México, principal productor de mantequilla en América Latina

  • El consumo en exceso de grasas saturadas puede elevar el colesterol.

México se ubicó como el principal productor de mantequilla en América Latina, con un volumen total de 236 mil toneladas producidas, por encima de Brasil, con 83 mil, y de Argentina, cuya producción ascendió a las 52 mil toneladas métricas, en 2022, de acuerdo con el portal de estadística Statista, consultado por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO). (1)

A nivel mundial, se estima que el tamaño del mercado de mantequilla alcanzó los 30 mil millones de dólares en 2023 y se espera que crezca a una tasa compuesta anual del 3.7% para alcanzar los 36.2 mil millones, en 2028. Los líderes del mercado son Fonterra Co-operative Group, Dairy Farmers of America, Ornua Co-operative Ltd., Land O’ Lakes, Inc., y Arla Foods Amba, según un informe de la empresa de investigación de mercado Mordor Intelligence. (2)

Asimismo, el consumo de mantequilla en nuestro país, en 2023, fue de aproximadamente 268 mil toneladas, un aumento del 1.5%, en comparación con 2022, siendo el sector hotelero y restaurantero el principal impulsor del consumo de este lácteo; en tanto que los procesadores de alimentos y el sector de panadería consumen alrededor del 80% del suministro de mantequilla, señala el boletín informativo del Consejo Nacional Agropecuario. (3)

En el mercado mexicano, las marcas de mantequilla que compiten entre las preferencias de los consumidores son: GloriaChipilo sin sal, Golden Hills sin sal, Soriana con y sin sal, y la mantequilla untable Lyncott.

Pero este alimento tan popular y atractivo, que se encuentra en las mesas de casi todos los restaurantes mexicanos tiene un alto contenido de grasa saturada que, en exceso, puede elevar los niveles de colesterol e incrementar la posibilidad de desarrollar enfermedades cardíacas, asegura una publicación del servicio informativo MedlinePlus.

El sitio médico especializado refiere que algunos tipos de grasas son más saludables para el corazón que otras, y que el consumo excesivo de mantequilla y de otras grasas de origen animal no suele ser el más recomendable en el cuidado de la salud.

Un estudio de calidad presentado por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) menciona que si bien la mantequilla aporta vitaminas A, E y D, al ser un derivado de la leche, también contiene colesterol: aproximadamente 30 miligramos en una cucharada de mantequilla.

Para reducir el riesgo de desarrollar enfermedades no trasmisibles, la Organización Mundial de la Salud (OMS), sugiere limitar el consumo de grasas saturadas a menos del 10% de la ingesta calórica diaria, y el de grasas trans a menos del 1%. (La mayoría de grasas saturadas provienen de productos alimenticios animales: mantequilla, quesos y carne roja; y las grasas trans se encuentran en muchos alimentos procesados y empaquetados: galletas, tartas, pasteles, bizcochos, pan dulce y donas). 

Diversos expertos en nutrición recomiendan remplazar alimentos altos en grasas saturadas y grasas trans, por alimentos que tienen grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas, por ejemplo: utilizar aceite de cártamo o de oliva en lugar de mantequilla; preguntar en qué tipo de grasas se cocinan los alimentos cuando coma en un restaurante; evitar los alimentos fritos, empaquetados y procesados; remplazar las carnes rojas por pollo sin piel o pescado, algunos días de la semana, y sustituir los lácteos enteros con leche, yogur y queso bajos en grasas o desgrasados.

Fuentes:

  1. Indexmundi. Producción de lácteos, Mantequilla de México. https://www.indexmundi.com/agriculture/?pais=mx&producto=mantequilla&variable=produccion&l=es
    Producción de mantequilla en países seleccionados de América Latina en 2022. https://es.statista.com/estadisticas/1300490/america-latina-volumen-de-produccion-de-mantequilla-por-pais/
  2. Tamaño del mercado de mantequilla y análisis de acciones, tendencias y pronósticos de crecimiento(2023-2028). https://www.mordorintelligence.com/es/industry-reports/butter-market
  3. Boletín informativo del Consejo Nacional Agropecuario “En Contacto”. https://cna.org.mx/wp-content/uploads/2023/09/encontacto_30ago2023.pdf

Con las fiestas decembrinas, más gasto y más peso

  • Durante diciembre, se incrementa el gasto de las familias mexicanas.
  • Es el mes en el que más se consume cerveza, brandy, ron, tequila y destilados de agave.

