Más fibra y menos sal para ayudar a tu corazón

  • Actividad física, dejar de fumar, limitar el alcohol, dormir lo suficiente, controlar el estrés, recomiendan expertos.

La ingesta de fibra, una mejor dieta y consumir menos sal, recomiendan expertos para reducir la presión arterial y los niveles de colesterol y con ello, prevenir enfermedades cardíacas. 

También afirman que mantener una dieta saludable para el corazón es una de las formas más efectivas de reducir estos riesgos, ya que lo que comemos puede influir significativamente en nuestra salud cardiovascular. (1)

Una investigación realizada por la Universidad Deakin en Geelong, Australia, consultada por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), revela que el consumo en exceso de alimentos salados, azucarados, grasosos, de alcohol, cafeína y de productos ultraprocesados se asocia con aproximadamente un 50% más de riesgo de muerte relacionada con padecimientos del corazón. (2)

Cabe destacar que a nivel mundial, 17.9 millones de personas mueren cada año por enfermedades cardiovasculares y en México, de enero a junio de 2023, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las defunciones por enfermedades del corazón se ubicaron como la primera causa de muerte con 97 mil 187 casos. (3)

Un estudio presentado en la reunión anual de la Sociedad Europea de Cardiología en 2023, que utilizó los datos del Biobanco del Reino Unido de más de 500 mil personas de entre 40 y 70 años, advierte que “quienes nunca añaden sal a las comidas tienen un 18% menos de probabilidades de desarrollar fibrilación auricular” (el tipo más común de arritmia causada por un problema en el sistema eléctrico del corazón). (4)

Asimismo, un análisis de la Asociación Americana del Corazón sobre las 10 principales dietas que favorecen una buena salud cardiometabólica encontró que los patrones de alimentación mediterránea pueden adaptarse a diversas prácticas culturales, preferencias alimentarias y presupuestos para permitir que las personas coman de esta manera a largo plazo. (5)

Es decir, una dieta que se basa en comer muchas frutas y verduras frescas, proteínas magras, productos lácteos bajos en grasa, legumbres, frutos secos y aceites vegetales y más fibra, limitando al mismo tiempo los dulces y los alimentos con alto contenido en grasas saturadas, llamada DASH, que corresponde a las siglas en inglés de Enfoques Alimentarios para Detener la Hipertensión (Dietary Approaches to Stop Hypertension), es recomendable para tener un corazón más sano. (6)

Los médicos y especialistas sugieren, además de alimentarse saludablemente, tener un peso corporal adecuado, mantenerse activo físicamente, dejar de fumar, evitar el humo de otros fumadores, limitar el alcohol, dormir lo suficiente, controlar el estrés y realizarse revisiones médicas de forma periódica.  

Fuentes

  1. Eat more fiber-rich foods to foster heart health. Harvard Medical Schoool. https://www.health.harvard.edu/heart-health/eat-more-fiber-rich-foods-to-foster-heart-health
  2. Ultraprocessed foods linked to heart disease, diabetes, mental disorders and early death, study finds. CNN. https://edition.cnn.com/2024/02/28/health/ultraprocessed-food-health-risks-study-wellness/index.html
  3. Estadísticas de Defunciones Registradas.  De enero a junio de 2023. https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2024/EDR/EDR2023_En-Jn.pdf
    Cardiovascular diseases. WHO. https://www.who.int/health-topics/cardiovascular-diseases#tab=tab_1
  4. Salt-free diet ‘can reduce risk of heart problems by almost 20%’. The Guardian. https://www.theguardian.com/science/2023/aug/27/salt-free-diet-reduce-risk-heart-problems-20-per-cent
  5. Here’s how 10 popular diets scored for heart health. https://www.heart.org/en/news/2023/04/27/heres-how-10-popular-diets-scored-for-heart-health
  6. Heart-healthy foods: What to eat and what to avoid. Harvard Medical School. https://www.health.harvard.edu/heart-health/heart-healthy-foods-what-to-eat-and-what-to-avoid

Más dulces que el azúcar

  1. Los edulcorantes artificiales, son seguros y pueden ayudar a reducir o controlar el peso
  2. Son utilizados en diversos alimentos y bebidas

