Una buena higiene del sueño contribuye a regular el apetito

  • Mamás y papás, pieza clave para fomentar buenos hábitos 

Que un niño duerma poco o duerma tarde influye en la producción y el equilibrio de hormonas que regulan el apetito, lo que puede afectar su salud. La calidad y cantidad del sueño diario juegan un papel fundamental en el desarrollo físico y mental.

En un estudio sobre alimentación y sueño, realizado en España a niños y adolescentes diagnosticados con obesidad entre 2018 y 2020, publicado por la edición inglesa Endocrinología, Diabetes y Nutrición, se analizó la frecuencia de consumo, los hábitos de ingesta y los de descanso, y se identificó que la diferencia del número de horas que se duerme entre los fines de semana y los días laborables se correlacionan positivamente con un mayor grado de obesidad y de manera negativa, con el número de horas de deporte o actividad física. (1)

Y de acuerdo a esta investigación, en el abordaje de la obesidad infantil es importante incluir recomendaciones sobre regularidad de horarios de comidas y sueño, así como de la distribución calórica a lo largo del día, además de fomentar la práctica del ejercicio.

Por su parte, un análisis publicado en la Revista Chilena de Psiquiatría, Neurología. Infancia y Adolescencia, consultado por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), detalla que el deterioro del sueño (función vital) disminuye la calidad de vida de quien la padece y su familia, además conlleva consecuencias neurocognitivas negativas en la consolidación de la memoria y capacidad de atención durante la vigilia. 

Los resultados del estudio realizado a un grupo de 308 preescolares y adolescentes chilenos para estudiar sus hábitos y trastornos de sueño indicó que 19% de los niños observados presentó dificultad para conciliar el sueño y 85% de estos tenía latencia mayor a 30 minutos (tiempo que tarda una persona en quedarse dormida después de apagar la luz); 6% despertó más de dos veces en la noche teniendo problemas para volver a dormir; 34% consumió bebidas estimulantes y 13% durmió siesta. (2)

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el buen descanso considera tanto a la calidad como a la cantidad y debido a que el sueño es parte de la maduración de los infantes, recomienda que duerman cierta cantidad de horas: de 12 a 16 horas para bebés de hasta un año; entre 11 y 14 horas, de 1 a 2 años; entre 10 y 13 horas, hasta los 4 años de edad; 10 horas diarias los de entre 6 y 11 años y al menos 8 horas durante la adolescencia. (3)

El tratamiento de la obesidad infantil -según los expertos- se basa en una intervención multidisciplinaria que se centra principalmente en el contenido de la ingesta; en reducir un estilo de vida sedentario, involucrar a la familia en el tratamiento y de ser necesario, evaluar y actuar en la esfera sicosocial del niño.

Asimismo, las madres y padres de familia son pieza clave para fomentar hábitos para una buena higiene del sueño en los menores. Diversos expertos recomiendan armar una rutina para la hora de dormir, respetar los horarios, lugares y secuencias para que niñas y niños puedan asociarlos al momento de ir al descanso, así como evitar el uso de pantallas o dispositivos al menos 2 horas antes de ir a la cama.

Fuentes

  1. Relación entre los hábitos alimentarios, los patrones de sueño y la actividad física y el grado de obesidad en niños y adolescentes. Teresa Gavela-Pérez, Alejandro Parra-Rodríguez, Claudia Vales-Villamarín, Pilar Pérez-Segura, Francisco Javier Mejorado, Carmen Garcés, Leandro Soriano-Guillén https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S2530018023001208
  2. Rev. Chil. Psiquiatr. Neurol. Infanc. Adolesc. Volumen 31, No. 1, marzo 2020. Hábitos y trastornos de sueño en población pediátrica: un problema de salud pública. Carmen Paola León Martínez, Marcela Cancino Fernández, Alejandro González Cid, Tomás Mesa Latorre. https://docs.bvsalud.org/biblioref/2022/10/1396129/rev_sopnia_2020-1-21-28.pdf
  3. Sociedad Argentina Pediatría. La rutina del sueño, el mejor aliado para aprender mejor. http://www.sap.org.ar/comunidad-novedad.php?codigo=265

La adolescencia: un periodo especialmente vulnerable a los trastornos alimenticios

  • El trastorno por atracón es el más frecuente entre los adolescentes, en México

La adolescencia es una etapa crucial en el desarrollo físico y emocional, pero también un periodo especialmente vulnerable a los trastornos alimenticios como la anorexia, la bulimia y el trastorno por atracón. 

De acuerdo con la Dra. Griselda Galván Sánchez, psiquiatra especializada en Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), estas enfermedades no pueden atribuirse a una única causa; son el resultado de una interacción compleja de múltiples factores, lo que convierte a cada caso en una situación única.