Durante diciembre, los hogares mexicanos gastan un 27% más que en el resto del año y se estima que cada familia destina, en promedio, entre 2 mil y 5 mil pesos en la compra de ingredientes e insumos para la cena navideña, de acuerdo con un estudio realizado por Nielsen Consumer Facts. (1)

Los banquetes, brindis y cenas rompen con la rutina y traen consigo normalmente un exceso de calorías que, en promedio, puede provocar un aumento de peso corporal de entre 3 y 5 kilos, en esta temporada. El sobrepeso y la obesidad pueden, en consecuencia, ocasionar altos niveles de glucosa, colesterol y triglicéridos y, en algunos casos, hipertensión. (2)

Una encuesta realizada por la BBC News Mundo, consultada por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), refiere que en México la tradición culinaria del mes de diciembre es comer los platillos típicos como: romeritos, pozole, pavo, pierna de cerdo, tamalitos, bacalao, ponche de frutas y ensalada de manzana. (3)

Y respecto a los alimentos relacionados con la preparación de los platillos para las festividades a los que se les destina más dinero, la consultora especializada Kantar señala que son: cóctel de frutas en almíbar, que crece sus ventas en un 42%, el pimiento morrón 24% y las cremas lácteas 19%.

Asimismo, afirma que diciembre es el mes en el que más se consume cerveza, brandy, ron, tequila y destilados de agave, whisky, vodka y ginebra. Y destaca que del  total del volumen de cerveza que se compra en el último mes del año, el 52% se compra entre los días 21 y 31.

Ante la epidemia de sobrepeso y obesidad y las enfermedades que conllevan, los expertos aconsejan,   además de no consumir nada en exceso, elegir alimentos bajos en grasa, en la medida de lo posible; revisar las etiquetas de los alimentos para conocer el contenido de grasa y azúcar; medir las porciones en los platos; tener actividad física; incluir frutas y verduras en la dieta, así como limitar el consumo de alcohol y priorizar el agua natural.

Fuentes

  1. Disfruta de las fiestas decembrinas, sin afectar tu economía. https://principal.com.mx/herramientas/boletines/no-afectes-tu-economia#:~:text=De%20acuerdo%20con%20un%20estudio,a%20los%20cr%C3%A9ditos%20al%20consumo.
  2. Hasta cinco kilos de peso se puede aumentar en las fiestas de Fin de Año. https://www.imss.gob.mx/prensa/archivo/201712/393
  3. Recetas para Navidad: ¿qué se come en los países de América Latina y de dónde viene esa tradición? https://www.bbc.com/mundo/noticias-59692163#:~:text=Romeritos%2C%20pozole%2C%20pavo%2C%20cerdo,la%20carta%20navide%C3%B1a%20de%20M%C3%A9xico.

Pan de muerto, una tradición… con muchas calorías

  • Del 27 de octubre al 1 de noviembre, los días con mayor cantidad de ventas.
  • El consumo en exceso de carbohidratos aumenta el riesgo de desarrollar algunas enfermedades.

En las celebraciones del “Día de Muertos” en México, el pan es uno de los elementos tradicionales que no puede faltar para recordar a los seres queridos y se estima que 8 de cada 10 mexicanos compra “pan de muerto” para colocarlo sobre la ofrenda o para comerlo con chocolate caliente, de acuerdo a la empresa global de datos Kantar

Una encuesta realizada por el portal de estadísticas Statista, consultada por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), señala que en nuestro país, aproximadamente el 94% de las y los entrevistados afirmaron consumir pan de muerto. Hoy se pueden encontrar diferentes opciones, entre las que destacan el tradicional, de ajonjolí, con algún relleno y tipo gourmet, elaborados con harina de trigo y azúcar como sus principales ingredientes. 