Algunas personas eligen edulcorantes artificiales, ya sea para reducir la cantidad de calorías que consumen, disminuir el uso de azúcar o perder y controlar el peso, y según afirma el Documento de Consenso de la Asociación Americana de Diabetes (ADA), “estos cambios dietéticos podrían afectar de modo beneficioso al control glucémico, de peso y cardiometabólico”. (1)

El consumo de los edulcorantes artificiales en nuestro país ha crecido a una tasa anual de 10.7% y estos sustitutos del azúcar han ido ganando espacio en las preferencias del consumidor industrial y entre las personas que buscan productos bajos en calorías, de acuerdo con un informe de la SAGARPA, consultado por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO). (2)

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha aprobado edulcorantes como aspartamo, acesulfamo potásico, sucralosa, neotame, advantame y sacarina, que son de 200 a 20 mil veces más dulces que el azúcar. (3)

Estos productos son ingredientes utilizados en alimentos y bebidas, comercializados como “sin azúcar” o “dietéticos” y también están disponibles para su uso en el hogar, para hornear o cocinar, según un artículo de la FDA.

De igual manera, son empleados en diversos alimentos y bebidas, entre ellos, pastillas para el aliento, bebidas refrescantes, cereales, chicle, siropes saborizados para café, productos de agua con sabor, hielo congelado, cremas de fruta para untar, caramelos duros, helado, té, mermeladas, jaleas, mezclas de jugos, mousse, goma de mascar, así como tortas, barras nutritivas, pudín, caramelos, galletas, cátsup, yogures y gelatinas sin azúcar añadida. (4)

La Food and Drug Administration, así como otras agencias de salud gubernamentales supervisan y controlan los ingredientes de los sustitutos de azúcar, y sugieren la cantidad que puede usarse de forma segura todos los días, lo cual varía según el peso y las características de la persona y el tipo de sustituto elegido. 

Y si bien nutriólogos y médicos especialistas señalan a los edulcorantes como seguros en cantidades limitadas para la mayoría de los adultos sanos, coinciden en que lo más importantes llevar una alimentación saludable y hacer ejercicio. (5)

Fuentes

El agua, aliada ideal para estar en forma y luchar contra la obesidad

  • Una persona requiere 100 litros de agua al día, aprox.

La población urbana en todo el mundo se duplicará para el año 2050, de acuerdo a proyecciones del Banco Mundial, y esta situación tendrá  mayores implicaciones en la demanda del agua en las ciudades, ya que se estima que una persona requiere de aproximadamente 100 litros de agua al día, para satisfacer sus necesidades, tanto de consumo como de higiene. (1)

Diversos estudios consultados por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), consideran que el grave problema del agua es causado, principalmente, por el crecimiento demográfico, el cambio climático, el uso agrícola, la contaminación, la sobreexplotación de acuíferos y las deficiencias en la gestión del vital líquido. (2)

El agua es aliada ideal para estar en forma y clave para luchar contra la obesidad, por ello, la importancia de su cuidado y mejor aprovechamiento. La actividad física, una nutrición sana y una hidratación adecuada contribuyen a mantener un cuerpo saludable.

Constituye más de las dos terceras partes del cuerpo humano y además de servir como lubricante y componente de la saliva y los líquidos que rodean las articulaciones, el agua regula la temperatura corporal a través de la transpiración.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sobrepeso y la obesidad son el quinto factor de riesgo a nivel mundial y existe evidencia de la relación intrínseca entre bajo consumo de agua y altos niveles de sobrepeso. (3)

Un estudio basado en bancos de información del programa National Health and Nutrition Examination Survey, en el que se recopiló información sobre la dieta de 9 mil 500 adultos estadounidenses, pudo observar que el 33% de estas personas no estaban debidamente hidratadas y hallaron una relación entre este factor y el sobrepeso: las personas que no tomaban suficiente agua poseían mayores índices de masa corporal (IMC).

Los especialistas indican que la cantidad mínima necesaria para hidratar el cuerpo es de ocho vasos por día, para tener una buena diuresis y para no deshidratarse, entre otras razones. Beber agua también aumenta la dopamina (hormona del placer) y ayuda a perder peso. 