Entre las señales de alarma que pueden indicar la presencia de un trastorno alimenticio, señaló la especialista en entrevista exclusiva con el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), se encuentran los cambios evidentes en los hábitos de alimentación. 

Por ejemplo, mencionó, un adolescente puede comenzar a mostrar una preocupación excesiva por las calorías o evitar alimentos que antes consumía con gusto. También, es común que desarrolle un interés repentino por el ejercicio físico o que haga comentarios negativos sobre ciertos alimentos y su impacto en el peso. Estas actitudes suelen ir acompañadas de una alta sensibilidad hacia las críticas relacionadas con la apariencia física, lo que refuerza la necesidad de prestar atención a estos comportamientos, destacó.

La Maestra en Ciencias Médicas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) destacó que las experiencias relacionadas con dietas restrictivas, problemas de autoestima o presiones culturales hacia la delgadez son particularmente influyentes. Asimismo, las relaciones familiares conflictivas, las personalidades perfeccionistas o impulsivas, y entornos altamente controladores pueden predisponer a los adolescentes a desarrollar estas enfermedades. 

Sin embargo, aclaró que estos factores no son causas directas. Los comentarios despectivos sobre el peso, las relaciones violentas o las crisis emocionales, por ejemplo, actúan más bien como detonantes que exponen la vulnerabilidad preexistente de la persona.

En México, precisó, el trastorno por atracón es el más frecuente entre los adolescentes, afectando entre el 1.6% y el 1.8% de la población en zonas metropolitanas. Dicho padecimiento se caracteriza por el consumo rápido y compulsivo de grandes cantidades de comida, acompañado de una sensación de pérdida de control, malestar emocional y síntomas de ansiedad o depresión. 

Y a pesar de que la bulimia nerviosa es otro trastorno común, refirió, muchos casos permanecen sin diagnosticar debido a la falta de búsqueda de ayuda profesional, lo que sugiere que la prevalencia podría ser significativamente mayor, subrayó.

La percepción de los adolescentes sobre la alimentación saludable también juega un papel crucial en la relación que desarrollan con la comida. Al respecto, la doctora Galván explicó que, en muchos casos, los jóvenes son educados bajo la influencia de la llamada “cultura de la dieta”, que clasifica a los alimentos como buenos o malos y promueve una obsesión por evitar el azúcar, las grasas y otros elementos clave para una nutrición equilibrada. Esta narrativa no solo distorsiona el verdadero valor nutricional de los alimentos, sino que también fomenta actitudes restrictivas que afectan tanto la salud física como la mental.

En este contexto, la especialista enfatizó la importancia de educar a los adolescentes desde una perspectiva de equilibrio. La alimentación debe entenderse como una herramienta para el autocuidado, evitando extremos que puedan derivar en obsesiones o patrones descontrolados, dijo, toda vez que no se trata de restringir o prohibir ciertos alimentos, sino de aprender a nutrirse de manera adecuada y de acuerdo con las necesidades individuales, siempre considerando el balance entre la salud física, emocional y social, indicó. 

“No hay alimentos que engorden, lo que engorda es frecuencia y cantidad y más bien tenemos que aprender a nutrirnos de una forma adecuada y de acuerdo a las necesidades de cada una de las personas”, agregó.

Para quienes enfrentan un trastorno alimenticio, la experta resaltó la importancia de buscar tratamiento especializado, el cual debe incluir orientación para la familia, con el objetivo de establecer límites saludables en torno a la comida, evitar restricciones extremas y fomentar hábitos que reduzcan las posibilidades de conductas perjudiciales. “Solo con un enfoque integral y basado en evidencia es posible abordar estas condiciones de manera efectiva”.

Reformulación, un avance de la industria de alimentos

  • Mitos de una industria creciente
  • En México, el consumo de alimentos ultraprocesados se incrementó 33.8%

El consumo calórico en los hogares mexicanos ha tenido una tendencia hacia una dieta menos saludable de 2006 a 2022, con un notable incremento del consumo de alimentos ultraprocesados del 33.8% y un mínimo aumento en el consumo de alimentos no procesados en 4.8%, según datos del Reporte de las Economías Regionales del Banco de México. (1)

Ante este panorama, es evidente que la industria de estos alimentos ha crecido de forma significativa, contribuyendo a que los ultraprocesados representen en países de altos ingresos –como Australia o Estados Unidos– entre el 42% y 58% de las calorías consumidas, mientras que en aquellos con bajos y medianos ingresos –como Colombia y México– varían del 16% al 30% de la ingesta energética total. (2)

Al respecto, existen algunos mitos alrededor de este tipo de productos. Por ejemplo, se afirma que “todos los alimentos ultraprocesados son igualmente dañinos”. No obstante, algunos estudios sugieren que ciertos productos reformulados con menos azúcares y grasas no presentan el mismo nivel de riesgo.