La venta de este tipo de pan en las tiendas de autoservicio representa el 13% de las ventas de pan durante la temporada, en tanto que los días en los que más se compra son del 27 de octubre hasta el 1 de noviembre, siendo las presentaciones individuales las más buscadas, destaca un estudio realizado por la empresa de información, datos y medición de mercados, Nielsen. (1)

Y si bien este producto es tan popular en la mesa de las y los mexicanos, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) alerta que una porción de pan de muerto tradicional (100 gramos) contiene 53.2 gramos de carbohidratos; 17.7 gramos de grasas; 36 miligramos de colesterol; 329 miligramos de sodio y 417 kcal, y si se acompaña de una taza de leche con chocolate, se suman otras 200 kcal. (2)

La Organización Mundial de la Salud (OMS), por su parte, recomienda un aporte de 2,000 a 2,500 kcal al día para el hombre y de 1,500 a 2,000, para la mujer, ya que el consumo en exceso de carbohidratos en alimentos con altos contenidos de almidón o azucarados puede incrementar la cantidad de calorías totales, y llevar a un aumento de peso. 

Asimismo, los especialistas asocian el consumo elevado de azúcares con diversas patologías, como obesidad, alteraciones hepáticas, diabetes, enfermedad cardiovascular, hígado graso, entre otras, y recomiendan hábitos de vida saludables y una dieta equilibrada. 

Fuentes

  1. Nielsen. Especial día de muertos. https://www.nielsen.com/pt/insights/2019/especial-dia-de-muertos/
  2. IMSS. Información nutrimental del Pan de Muerto. https://twitter.com/Tu_IMSS/status/1189196944704360448   

Mexicanos, campeones en consumo de calorías 

  • Productos ultraprocesados como galletas, pasteles, snacks, salsas, caramelos, cereales endulzados y yogures, los preferidos.

México se ubica como el país que compra más calorías al día, a nivel global, con un promedio de mil 928 calorías per cápita, lo que significa 380 calorías más de las que adquiere una persona estadounidense y por arriba del consumidor mundial, que compra 765 calorías diarias, de acuerdo al informe Passport: Nutrition de la firma Euromonitor, que señala también, que en nuestro país el 40% de las calorías compradas provienen del pan industrializado.

Asimismo, especialistas del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán detallaron que cada mexicano compra 212 kilogramos de alimentos industrializados al año; ubicándose como el país con la mayor venta y distribución de productos ultraprocesados en América Latina y el cuarto consumidor a nivel mundial. 

Por su parte, un documento de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) sobre alimentos y bebidas ultraprocesadas en América Latina, consultado por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), revela que los principales productos ultraprocesados de los que los mexicanos obtienen más calorías son las galletas, pasteles, snacks, salsas, caramelos, cereales endulzados, bebidas azucaradas y yogures. (1)

También, un reportaje especial de la revista National Geographic destaca que los mexicanos consumen hoy casi el doble de azúcares y grasas que hace 50 años. 

Este contexto, refiere la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, (FAO), deriva de los cambios dietéticos provocados por la urbanización y sus efectos como son los nuevos patrones de trabajo y ocio. “Se observa una dieta de mayor densidad energética con un papel más importante para las grasas y los azúcares añadidos en los alimentos, una mayor ingesta de grasas saturadas (principalmente de fuentes animales), así como una reducción de carbohidratos complejos y fibra dietética, y menor consumo de frutas y verduras”. (2)

Respecto a los efectos adversos del consumo excesivo de productos ultraprocesados, un artículo publicado en la revista científica Cell Metabolism sostiene que estos facilitan comer en exceso, así como el desarrollo de la obesidad, que “puede resultar en un comportamiento alimentario patológico al ​​distorsionar la señalización intestino-cerebro”. 

Y de acuerdo al sitio Harvard Health Publishing, para mejorar la salud y equilibrar el consumo de calorías, los especialistas recomiendan estrategias como la reducción de porciones. Sin embargo, dicha táctica se complica con los productos ultraprocesados –aseguran-, pues aún en cantidades pequeñas pueden rebasar el límite de calorías recomendadas. 

De igual manera, la Organización Mundial de la Salud (OMS) mantiene recomendaciones de ingesta calórica con la finalidad de evitar lo que considera un “aumento de peso malsano” y a pesar de que sostiene que depende del sexo, edad y peso, especialistas hacen un cálculo genérico: entre mil 600 y 2 mil calorías al día para las mujeres, y para los hombres entre 2 mil  y 2 mil 500. (3)

Fuentes

  1. Alimentos y bebidas ultraprocesados en América Latina: ventas, fuentes, perfiles de nutrientes e implicaciones. https://iris.paho.org/handle/10665.2/51523
  2. Global and regional food consumption patterns and trends. FAO. https://www.fao.org/3/ac911e/ac911e05.htm
  3. Alimentación sana. OMS. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/healthy-diet

Embarazo y obesidad, combinación de alto riesgo

  • 21 millones de mujeres en México padecen sobrepeso u obesidad.

