, gelatinas, refrescos, mezclas para postres, pudines, postres congelados, yogures, edulcorantes de mesa y algunos productos farmacéuticos, tales como vitaminas y pastillas para la tos sin azúcar. (1)

A mediados de mayo pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó una nueva directriz sobre los edulcorantes, en la que desaconsejaba su uso para controlar el peso corporal o reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles (ENT), así como por ser “posiblemente cancerígenos” y afirmó que “los edulcorantes sin azúcar no son factores dietéticos esenciales y carecen de valor nutricional”. (2)

Sin embargo, información de la Escuela de Salud Pública TH Chan de la Universidad de Harvard, consultada por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), sostiene que consumir aspartamo para ayudar a controlar el peso sigue siendo razonable, ya que –subrayan- al evaluar las investigaciones existentes, la OMS reclasificó al aspartamo como posiblemente causante de cáncer, pero no cambió su recomendación sobre la ingesta diaria aceptable.

Asimismo, un artículo de Scott Neuman, publicado en la National Public Radio (NPR), de Estados Unidos, menciona que la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU (FDA, por sus siglas en inglés) ha referido estar al tanto de las conclusiones de la OMS, pero –destaca- eso «no significa que el aspartamo esté realmente relacionado con el cáncer». (3)

Y agrega: “la OMS utiliza un sistema de clasificación de cuatro niveles: cancerígeno; probablemente cancerígeno; posiblemente cancerígeno, y no cancerígeno”.

También refiere que otras sustancias identificadas como “posiblemente cancerígenas” incluyen extractos de aloe vera, vegetales encurtidos tradicionales asiáticos, algunos combustibles para vehículos y ciertos productos químicos utilizados en tintorería, carpintería e imprenta.

Por su parte, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer de la OMS también ha clasificado la carne roja como “probablemente cancerígena” y la carne procesada como “cancerígena”.

Respecto a los límites seguros del aspartamo, desde 1981, el Comité Conjunto de Expertos en Aditivos Alimentarios de la OMS y la Organización para la Agricultura y la Alimentación han establecido el límite seguro de 0 a 40 mg. por kg. de peso corporal.

Y han recomendado  que desde temprana edad se reduzca considerablemente el dulzor de la dieta, para prevenir enfermedades y mejorar la salud. 

Fuentes

  1. Consejo de Control de Calorías. https://www.aspartamo.es/aspartame-faq/#:~:text=El%20aspartamo%20se%20encuentra%20en,de%20mesa%20y%20algunos%20productos
  2. La OMS desaconseja el uso de edulcorantes para controlar el peso. OMS. https://www.paho.org/es/noticias/15-5-2023-oms-desaconseja-uso-edulcorantes-para-controlar-peso
    Se publican los resultados de la evaluación del riesgo y la peligrosidad del aspartamo. https://www.who.int/es/news/item/14-07-2023-aspartame-hazard-and-risk-assessment-results-released#:~:text=El%20CIIC%20ha%20clasificado%20el,mg%2Fkg%20de%20peso%20corporal.
  3. What you need to know about aspartame and cancer. NPR. https://www.npr.org/2023/07/14/1187692366/aspartame-cancer-possibly-carcinogenic-sweetener
  4. Aspartame: What You Need to Know. Dana Farber, Cancer Institute. https://www.who.int/es/news/item/14-07-2023-aspartame-hazard-and-risk-assessment-results-released

Para prevenir y controlar el cáncer de mama, la dieta SÍ importa

  • 19 de octubre, Día internacional de la lucha contra el cáncer de mama.
  • Consumir más vegetales, frutos secos; reducir la ingesta de alcohol y evitar el sobrepeso y la obesidad, recomiendan expertos.

Durante el año 2021 fallecieron, en México, 7 mil 925 mujeres a consecuencia del cáncer de mama, de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), y según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se estima que 1 de cada 12 mujeres en el mundo desarrollará este padecimiento a lo largo de su vida. 

Una investigación publicada en la revista de la American Society of Clinical Oncology, consultada por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), advierte que este tipo de cáncer es el más común en las mujeres y alerta que su prevalencia es observable tanto en países desarrollados como en países menos desarrollados, fenómeno que también se ha podido asociar, en la posmenopausia, con el sobrepeso y la obesidad. (1)

En el marco del Día internacional de la lucha contra el cáncer de mama, diversos expertos señalan que aunque algunos factores no se pueden controlar (como las mutaciones genéticas hereditarias), existe una variedad de aspectos ambientales y de estilo de vida modificables que pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer, y uno de ellos es la alimentación. (2) 

“Estudios de mujeres pre y posmenopáusicas mostraron tasas en un 31% más bajas de cáncer de mama en quienes cumplían recomendaciones dietéticas específicas, al aumentar el consumo de productos integrales y reducir la ingesta de carne y alcohol”.

Asimismo, la American Cancer Society sostiene que el consumo de fibra está relacionado con la reducción en un 8% del riesgo en el desarrollo de cáncer de mama. “Se observaron efectos beneficiosos de una dieta rica en fibra, sobre la sensibilidad a la insulina y las alteraciones en los niveles de hormonas sexuales”. 