Un estudio realizado a más de 1 millón de participantes por más de 30 años, publicado en la revista The Lancet, y consultado por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), revela que no todas las categorías de alimentos ultraprocesados se asocian con efectos negativos en la salud cardiovascular. 

Dicha investigación precisa que reducir el contenido de sodio, grasas saturadas, azúcares añadidos y aditivos cosméticos no esenciales para la salud humana en el pan integral, los cereales fríos y algunos aperitivos salados puede mejorar los beneficios cardioprotectores de las vitaminas, los minerales y la fibra que se encuentran en algunos de estos productos. (3)

Asimismo, se ha demostrado que la fortificación de algunos alimentos puede ofrecer beneficios significativos. Tal es el caso de bebidas lácteas fortificadas con probióticos; pan con hierro y zinc; bebidas isotónicas avanzadas para atletas, así como carbohidratos para lograr energía sostenida, y yogur fortificado con ácido fólico para embarazadas, con vitamina B9. (4)

Por su parte, un  documento  de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre reformulación de productos alimenticios y bebidas para una dieta más saludable, refiere que son 111 países los que han adoptado políticas de reformulación y 75 naciones han establecido límites obligatorios o voluntarios para nutrientes críticos como grasas trans, azúcares y sodio. Cabe señalar que los consumidores aceptan y compran productos reformulados, especialmente aquellos con menos sodio. (5)

Los avances en tecnología alimentaria han permitido mejorar los perfiles nutricionales de productos, sin afectar negativamente su aceptación. Y de igual manera,  las regulaciones y el etiquetado han incentivado un enfoque más responsable por parte la industria de alimentos.

Fuentes

  1. Reporte sobre las Economías Regionales Enero – Marzo 2024. Banxico. https://www.banxico.org.mx/publicaciones-y-prensa/reportes-sobre-las-economias-regionales/%7BC3FA7255-FE4B-B86E-D75C-0FBF133D96C0%7D.pdf
  2. Ultra-processed food exposure and adverse health outcomes: umbrella review of epidemiological meta-analyses. The BMJ. https://www.bmj.com/content/384/bmj-2023-077310
  3. The Lancet Regional Health. Alimentos ultraprocesados.  https://www.thelancet.com/journals/lanam/article/PIIS2667-193X(24)00186-8/fulltext
  4. Alimentos Fortificados: Oportunidades y Desafíos para Productores. Gundo. https://gundo.app/blog/alimentos-fortificados-oportunidades-y-desafios-para-productores
  5. Reformulation of food and beverage products for healthier diets: policy brief. WHO. https://iris.who.int/bitstream/handle/10665/355755/9789240039919-eng.pdf?sequence=1

Cáncer de mama, múltiples factores

  • Octubre, mes de la sensibilización 

Diversos estudios han demostrado que el riesgo de cáncer de mama se debe a una combinación de factores: entre ellos ser mujer y envejecer, ya que la mayoría de los cánceres de este tipo se detectan entre las mujeres de 50 años o más, subraya una publicación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en Estados Unidos (CDC).

Asimismo, se afirma que entre los múltiples factores de riesgo que inciden y no se pueden cambiar, se encuentran las mutaciones genéticas; comenzar los periodos menstruales antes de los 12 años y la menopausia después de los 55; los senos densos; algunas enfermedades mamarias no cancerosas, como la hiperclasia ductal atípica o el carcinoma lobulillar; antecedentes familiares; tratamientos previos de radioterapia y, en algunos casos, en Estados Unidos, por ejemplo, la exposición al medicamento dietilestilbestrol (DES), que se utilizó para prevenir el aborto espontáneo. (1)

Además, una investigación financiada por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, los Institutos Nacionales de Salud y el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer, consultada por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), descubrió que las mujeres que consumían entre 1/4 y 1/3 de taza de leche entera de vaca, por día tenían un 30% más de probabilidades de desarrollar la enfermedad. Una taza por día aumentaba el riesgo en un 50%, y de 2 a 3 tazas se asociaban con un 80% más. (2) 

Por su parte, distintos expertos señalan que hay factores  de riesgo que sí pueden ser modificados, como no ser físicamente activo; tener sobrepeso u obesidad después de la menopausia; consumir hormonas; embarazarse por primera vez después de los 30 años, no amamantar y nunca haber tenido un embarazo a término, así como el consumo en exceso de alcohol y de tabaco. 