Los riesgos a la salud cuando una mujer está embarazada y también tiene sobrepeso u obesidad pueden acrecentarse, de manera importante, no solo en la progenitora, sino también en la formación, desarrollo y crecimiento del bebé, señala una investigación publicada en la revista Ginecología y Obstetricia de México, consultada por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), en el marco del Día de las Madres.

Dicha publicación refiere que entre las complicaciones para las mujeres embarazadas que presentan obesidad, están la amenaza de aborto, diabetes e hipertensión, mientras que en sus hijos en el periodo perinatal (entre la semana 28 de gestación al séptimo día de vida fuera del útero) esta condición puede derivar en: una baja puntuación en el exámen Apgar (examen rápido que se realiza al primer y quinto minuto después del nacimiento del bebé), macrosomía, malformaciones y mayor necesidad de ingresos a cuidados intensivos. (1)

Aunado a esto, el Instituto Nacional de la Salud infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver, de Estados Unidos, advierte que dicha condición en las mujeres gestantes también puede aumentar en aproximadamente un 15% la probabilidad de que el bebé nazca con un defecto cardíaco, así como mayor riesgo de que desarrolle obesidad y diabetes tipo 2 a lo largo de su vida. (2)

[…] entre las complicaciones para las mujeres embarazadas que presentan obesidad, están la amenaza de aborto, diabetes e hipertensión […]

Sobre este mismo tema, la revista médica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) publicó los resultados de una investigación en la que hubo hallazgos importantes, entre ellos, que una madre con sobrepeso u obesidad tiene 1.4 veces mayor riesgo de preeclampsia, hasta 2.14 veces mayor riesgo de que su parto sea inducido y 1.16 veces mayor riesgo de hemorragia posparto, mientras que la infección genital es 1.24 veces más probable y la infección de la herida quirúrgica lo es 1.27 veces mayor. (3)

Cabe destacar que de acuerdo con la Federación Mundial de la Obesidad, México ocupa el 5º lugar de obesidad en el mundo, con 21 millones de mujeres que la padecen, lo que significa una prevalencia del 41% entre ellas, y 15 millones de hombres con una prevalencia del 31%. Se estima que para 2030, el 36.8% de las personas del país tengan obesidad, con un incremento anual del 1.6%.  Esto equivale a más de 35 millones de adultos para la siguiente década. La Federación clasifica esta cifra como muy alta. (4)

Un estudio difundido por The British Medical Journal detalla que el consumo materno de alimentos ultraprocesados ​​por parte de la madre durante el proceso de crianza se asoció con un mayor riesgo de sobrepeso u obesidad en la descendencia, datos que, según los especialistas, respaldan la importancia de apuntalar las recomendaciones dietéticas para mejorar la nutrición de las mujeres en edad reproductiva y salud en sus hijas e hijos. (5)

De acuerdo a los especialistas de Mayo Clinic es importante tener en cuenta el peso previo al embarazo, el Índice de Masa Corporal (IMC) y acudir a un médico para determinar cuánto peso se debe aumentar durante el proceso de embarazo; asimismo, recomiendan pautas que pueden ofrecer una guía, por ejemplo, durante un embarazo de un solo bebé y en el cual la madre tenga un IMC mayor a 30, el aumento de peso recomendado es de 5 a 9 kilogramos, mientras que cuando el embarazo es múltiple, con una madre con un IMC mayor a 30, se estima entre 11 y 19 kilogramos, aunque los expertos también consideran que en lugar de centrarse en el aumento de una cantidad específica de peso, lo fundamental es evitar el aumento excesivo de peso durante el embarazo. (6)