Fuentes

  1. Economía circular, una oportunidad para transformar los servicios de agua urbanos https://www.worldbank.org/en/news/feature/2021/09/16/circular-economy-an-opportunity-to-transform-urban-water-services
  2. AQUASTAT. Sistema de Difusión. https://data.apps.fao.org/aquastat/?lang=en
  3. Hydration for Health. Hidratación saludable y obesidad. https://www.hydrationforhealth.com/es/hidratacion-por-que/hidratacion-y-salud/lista-hidratacion-y-salud/articulo-hidratacion-saludable-y-obesidad/

Una dieta más sana y un planeta más saludable

  • Más del 55% del calentamiento global se puede evitar a partir de nuevos enfoques sobre nuestra alimentación.

El consumo mundial de alimentos por sí solo podría agregar casi 1°C al calentamiento global para el año 2100, y el 75% de este calentamiento es impulsado por alimentos que son altas fuentes de metano (carne de rumiantes, lácteos y arroz), de acuerdo con una investigación publicada en la revista científica Nature

Dicho estudio señala también que más del 55% del calentamiento global previsto se puede evitar mediante mejoras simultáneas en las prácticas de producción, así como la adopción universal de una dieta saludable y la reducción del desperdicio de alimentos a nivel de consumidores y minoristas.

Asimismo, esta publicación, consultada por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), detalla cómo diversos especialistas diseñaron un modelo para la evaluación del cambio climático, en la que se integró información desde el año 1765 a la fecha, para poder crear distintos escenarios rumbo al 2100 que permitan evaluar y tomar acciones sobre la producción y consumo de alimentos en el mundo, así como el manejo y emisión de los distintos gases de efecto invernadero. (1)

Es importante saber cómo y dónde se producen los alimentos, ya que en distintas condiciones pueden tener enormes diferencias en el impacto ambiental. Por ejemplo, el ganado vacuno criado en tierras deforestadas es responsable de 12 veces más emisiones de gases de efecto invernadero que aquellos criados en pastos naturales. Este tipo de carne proveniente de América del Sur produce, en promedio, 3 veces más gases de efecto invernadero que la carne producida en Europa y utiliza 10 veces más tierra. (2)

En el mismo sentido, la Secretaría especial de Cambio Climático de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) han estimado que los alimentos generaron hasta un 37% de las emisiones provocadas por el hombre. 

Por su parte, una investigación dirigida por Sam Myers, director de la Alianza para la Salud Planetaria de la Escuela Chan de Harvard, descubrió que al exponer cultivos alimentarios como el trigo, el maíz, el arroz y la soja a los niveles de CO2 previstos para 2050, las plantas pierden hasta un 10% de su zinc, el 5% de su hierro y el 8% de su contenido de proteínas. 

“Las decisiones que tomamos todos los días (cómo calentamos nuestros hogares, qué comemos, cómo nos desplazamos, qué elegimos comprar) están haciendo que nuestros alimentos sean menos nutritivos y poniendo en peligro la salud de otras poblaciones y generaciones futuras”, resalta Myers. (3)

Respecto a cómo ayudar a aminorar el impacto en el mundo por la producción de alimentos, la Comisión EAT-Lancet ha presentado, a partir de evidencia científica, una dieta especial denominada “La dieta de la salud planetaria”, en la que se sugieren pautas para rangos de diferentes grupos de alimentos que, en conjunto, constituyen un régimen alimenticio óptimo para la salud humana y la sostenibilidad ambiental. 

Esta dieta hace hincapié en una mayor ingesta de plantas, cereales integrales, frutas, verduras, nueces y legumbres; porciones significativamente menores de carnes y lácteos. Y considerando que el adulto medio necesita 2 mil 500 kcal al día, esta cantidad variará según la edad, el sexo, los niveles de actividad y los perfiles de salud, ya que el consumo excesivo es un desperdicio de alimentos, con costos tanto para la salud como para el medio ambiente. (4)

Fuentes

  1. Calentamiento futuro debido al consumo global de alimentos. https://www.nature.com/articles/s41558-023-01605-8
  2. Calculadora de alimentos para el cambio climático. https://www.google.com/url?q=https://www.bbc.com/news/science-environment-46459714&sa=D&source=docs&ust=1712341484261870&usg=AOvVaw2CpM1aLjzyNVZfk8TrKnKU
  3. Cambio climático y nutrición  https://www.hsph.harvard.edu/c-change/subtopics/climate-change-nutrition/   
  4. La dieta de la salud planetaria. https://eatforum.org/eat-lancet-commission/the-planetary-health-diet-and-you/

Lácteos bajos en grasa ¿son mejores?