Un metaanálisis de 31 estudios, referido por la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, mostró que las mujeres pueden reducir hasta en un 12% la probabilidad de padecer esta enfermedad si incorporan, de manera rutinaria, pequeñas acciones como caminatas, ejercicios cardiovasculares o el yoga. 

Y en ese mismo sentido, dicho estudio sostiene que el control del peso es crucial en la prevención. “Se ha demostrado que cada incremento de 4 pulgadas en la circunferencia de la cintura eleva el riesgo de cáncer de mama posmenopáusico en un 11%”. (3)

Sin duda, el cáncer de mama es uno de los tipos de cáncer más frecuentes a nivel mundial y, también la principal causa de muerte por tumores malignos entre mujeres. En 2020, los casos nuevos de esta enfermedad en la región de América Latina y el Caribe representaron casi una cuarta parte del total a nivel global.

En nuestro país, datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), destacan que durante 2023, la incidencia nacional de esta enfermedad fue de 17.9 casos por cada 100 mil habitantes, siendo Sonora, Chihuahua, Coahuila y Nuevo León las entidades con las tasas más altas. (4)

Fuentes

  1. Breast Cancer Risk Factors. CDC: Centers for Disease Control and Prevention. https://www.cdc.gov/breast-cancer/risk-factors/index.html
  2. Fewer Than 3 of 10 Women Cite Diet When Asked How to Reduce Chances of Breast Cancer. Physicians Committee for Responsible Medicine. https://www.pcrm.org/news/news-releases/fewer-3-10-women-cite-diet-when-asked-how-reduce-chances-breast-cancer
  3. Preventing Cancer. Harvard T.H. Chan School of Public Health – Harvard University. https://nutritionsource.hsph.harvard.edu/cancer/preventing-cancer/
  4. INEGI. https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/aproposito/2024/EAP_LuchaCMama24.pdf

Una microbiota intestinal sana ayuda al metabolismo

  • Los cambios en ella pueden generar alteraciones

La obesidad está estrechamente vinculada a cambios en la microbiota intestinal, lo que puede provocar desequilibrios metabólicos, de acuerdo a un artículo publicado por el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile.

Asimismo, estudios recientes, consultados por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO) han revelado que individuos con obesidad presentan un desequilibrio en la microbiota, conocido como disbiosis, que consiste en la ruptura del delicado equilibrio entre los miles de millones de microorganismos que conforman la microbiota humana y su relación con nuestro cuerpo. 

Este «nuevo órgano» (la microbiota intestinal), como lo clasifican algunos especialistas, es determinante en la adquisición de nutrientes y la regulación de la energía. Se estima que constituye aproximadamente 1 kg del peso corporal total en adultos. 

También, ejerce una mezcla de efectos protectores, estructurales y metabólicos, tanto en el medio intestinal como en los tejidos periféricos; modula el metabolismo, el apetito, así como los ácidos biliares y los sistemas hormonal e inmunológico. 

Las bacterias de la flora o microbiota intestinal desempeñan tareas esenciales en el organismo: lo defienden frente a bacterias, virus o enfermedades; aseguran el buen funcionamiento de nuestro sistema digestivo; colaboran en la producción de vitaminas, y en la correcta absorción de minerales, destaca el portal español de Cinfa Salud. 

Una alimentación inadecuada, malos hábitos de vida, la edad, infecciones víricas o bacterianas, así como algunos tipos de tratamientos, entre ellos, la radioterapia o una cirugía, son factores que pueden alterarla. 

Además, algunos síntomas que pueden identificarse cuando no existe una microbiota equilibrada son: fatiga crónica, distensión abdominal, gases, diarrea, migrañas y ansiedad. 

De igual manera, señalan los especialistas, se pueden padecer problemas de concentración, trastornos cutáneos (acné, eccema), mal aliento (halitosis) y dolor torácico. 

Diversos profesionales de la salud recomiendan mantener una dieta sana y realizar ejercicio, ya que esto impacta en la abundancia de bacterias relacionadas con la mejora del metabolismo y la reducción de la inflamación asociada con la obesidad.

Afirman que es importante mantener una alimentación balanceada, aumentar el consumo de fibra, frutas, verduras, aceite de oliva extravirgen, así como reducir al mínimo las carnes no magras y optar más por pescado, lácteos y sus derivados. Recomiendan también consumir líquidos en abundancia, evitar el tabaco, moderar el consumo de alcohol y café e incluir probióticos en la ingesta diaria.