También, diversas organizaciones, como Mayo Clinic, afirman que las mujeres que llevan una dieta mediterránea, (alimentos de origen vegetal, frutas y verduras, cereales integrales, legumbres y frutos secos; aceite de oliva y pescado), podrían reducir el riesgo  de sufrir dicha afección. 

Actualmente, las tasas de supervivencia al cáncer de mama se han incrementado y el número de muertes asociadas con dicha enfermedad está disminuyendo constantemente, en gran medida –destacan los especialistas-, debido a la detección temprana, a nuevos enfoques de tratamiento y a una mejor comprensión de la enfermedad. (3)

Fuentes

  1. Can Diet and Lifestyle Prevent Breast Cancer: What Is the Evidence?. American Society of Clinical Oncology. https://ascopubs.org/doi/10.14694/EdBook_AM.2015.35.e66
  2. Preventing Cancer. Harvard T.H. Chan School of Public Health. https://www.hsph.harvard.edu/nutritionsource/cancer/preventing-cancer/
  3. Cáncer de Mama. Mayo Clinic. https://www.insp.mx/avisos/octubre-mes-sensibilizacion-cancer-mama#sup4

Grasa visceral, un indicio de síndrome metabólico: Nutrióloga Viridiana Martínez Gómez

El síndrome metabólico es una serie de afecciones que, en conjunto, aumentan el riesgo de padecer cardiopatías o diabetes, además de estar fuertemente asociado con el tipo de alimentación que tiene una persona.

Así lo refirió en entrevista exclusiva para el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), la nutrióloga Viridiana Martínez Gómez, quien detalló que el exceso de grasa visceral puede ser un indicio de tener esta condición.

“Principalmente suelen ser los picos de glucosa donde la persona come mucho, le suben los niveles de glucosa y el páncreas realiza el proceso por medio de la insulina, lo que permite tener una acumulación de grasa abdominal, por ello, uno de los principales factores del síndrome metabólico es la acumulación de grasa en el abdomen”, explicó.

Asimismo, señaló que a partir de las condiciones de sobrepeso y obesidad, surge lo que se conoce como “obeso sano”, en donde la persona presenta un Índice de Masa Corporal (IMC) de 30 – 35 y no tiene problemas de síndrome metabólico, sin embargo, hay personas con un IMC con apenas un poco de sobrepeso y ya presentan el síndrome metabólico. 

Entonces, precisó la especialista certificada en psiconutrición, tiene más que ver con la grasa interna que con cualquier otro tipo de grasa. En ese sentido, la alimentación es un punto clave; la manera de alimentarnos es la base, porque eso es lo que guía al cuerpo para saber cómo va a reaccionar el metabolismo. 

“Si nosotros consumimos azúcar en exceso, entonces vamos a aumentar la producción de grasa, lo cual está completamente ligado con los altos niveles de triglicéridos, colesterol y presión arterial, así como el hígado graso, principalmente. Y de acuerdo a lo que comemos, es lo que le vamos a decir al cuerpo que genere, por eso, si nosotros tenemos una alimentación balanceada, se van a amortiguar las curvas de glucosa y de esta manera se podrá lograr un equilibrio que prevenga el síndrome metabólico”.

Para tener un control del síndrome metabólico, una persona debe evitar comer azúcares refinados, alimentos empanizados, el arroz blanco, bollería, grasas no saludables y varios ultraprocesados, y preferir, principalmente, todo lo que contenga fibra, como el arroz integral, la avena y algunas especias y frutas como la manzana, la papaya y el melón, recomendó la experta. 

En este sentido, mencionó que los alimentos contienen micronutrientes que son las vitaminas y los minerales, estos se convierten dentro del cuerpo en enzimas, coenzimas y cofactores, que son los eslabones para que el cuerpo realice cierta actividad metabólica. 

“Por ejemplo, si yo necesito deshacer grasa, requiero ciertas moléculas, como la vitamina B y si no tengo la suficiente, no se va metabolizar igual la grasa porque me va a faltar ese factor. Por ello, es muy importante que le demos la nutrición adecuada al cuerpo para que pueda llevar a cabo las funciones metabólicas”, agregó.

Finalmente, consideró que el mejor tratamiento para una persona con síndrome metabólico es atender las otras enfermedades adyacentes y, por tratarse de algo multifactorial, su atención también debe ser multifactorial, por lo que se requiere realizar  ejercicio, tener una dieta saludable y mantener una buena hidratación.“Este síndrome se puede presentar desde niños, por lo que es importante que ante cualquier sobrepeso se comience a monitorear, para evitar desarrollar ciertos padecimientos que están muy relacionados como la diabetes. Partiendo de que el síndrome metabólico es una resistencia a la insulina, una vez que una persona lo manifiesta, el siguiente escalón sería la diabetes y a partir de ahí se pueden generar una amplia gama de enfermedades, pero la que avanza más rápido es la diabetes”, concluyó.

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