Los productos derivados de la leche contienen grasas saturadas, las cuales, en exceso, pueden aumentar los niveles sanguíneos de colesterol malo y, a su vez, incrementar el riesgo de enfermedades cardíacas. Los productos ultraprocesados que más grasas saturadas contienen, de acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) son los quesos industrializados, que también se exceden en sodio. 

Sin embargo, diversos especialistas están cuestionando si la oferta de productos a base de lácteos bajos en grasa tienen un impacto determinante en la salud de las personas. 

Un artículo del sitio oficial de la Escuela de Medicina de Harvard, consultado por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), refiere que no hay evidencia sólida que permita concluir que los productos hechos con lácteos bajos en grasas aporten beneficios contundentes.  «Creo que los lácteos enteros, consumidos con moderación, pueden ser parte de una dieta saludable», sostiene la Dra. JoAnn Manson, profesora de medicina en dicha Facultad. (1)

En ese mismo sentido, una publicación de la Universidad de Ciencias Médicas de Irán explica que aunque la mayoría de las pautas dietéticas recomiendan un mayor consumo de alimentos lácteos bajos en grasa o sin grasa, la evidencia revela que la ingesta de grasas lácteas no suele ir acompañada de un mayor riesgo de aumento de peso, enfermedades cardiovasculares o diabetes tipo 2 en personas sanas, dentro del rango de ingesta calórica recomendada. (2)

También, una investigación difundida por la revista especializada Nutrients proporciona evidencia de que el consumo moderado de lácteos (hasta 200 gr. al día) no tiene efectos perjudiciales sobre la salud cardiovascular. El impacto en la alimentación –afirma- depende más del tipo de alimentos (queso, yogur y leche) que del contenido de grasa y, sin duda, de las cantidades. (3)

En conclusión, cuando se trata de productos lácteos, sugieren investigadores, en vez de preocuparnos por elegir entre enteros o bajos en grasa, se deben tomar en cuenta tres recomendaciones: 1) priorizar los lácteos fermentados; 2) consumir lácteos enteros una vez al día, como máximo, y 3) si se tienen problemas para digerir los lácteos, limitarse a los que tienen un contenido de lactosa más bajo o buscar los productos libres de lactosa. 

Cabe señalar que en México se tiene registro de que más del 50% de la población tiene un consumo de grasas saturadas mayor al recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) (menos del 10% de la ingesta calórica diaria). (4)

Fuentes

  1. Harvard Medical School. What’s the deal with dairy and heart health? https://www.health.harvard.edu/heart-health/whats-the-deal-with-dairy-and-heart-health
  2. Medical Journal of The Islamic Republic of Iran. The dairy fat paradox: Whole dairy products may be healthier than we thought. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6014779/
  3. National Library of Medicine. Consumption of Dairy Foods and Cardiovascular Disease: A Systematic Reviewhttps://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8875110/
  4. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0022316623007174?via%3Dihub

Buena alimentación y mejores hábitos ayudan a prevenir y controlar la diabetes 

La alimentación juega un papel fundamental en el tratamiento y control de la diabetes, pero, sin duda, es uno de los aspectos más difíciles para los pacientes, de acuerdo a un artículo publicado en el portal científico Elsevier, que considera también que no existe una “dieta específica para diabéticos”, sino una serie de recomendaciones para cada individuo en función de sus características. 

Y refiere que en contra de lo que tradicionalmente se pensaba, algunas dietas no excluyen al azúcar u otros dulces del plan alimenticio del diabético, siempre y cuando la suma de carbohidratos no supere el máximo indicado y se respete un porcentaje de macronutrientes establecido. (1)

Hacer cambios positivos en el estilo de vida, como llevar una dieta bien equilibrada, practicar ejercicio con regularidad y bajar a un peso saludable (y mantenerlo) son la clave. No fumar, dormir lo suficiente, limitar el consumo de alcohol y controlar el estrés también pueden ayudar, subraya en su sitio el Centro Médico del norte de Nevada, consultado por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO).