Fuentes

  1. La conexión entre obesidad, microbiota intestinal y salud integral. 01 de febrero de 2024 https://inta.uchile.cl/noticias/213708/la-conexion-entre-obesidad-microbiota-intestinal-y-salud-integral
  2. The links between gut microbiota and obesity and obesity related diseases. Biomedicine & Pharmacotherapy Volume 147, March 2022. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S075333222200066X
  3. The gut microbiota in obesity and weight management: microbes as friends or foe?. Nature Reviews Endocrinology. 2023. https://www.nature.com/articles/s41574-022-00794-0
  4. Cinfa. Dale vida a tu flora. https://cinfasalud.cinfa.com/p/flora-intestinal/
  5. Disbiosis intestinal: ¿en qué consiste?. https://vivolabs.es/disbiosis-intestinal-en-que-consiste/?srsltid=AfmBOooiaMZY4XYuc77YCG3q9YErJaQ8CAL5-TGvMZz-rlkq7J8GlkVR

¿Qué tan efectivos son los nuevos medicamentos para bajar de peso?

  • Aminoran el apetito y ayudan a controlar el azúcar en la sangre.
  • Todavía son costosos y no aptos para todas las personas.

Diversos especialistas señalan la efectividad de los nuevos fármacos que permiten a las personas con sobrepeso u obesidad bajar hasta en un 20% su peso y de acuerdo con una publicación de Harvard Medical School, consultada por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), destacan: semaglutida (Wegovy), liraglutida (Saxenda) y tirzepatida (Zepbound). (1)

Estos medicamentos, que imitan una hormona (péptido similar al glucagón 1) que ayuda al cuerpo a ralentizar el vaciado del estómago, controlar los niveles de azúcar en sangre y suprimir el apetito -afirman los expertos-, mejoran además, la capacidad para hacer ejercicio y por ende la calidad de vida.

“Pueden incluso afectar el centro de recompensa del cerebro, la parte que te permite comer pastel de chocolate aunque estés lleno; lo que también puede disminuir las conductas adictivas como los antojos de alcohol, azúcar y nicotina”, sostiene la Dra. Carolina Apovian, especialista del Centro para el Control de Peso y el Bienestar del Brigham and Women’s Hospital. 

Han demostrado que pueden reducir significativamente el riesgo de muerte, por causas relacionadas con el corazón en personas con sobrepeso u obesidad, así como con enfermedades cardíacas (o enfermedades cardíacas y diabetes, según el medicamento). 

Respecto a cómo se toman dichos fármacos, cabe destacar que la mayoría se presentan en forma de inyecciones que se aplican a diario o semanalmente. Se introducen en un inyector que se presiona contra el abdomen o el muslo. Hasta el momento, los medicamentos están aprobados para la pérdida de peso únicamente en personas con diagnóstico de obesidad (Índice de Masa Corporal de 30 o más) o un rango superior de sobrepeso (IMC de 27 a 29,9), así como un problema médico relacionado con el exceso de peso, como presión arterial alta o colesterol alto. 

En marzo de este año, en Estados Unidos, se anunció que su programa de seguro médico gubernamental, Medicare, cubrirá esta nueva clase de medicamentos contra la obesidad –incluidos Wegovy y Ozempic (semaglutida)– para pacientes con riesgo de sufrir un derrame cerebral o un ataque cardíaco. 

El precio de lista de Wegovy, por ejemplo, es de alrededor de 16 mil 200 dólares por un suministro de un año. Estos costos tan elevados, para muchas personas, han llevado a que se discuta en ese país, sobre los beneficios a largo plazo y la justificación para pagar ese gasto con dinero de los contribuyentes. (2)

Asimismo, el acceso a este tipo de medicamentos aprobados por la Agencia norteamericana de Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) requiere la supervisión de un profesional médico.

En México, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) advirtió sobre el riesgo de automedicación. “El consumo sin supervisión médica de semaglutida y liraglutida puede causar daño renal, estreñimiento, mareos, taquicardia, infecciones y dolor de cabeza”. (3)

Por su parte la FDA y el Centro de Información de Medicamentos de la Universidad de Córdoba, España, han dado a conocer reportes de farmacovigilancia en los que se notifica que algunos pacientes a quienes se suministraron medicamentos agonistas del receptor GLP-1 (fármacos para la diabetes y pérdida de peso) “desarrollaron pensamientos suicidas y conductas autolesivas”.

Ante la polémica que han causado estos nuevos medicamentos para controlar el sobrepeso y la obesidad, se siguen llevando a cabo intensos estudios y se espera que en los próximos años se modifiquen las recomendaciones sobre quiénes deberían utilizarlos y cómo. Es muy probable que se identifiquen nuevos grupos de personas que podrían beneficiarse de ellos o, por el contrario, personas que podrían correr un riesgo mayor de sufrir efectos secundarios a causa de su uso.