Asimismo, el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales, de Estados Unidos, considera que aunque algunas personas piensen que no se pueden consumir los alimentos que les agraden, “la buena noticia” es que pueden hacerlo, pero en porciones más pequeñas o con menos frecuencia.  “La clave en la diabetes es consumir una variedad de alimentos saludables de todos los grupos en las cantidades indicadas en el plan de alimentación sugerido por el equipo de atención médica”, puntualiza. (2)

Expertos en nutrición también sugieren optar por la dieta mediterránea (verduras, frutas, granos y frutos secos en abundancia, pescado o mariscos y aceite de oliva), así como limitar el consumo de carnes, carbohidratos, sodio, alimentos altos en grasas saturadas y grasas trans.

Sin embargo, mientras algunas personas diagnosticadas pueden controlar sus niveles de azúcar en sangre con ejercicio y una dieta sana, otras pueden necesitar ayuda adicional para lograr un buen control de la glucemia, es decir, medicamentos que puedan coadyuvar en el proceso. 

La Administración de Alimentos y Medicamentos del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (FDA) aprobó recientemente el uso de la primera terapia celular para tratar a pacientes con diabetes tipo 1, así como una nueva clase de medicamentos adicionales a la dieta y el ejercicio para mejorar el control del azúcar en la sangre en pacientes con diabetes tipo 2. Por su parte, la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes presentó una investigación en la que muestra que un nuevo compuesto ofrece efectivos resultados en pacientes diagnosticados con la diabetes tipo 2. (3) 

Aproximadamente 536 millones de personas en el mundo, es decir, 10.5% de la población, tiene diabetes, y se estima que aumente a 12.2% en 2045. México se encuentra entre los países con mayor prevalencia de esta enfermedad, siendo la segunda causa de muerte y la primera de discapacidad en el país. (4)

Esta enfermedad crónica que se presenta cuando el páncreas no secreta suficiente insulina o cuando el organismo no utiliza eficazmente la que produce, con el tiempo, si no se controla, puede causar diversos daños, como insuficiencia renal, infarto al miocardio, accidente cerebrovascular, amputaciones y ceguera.  

Fuentes

  1. ELSEVIER. La alimentación de las personas diabéticas. https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-la-alimentacion-personas-diabeticas-13033513
  2. National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases. Nutrición, alimentación y actividad física si se tiene diabetes. https://www.niddk.nih.gov/health-information/informacion-de-la-salud/diabetes/informacion-general/nutricion-alimentacion-actividad-fisica
  3. FDA. La FDA aprueba la primera terapia cellular para tartar pacientes con diabetes tipo 1. https://www.fda.gov/news-events/press-announcements/la-fda-aprueba-la-primera-terapia-celular-para-tratar-pacientes-con-diabetes-tipo-1#:~:text=%E2%80%9CLa%20aprobaci%C3%B3n%20de%20hoy%2C%20la,de%20glucosa%20en%20la%20sangre%E2%80%9D.
    LILLY. Lilly recibe la aprobación de la CE para tirzepatida. https://assets.ctfassets.net/fqfkufria9xc/1EU0NEj1dLMYfR1xHeO3pz/a16f8079f84e833f8905e346021ebefd/NP_OBESIDAD_Autorizacion_CE_Mounjaro_181223.pdf
  4. ENSANUT 2022. Prevalencia de prediabetes y diabetes en México. https://ensanut.insp.mx/encuestas/ensanutcontinua2022/doctos/analiticos/21-Diabetes-ENSANUT2022-14832-72458-2-10-20230619.pdf

Una dieta sana para dormir mejor

  • La ingesta excesiva de calorías y carbohidratos dificultan la calidad del sueño.  

Se estima que uno de cada tres adultos duerme menos del tiempo recomendado y ya se considera a la privación del sueño una epidemia, toda vez que no dormir bien puede ocasionar, a corto plazo, deficiente función cognitiva, dificultad para concentrarse, irritabilidad y cambios de humor, así como pérdida de memoria; y a largo plazo, mayor riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares, ataque al corazón, diabetes, obesidad, hipertensión o depresión. (1)  

Un artículo de la revista médica Sleep Science and Practice sostiene que la duración corta del sueño se correlacionó principalmente con una ingesta excesiva de carbohidratos y grasas.

En este sentido, una investigación publicada en el sitio web de la Escuela de Medicina de Harvard, consultada por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), demostró que los sujetos que dormían solo cuatro horas comían 300 calorías más por día, en comparación con aquellos que descansaban nueve horas.

Ante este panorama, los especialistas recomiendan a los adultos dormir de 7 a 9 horas por noche, y alertan que las personas que tienen dificultades para dormir, también las tienen con su peso y con la elección de alimentos saludables. (2)

El insomnio es el tipo de trastorno del sueño más común. “Se puede definir como la dificultad para conciliar o mantener el inicio del sueño. La mayor parte del insomnio se considera un problema de salud pública y puede representar una amenaza para la vida, ya que la falta del mismo, en calidad o en cantidad, impacta negativamente en la salud, el desempeño laboral y la calidad de vida”. (3)

Y de acuerdo con los investigadores del King’s College de Londres, otro factor más, vinculado con el tipo de dieta y su influencia en la calidad del sueño, es mantener una microbiota intestinal sana a partir de una buena alimentación.

Al referirse al ideal nutritivo para mejorar la calidad del sueño, expertos en nutrición y salud recomiendan seguir la dieta mediterránea, que consiste en consumir abundantes legumbres, frutas, cereales integrales, pescado y verduras; así como disminuir el consumo de carnes rojas y alcohol.

También, para lograr un sueño saludable, aconsejan, entre otras cosas, mantener un horario de sueño; practicar una rutina para dormir relajado; hacer ejercicio físico diariamente, y asegurar condiciones ideales de temperatura, ruido y luz en el dormitorio. (4)

Fuentes

  1. La Roche Posay Laboratoire. ¿Por qué la falta de sueño es perjudicial? https://www.laroche-posay.com.mx/article/por-que-la-falta-de-sueno-es-perjudicial-para-tu-salud-y-felicidad-
  2. Harvard Health Publishing. Harvard Medical School. ¿Lo que comemos podría mejorar nuestro sueño? https://www.health.harvard.edu/blog/could-what-we-eat-improve-our-sleep-2021030922112
  3. Sleep Biomed Central. El efecto de la nutrición y la actividad fisica sobre la calidad del sueño en adultos. https://sleep.biomedcentral.com/articles/10.1186/s41606-023-00090-4
  4. BBC News Mundo ¿Cuántas horas necesitamos dormir según nuestra edad https://www.bbc.co.uk/food/articles/sleep

Mejor alimentación, mejor salud

  • Comer adecuadamente en las diferentes edades de la vida ayuda a prevenir malnutrición y enfermedades no transmisibles. 

Tener una alimentación adecuada en las diferentes edades de la vida ayuda a prevenir la malnutrición, así como diferentes enfermedades no transmisibles (ENT), entre ellas, la diabetes, las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Este organismo internacional señala también que en los dos primeros años de vida de un niño, la nutrición óptima ayuda a un crecimiento sano y mejora el desarrollo cognitivo, además de reducir el riesgo de sobrepeso y obesidad, así como de otras enfermedades no transmisibles, al tiempo que recomienda alimentar a los lactantes exclusivamente con leche materna durante los primeros seis meses de vida y a partir de esa edad, complementar la leche materna con alimentos inocuos y nutritivos.

Asimismo, expertos refieren que durante la infancia se debe consumir una dieta variada que aporte la energía y los nutrientes necesarios para hacer frente al crecimiento y desarrollo de esta etapa de la vida, que es la mejor época para crear hábitos saludables en la alimentación. (1)

Más adelante, durante la adolescencia, el consumo de una dieta equilibrada y variada será garantía de una buena salud y una etapa para reafirmar buenos hábitos alimentarios. Sin embargo, el comportamiento en las dietas de las y los adolescentes puede estar determinado por numerosos factores externos: características familiares, amistades, valores sociales y culturales, redes sociales y creencias personales; e internos, tales como su salud, necesidades fisiológicas, imagen corporal, preferencias y aversiones en materia de alimentación. 

Por su parte, los adultos mayores son los más propensos a reducir su consumo de sal o de azúcar; desarrollan mayor preferencia en el momento de la compra y tienen hábitos de alimentación más saludables a medida que envejecen, según un estudio realizado por la cadena de investigación de mercados Harris Interactive a casi 2 mil 500 adultos estadounidenses, consultado por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO). (2)

Y si bien la composición exacta de una alimentación variada, equilibrada y saludable se establece por las características de cada persona —como la edad y el sexo, el contexto cultural, la disponibilidad y los hábitos—, los principios básicos de la alimentación saludable siguen siendo los mismos: incluir cinco porciones de frutas y verduras al día, disminuir el consumo total de grasa a menos del 30% de la ingesta calórica diaria; reducir el consumo de sal a menos de 5 gramos al día, y de azúcares libres a menos del 10%. (3)