Cabe señalar que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad es una enfermedad crónica que impacta de manera negativa en la vida de quien la padece, y que puede provocar resistencia a la insulina, hipertensión y dislipidemia, al tiempo que está asociada con complicaciones como diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares. (4)

Fuentes

  1. Questions and answers about the new anti-obesity medications. Harvard. https://www.health.harvard.edu/staying-healthy/questions-and-answers-about-the-new-anti-obesity-medications
  2. Can Ozempic be a breakthrough drug and overpriced at the same time?. VOX https://www.vox.com/future-perfect/2024/4/3/24119220/ozempic-wegovy-weight-loss-medicare-coverage-price
  3. Cofepris advierte sobre riesgos de automedicación con fármacos para bajar de peso: se asocia con depresión e ideas suicidas. Cofepris. https://www.gob.mx/cofepris/articulos/cofepris-advierte-sobre-riesgos-de-automedicacion-con-farmacos-para-bajar-de-peso-se-asocia-con-depresion-e-ideas-suicidas
  4. Obesity and overweight. OMS. https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/obesity-and-overweight

Más fibra y menos sal para ayudar a tu corazón

  • Actividad física, dejar de fumar, limitar el alcohol, dormir lo suficiente, controlar el estrés, recomiendan expertos.

La ingesta de fibra, una mejor dieta y consumir menos sal, recomiendan expertos para reducir la presión arterial y los niveles de colesterol y con ello, prevenir enfermedades cardíacas. 

También afirman que mantener una dieta saludable para el corazón es una de las formas más efectivas de reducir estos riesgos, ya que lo que comemos puede influir significativamente en nuestra salud cardiovascular. (1)

Una investigación realizada por la Universidad Deakin en Geelong, Australia, consultada por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), revela que el consumo en exceso de alimentos salados, azucarados, grasosos, de alcohol, cafeína y de productos ultraprocesados se asocia con aproximadamente un 50% más de riesgo de muerte relacionada con padecimientos del corazón. (2)

Cabe destacar que a nivel mundial, 17.9 millones de personas mueren cada año por enfermedades cardiovasculares y en México, de enero a junio de 2023, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las defunciones por enfermedades del corazón se ubicaron como la primera causa de muerte con 97 mil 187 casos. (3)

Un estudio presentado en la reunión anual de la Sociedad Europea de Cardiología en 2023, que utilizó los datos del Biobanco del Reino Unido de más de 500 mil personas de entre 40 y 70 años, advierte que “quienes nunca añaden sal a las comidas tienen un 18% menos de probabilidades de desarrollar fibrilación auricular” (el tipo más común de arritmia causada por un problema en el sistema eléctrico del corazón). (4)

Asimismo, un análisis de la Asociación Americana del Corazón sobre las 10 principales dietas que favorecen una buena salud cardiometabólica encontró que los patrones de alimentación mediterránea pueden adaptarse a diversas prácticas culturales, preferencias alimentarias y presupuestos para permitir que las personas coman de esta manera a largo plazo. (5)

Es decir, una dieta que se basa en comer muchas frutas y verduras frescas, proteínas magras, productos lácteos bajos en grasa, legumbres, frutos secos y aceites vegetales y más fibra, limitando al mismo tiempo los dulces y los alimentos con alto contenido en grasas saturadas, llamada DASH, que corresponde a las siglas en inglés de Enfoques Alimentarios para Detener la Hipertensión (Dietary Approaches to Stop Hypertension), es recomendable para tener un corazón más sano. (6)

Los médicos y especialistas sugieren, además de alimentarse saludablemente, tener un peso corporal adecuado, mantenerse activo físicamente, dejar de fumar, evitar el humo de otros fumadores, limitar el alcohol, dormir lo suficiente, controlar el estrés y realizarse revisiones médicas de forma periódica.  

Fuentes

  1. Eat more fiber-rich foods to foster heart health. Harvard Medical Schoool. https://www.health.harvard.edu/heart-health/eat-more-fiber-rich-foods-to-foster-heart-health
  2. Ultraprocessed foods linked to heart disease, diabetes, mental disorders and early death, study finds. CNN. https://edition.cnn.com/2024/02/28/health/ultraprocessed-food-health-risks-study-wellness/index.html
  3. Estadísticas de Defunciones Registradas.  De enero a junio de 2023. https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2024/EDR/EDR2023_En-Jn.pdf
    Cardiovascular diseases. WHO. https://www.who.int/health-topics/cardiovascular-diseases#tab=tab_1
  4. Salt-free diet ‘can reduce risk of heart problems by almost 20%’. The Guardian. https://www.theguardian.com/science/2023/aug/27/salt-free-diet-reduce-risk-heart-problems-20-per-cent
  5. Here’s how 10 popular diets scored for heart health. https://www.heart.org/en/news/2023/04/27/heres-how-10-popular-diets-scored-for-heart-health
  6. Heart-healthy foods: What to eat and what to avoid. Harvard Medical School. https://www.health.harvard.edu/heart-health/heart-healthy-foods-what-to-eat-and-what-to-avoid