Fuentes

  1. Sanitas. Dieta saludable según épocas de la vida. https://www.sanitas.es/biblioteca-de-salud/ginecologia/nutricion-mujer/sin012119wr
  2. AINIA. ¿Cómo influye la edad en los hábitos alimentarios? . https://www.ainia.es/ainia-news/como-influye-la-edad-en-los-habitos-alimentarios/#:~:text=Seg%C3%BAn%20un%20estudio%20realizado%20por%20consumolab%2C%20la%20tendencia%20de%20buscar,(46%2D60%20a%C3%B1os).  
  3. OMS. Alimentación sana. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/healthy-diet

Buena alimentación, mejor salud mental

  • Consumir en exceso comida chatarra y productos ultraprocesados aumenta los riesgos de depresión. 

Consumir en exceso comida chatarra, “fast food”, productos ultraprocesados, así como la alta ingesta de carnes rojas puede aumentar el riesgo de desarrollar síntomas depresivos o depresión clínica, señalan diversos expertos en nutrición.

Asimismo, estudios realizados en años recientes sugieren que alimentos cargados de azúcar con alto contenido de grasa, que se nos antojan cuando estamos estresados o deprimidos, por reconfortantes que parezcan, son los que menos benefician a nuestra salud mental, refiere un artículo de Anahad O’Connor, en el periódico The New York Times. (1)

La depresión es una condición debilitante que se ha convertido en uno de los problemas más importantes que enfrenta la salud pública mundial en la actualidad; el trastorno depresivo es, sin duda, una de las principales causas de discapacidad y afecta aproximadamente a 350 millones de personas a nivel global, de acuerdo a una investigación publicada en la revista médica estadounidense Cureus, consultada por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO). (2)

Los trastornos depresivos hoy imponen un costo considerable a la salud y la economía de las naciones industrializadas y en desarrollo. Se estima que la prevalencia de esta condición oscila entre el 3.3% y el 21.4%. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión y los trastornos de ansiedad cuestan a la economía mundial un billón de dólares al año en pérdida de productividad.

Y si bien la temporada invernal trae consigo muchas festividades, también puede generar la llamada “depresión decembrina”, técnicamente identificada como trastorno afectivo invernal, desencadenado por diversas causas, como el cierre de un ciclo; no haber logrado ciertas metas; la pérdida de un ser querido, la pérdida de un trabajo; estar lejos de la familia, así como factores ambientales. Los síntomas pueden ser aislamiento, baja del estado anímico, pérdida del placer de actividades que antes se disfrutaban y en algunos casos  trastornos dietéticos. (3)

“Un conjunto cada vez mayor de literatura en nutrición muestra que la microbiota intestinal influye en la formación de una variedad de trastornos psiquiátricos, incluidos el trastorno depresivo mayor”, sostiene un equipo de científicos en la Harvard Review of Psiquiatry, y varios estudios con grupos poblacionales han demostrado que las personas que comen más alimentos ricos en nutrientes reportan sentir menos depresión y mayores niveles de felicidad y bienestar mental.  

Médicos, nutriólogos y especialistas recomiendan comer abundantes frutas, verduras, cereales integrales, pescado, aceite de oliva, lácteos bajos en grasa y antioxidantes, y disminuir el consumo de cigarrillos, alcohol, productos elaborados con azúcares o harinas agregadas y grasas animales, además de aumentar la actividad física para ayudar, entre otros factores, a reducir el riesgo de padecer depresión. (4)

En el mismo sentido, para la directora del Food & Mood Centre en la Universidad Deakin, en Australia, y presidenta de la Sociedad Internacional para la Investigación de la Psiquiatría Nutricional, Felice Jacka, si bien únicamente comer ensalada no va a curar la depresión, aumentar el consumo de plantas y alimentos saludables, sí puede hacer mucho por levantar el ánimo y mejorar la salud mental.