Más dulces que el azúcar

  1. Los edulcorantes artificiales, son seguros y pueden ayudar a reducir o controlar el peso
  2. Son utilizados en diversos alimentos y bebidas

Algunas personas eligen edulcorantes artificiales, ya sea para reducir la cantidad de calorías que consumen, disminuir el uso de azúcar o perder y controlar el peso, y según afirma el Documento de Consenso de la Asociación Americana de Diabetes (ADA), “estos cambios dietéticos podrían afectar de modo beneficioso al control glucémico, de peso y cardiometabólico”. (1)

El consumo de los edulcorantes artificiales en nuestro país ha crecido a una tasa anual de 10.7% y estos sustitutos del azúcar han ido ganando espacio en las preferencias del consumidor industrial y entre las personas que buscan productos bajos en calorías, de acuerdo con un informe de la SAGARPA, consultado por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO). (2)

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha aprobado edulcorantes como aspartamo, acesulfamo potásico, sucralosa, neotame, advantame y sacarina, que son de 200 a 20 mil veces más dulces que el azúcar. (3)

Estos productos son ingredientes utilizados en alimentos y bebidas, comercializados como “sin azúcar” o “dietéticos” y también están disponibles para su uso en el hogar, para hornear o cocinar, según un artículo de la FDA.

De igual manera, son empleados en diversos alimentos y bebidas, entre ellos, pastillas para el aliento, bebidas refrescantes, cereales, chicle, siropes saborizados para café, productos de agua con sabor, hielo congelado, cremas de fruta para untar, caramelos duros, helado, té, mermeladas, jaleas, mezclas de jugos, mousse, goma de mascar, así como tortas, barras nutritivas, pudín, caramelos, galletas, cátsup, yogures y gelatinas sin azúcar añadida. (4)

La Food and Drug Administration, así como otras agencias de salud gubernamentales supervisan y controlan los ingredientes de los sustitutos de azúcar, y sugieren la cantidad que puede usarse de forma segura todos los días, lo cual varía según el peso y las características de la persona y el tipo de sustituto elegido. 

Y si bien nutriólogos y médicos especialistas señalan a los edulcorantes como seguros en cantidades limitadas para la mayoría de los adultos sanos, coinciden en que lo más importantes llevar una alimentación saludable y hacer ejercicio. (5)

Fuentes

El agua, aliada ideal para estar en forma y luchar contra la obesidad

  • Una persona requiere 100 litros de agua al día, aprox.

La población urbana en todo el mundo se duplicará para el año 2050, de acuerdo a proyecciones del Banco Mundial, y esta situación tendrá  mayores implicaciones en la demanda del agua en las ciudades, ya que se estima que una persona requiere de aproximadamente 100 litros de agua al día, para satisfacer sus necesidades, tanto de consumo como de higiene. (1)

Diversos estudios consultados por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), consideran que el grave problema del agua es causado, principalmente, por el crecimiento demográfico, el cambio climático, el uso agrícola, la contaminación, la sobreexplotación de acuíferos y las deficiencias en la gestión del vital líquido. (2)

El agua es aliada ideal para estar en forma y clave para luchar contra la obesidad, por ello, la importancia de su cuidado y mejor aprovechamiento. La actividad física, una nutrición sana y una hidratación adecuada contribuyen a mantener un cuerpo saludable.

Constituye más de las dos terceras partes del cuerpo humano y además de servir como lubricante y componente de la saliva y los líquidos que rodean las articulaciones, el agua regula la temperatura corporal a través de la transpiración.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sobrepeso y la obesidad son el quinto factor de riesgo a nivel mundial y existe evidencia de la relación intrínseca entre bajo consumo de agua y altos niveles de sobrepeso. (3)

Un estudio basado en bancos de información del programa National Health and Nutrition Examination Survey, en el que se recopiló información sobre la dieta de 9 mil 500 adultos estadounidenses, pudo observar que el 33% de estas personas no estaban debidamente hidratadas y hallaron una relación entre este factor y el sobrepeso: las personas que no tomaban suficiente agua poseían mayores índices de masa corporal (IMC).

Los especialistas indican que la cantidad mínima necesaria para hidratar el cuerpo es de ocho vasos por día, para tener una buena diuresis y para no deshidratarse, entre otras razones. Beber agua también aumenta la dopamina (hormona del placer) y ayuda a perder peso. 

Fuentes

  1. Economía circular, una oportunidad para transformar los servicios de agua urbanos https://www.worldbank.org/en/news/feature/2021/09/16/circular-economy-an-opportunity-to-transform-urban-water-services
  2. AQUASTAT. Sistema de Difusión. https://data.apps.fao.org/aquastat/?lang=en
  3. Hydration for Health. Hidratación saludable y obesidad. https://www.hydrationforhealth.com/es/hidratacion-por-que/hidratacion-y-salud/lista-hidratacion-y-salud/articulo-hidratacion-saludable-y-obesidad/

Una dieta más sana y un planeta más saludable

  • Más del 55% del calentamiento global se puede evitar a partir de nuevos enfoques sobre nuestra alimentación.

El consumo mundial de alimentos por sí solo podría agregar casi 1°C al calentamiento global para el año 2100, y el 75% de este calentamiento es impulsado por alimentos que son altas fuentes de metano (carne de rumiantes, lácteos y arroz), de acuerdo con una investigación publicada en la revista científica Nature

Dicho estudio señala también que más del 55% del calentamiento global previsto se puede evitar mediante mejoras simultáneas en las prácticas de producción, así como la adopción universal de una dieta saludable y la reducción del desperdicio de alimentos a nivel de consumidores y minoristas.

Asimismo, esta publicación, consultada por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), detalla cómo diversos especialistas diseñaron un modelo para la evaluación del cambio climático, en la que se integró información desde el año 1765 a la fecha, para poder crear distintos escenarios rumbo al 2100 que permitan evaluar y tomar acciones sobre la producción y consumo de alimentos en el mundo, así como el manejo y emisión de los distintos gases de efecto invernadero. (1)

Es importante saber cómo y dónde se producen los alimentos, ya que en distintas condiciones pueden tener enormes diferencias en el impacto ambiental. Por ejemplo, el ganado vacuno criado en tierras deforestadas es responsable de 12 veces más emisiones de gases de efecto invernadero que aquellos criados en pastos naturales. Este tipo de carne proveniente de América del Sur produce, en promedio, 3 veces más gases de efecto invernadero que la carne producida en Europa y utiliza 10 veces más tierra. (2)

En el mismo sentido, la Secretaría especial de Cambio Climático de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) han estimado que los alimentos generaron hasta un 37% de las emisiones provocadas por el hombre. 

Por su parte, una investigación dirigida por Sam Myers, director de la Alianza para la Salud Planetaria de la Escuela Chan de Harvard, descubrió que al exponer cultivos alimentarios como el trigo, el maíz, el arroz y la soja a los niveles de CO2 previstos para 2050, las plantas pierden hasta un 10% de su zinc, el 5% de su hierro y el 8% de su contenido de proteínas. 

“Las decisiones que tomamos todos los días (cómo calentamos nuestros hogares, qué comemos, cómo nos desplazamos, qué elegimos comprar) están haciendo que nuestros alimentos sean menos nutritivos y poniendo en peligro la salud de otras poblaciones y generaciones futuras”, resalta Myers. (3)

Respecto a cómo ayudar a aminorar el impacto en el mundo por la producción de alimentos, la Comisión EAT-Lancet ha presentado, a partir de evidencia científica, una dieta especial denominada “La dieta de la salud planetaria”, en la que se sugieren pautas para rangos de diferentes grupos de alimentos que, en conjunto, constituyen un régimen alimenticio óptimo para la salud humana y la sostenibilidad ambiental. 

Esta dieta hace hincapié en una mayor ingesta de plantas, cereales integrales, frutas, verduras, nueces y legumbres; porciones significativamente menores de carnes y lácteos. Y considerando que el adulto medio necesita 2 mil 500 kcal al día, esta cantidad variará según la edad, el sexo, los niveles de actividad y los perfiles de salud, ya que el consumo excesivo es un desperdicio de alimentos, con costos tanto para la salud como para el medio ambiente. (4)

Fuentes

  1. Calentamiento futuro debido al consumo global de alimentos. https://www.nature.com/articles/s41558-023-01605-8
  2. Calculadora de alimentos para el cambio climático. https://www.google.com/url?q=https://www.bbc.com/news/science-environment-46459714&sa=D&source=docs&ust=1712341484261870&usg=AOvVaw2CpM1aLjzyNVZfk8TrKnKU
  3. Cambio climático y nutrición  https://www.hsph.harvard.edu/c-change/subtopics/climate-change-nutrition/   
  4. La dieta de la salud planetaria. https://eatforum.org/eat-lancet-commission/the-planetary-health-diet-and-you/
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