Fuentes

  1. La comida modifica tu estado de ánimo. The New York Times. https://www.nytimes.com/es/2021/05/25/espanol/comida-estado-animo.html
  2. Asociación entre hábitos alimentarios y depresión: Una revisión sistemática. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC9828042/
  3. Depresión decembrina, es una baja de ánimo transitoria: psicólogo universitario. https://dcs.uas.edu.mx/noticias/2240/depresion-decembrina-es-una-baja-de-animo-transitoria-psicologo-universitario#:~:text=
  4. Dieta y depresión. https://www.health.harvard.edu/blog/diet-and-depression-2018022213309#:~:text=A%20dietary%20pattern%20characterized%20by%20a%20high%20consumption%20of%20red,an%20increased%20risk%20of%20depression.%22

Aspartamo, un edulcorante en debate

  • Más de seis mil productos en el mundo lo utilizan.

La industria de alimentos y bebidas ha utilizado el edulcorante artificial aspartamo, hoy en debate, por más de 30 años, ya que señalan que es 200 veces más dulce que el azúcar y bajo en calorías.

Más de seis mil productos en el mundo utilizan este edulcorante, entre los que destacan. chicles, productos de pastelería, gelatinas, refrescos, mezclas para postres, pudines, postres congelados, yogures, edulcorantes de mesa y algunos productos farmacéuticos, tales como vitaminas y pastillas para la tos sin azúcar. (1)

A mediados de mayo pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó una nueva directriz sobre los edulcorantes, en la que desaconsejaba su uso para controlar el peso corporal o reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles (ENT), así como por ser “posiblemente cancerígenos” y afirmó que “los edulcorantes sin azúcar no son factores dietéticos esenciales y carecen de valor nutricional”. (2)

Sin embargo, información de la Escuela de Salud Pública TH Chan de la Universidad de Harvard, consultada por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), sostiene que consumir aspartamo para ayudar a controlar el peso sigue siendo razonable, ya que –subrayan- al evaluar las investigaciones existentes, la OMS reclasificó al aspartamo como posiblemente causante de cáncer, pero no cambió su recomendación sobre la ingesta diaria aceptable.

Asimismo, un artículo de Scott Neuman, publicado en la National Public Radio (NPR), de Estados Unidos, menciona que la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU (FDA, por sus siglas en inglés) ha referido estar al tanto de las conclusiones de la OMS, pero –destaca- eso «no significa que el aspartamo esté realmente relacionado con el cáncer». (3)

Y agrega: “la OMS utiliza un sistema de clasificación de cuatro niveles: cancerígeno; probablemente cancerígeno; posiblemente cancerígeno, y no cancerígeno”.

También refiere que otras sustancias identificadas como “posiblemente cancerígenas” incluyen extractos de aloe vera, vegetales encurtidos tradicionales asiáticos, algunos combustibles para vehículos y ciertos productos químicos utilizados en tintorería, carpintería e imprenta.

Por su parte, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer de la OMS también ha clasificado la carne roja como “probablemente cancerígena” y la carne procesada como “cancerígena”.

Respecto a los límites seguros del aspartamo, desde 1981, el Comité Conjunto de Expertos en Aditivos Alimentarios de la OMS y la Organización para la Agricultura y la Alimentación han establecido el límite seguro de 0 a 40 mg. por kg. de peso corporal.

Y han recomendado  que desde temprana edad se reduzca considerablemente el dulzor de la dieta, para prevenir enfermedades y mejorar la salud. 

Fuentes

  1. Consejo de Control de Calorías. https://www.aspartamo.es/aspartame-faq/#:~:text=El%20aspartamo%20se%20encuentra%20en,de%20mesa%20y%20algunos%20productos
  2. La OMS desaconseja el uso de edulcorantes para controlar el peso. OMS. https://www.paho.org/es/noticias/15-5-2023-oms-desaconseja-uso-edulcorantes-para-controlar-peso
    Se publican los resultados de la evaluación del riesgo y la peligrosidad del aspartamo. https://www.who.int/es/news/item/14-07-2023-aspartame-hazard-and-risk-assessment-results-released#:~:text=El%20CIIC%20ha%20clasificado%20el,mg%2Fkg%20de%20peso%20corporal.
  3. What you need to know about aspartame and cancer. NPR. https://www.npr.org/2023/07/14/1187692366/aspartame-cancer-possibly-carcinogenic-sweetener
  4. Aspartame: What You Need to Know. Dana Farber, Cancer Institute. https://www.who.int/es/news/item/14-07-2023-aspartame-hazard-and-risk-assessment-results-released
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