Fuentes

  1. Obesidad y sus complicaciones maternas y perinatales. Revista de Ginecología y Obstetricia de México. Julio 2021. https://ginecologiayobstetricia.org.mx/articulo/obesidad-y-sus-complicaciones-maternas-y-perinatales
  2. ¿El sobrepeso y la obesidad afectan el embarazo? Instituto Nacional de la Salud infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver. https://espanol.nichd.nih.gov/salud/temas/obesity/informacion/preguntas-embarazo#:~:text=Las%20mujeres%20que%20tienen%20sobrepeso,probabilidad%20de%20parto%20por%20ces%C3%A1rea.&text=La%20diabetes%20gestacional%20es%20la%20diabetes%20que%20comienza%20durante%20el%20embarazo.
  3. Índice de masa corporal pregestacional y riesgo de eventos adversos maternos. Revista médica del Instituto Mexicano del Seguro Social. http://revistamedica.imss.gob.mx/editorial/index.php/revista_medica/article/view/2549/3968#:~:text=documentan%20en%20la%20madre%20con,lo%20es%201.27%20veces%20m%C3%A1s
  4. México ocupa el 5º lugar de obesidad en el mundo. https://alianzasalud.org.mx/2022/03/mexico-ocupa-el-5o-lugar-de-obesidad-en-el-mundo/#:~:text=millones%20para%202030.-,México%20ocupa%20el%205º%20lugar%20de%20obesidad%20en%20el%20mundo,un%20incremento%20anual%20del%201.6%25.
  5. Maternal consumption of ultra-processed foods and subsequent risk of offspring overweight or obesity: results from three prospective cohort studies. The British Medical Journal. https://www.bmj.com/content/379/bmj-2022-071767
  6. Embarazo y obesidad: infórmate sobre los riesgos. Mayo Clinic. https://www.mayoclinic.org/es-es/healthy-lifestyle/pregnancy-week-by-week/in-depth/pregnancy-and-obesity/art-20044409

Bioquímica nutricional, enfoque especializado para atajar sobrepeso y obesidad: Julián Murillo

  • Comprender a fondo el funcionamiento de los órganos y sus procesos permite establecer estrategias más precisas.

El sobrepeso y la obesidad se caracterizan porque se presenta un proceso inflamatorio constante y continuo que al tener un abordaje desde lo metabólico y bioquímico para su comprensión respecto a la causa, el diagnóstico y el tratamiento, abre la posibilidad de diseñar una intervención más precisa y de mayor efectividad desde un punto de vista alimentario y nutricional.

Así lo señaló en entrevista exclusiva para el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), Óscar Julián Murillo Torres, Nutricionista Dietista, quien se refirió a la bioquímica como una ciencia que puede ayudar para conocer cuáles son los principios y fundamentos metabólicos, así como comprender su fisiopatología y por ende, determinar el mejor manejo individualizado de un paciente.

Respecto a la forma en que esta nueva perspectiva permite ahondar en el funcionamiento del cuerpo, sus sistemas y sus órganos para comprender mejor la condición del sobrepeso y la obesidad, destacó que es posible analizar “cómo a partir de los nutrientes obtenidos de los alimentos, es posible disminuir ese fenómeno proinflamatorio, por ejemplo, por parte de antioxidantes como flavonoides, vitaminas (A,D,E y C), de ciertos minerales como selenio y zinc que, sirven para que algunas enzimas puedan neutralizar esas condiciones proinflamatorias y prooxidantes”.

El también Coordinador de la Licenciatura en Nutrición en la Universidad Anáhuac de Puebla detalló que esa es la gran aplicación de la bioquímica al sobrepeso y la obesidad, que se considera un síndrome, es decir, una alteración de múltiples sistemas donde el paciente tiene afectaciones en diferentes niveles, lo cual permite comprender e intervenir de manera acertada en un tratamiento.

“La comprensión a fondo del funcionamiento normal de nuestro cuerpo nos facilita identificar cuando no funciona o se altera ese proceso y por ende da una oportunidad para hacer una intervención terapéutica en el campo de la nutrición, de acuerdo con las necesidades individuales de cada paciente” explicó el Maestro en Bioquímica.

Asimismo, mencionó que gran parte del origen del sobrepeso y la obesidad está relacionado con hábitos, estilos de vida, así como factores de diferentes tipos, como genéticos, medioambientales, psicológicos, culturales, políticos y económicos, entre otros. Sin embargo, la consecuencia de estos padecimientos es netamente metabólica.

Finalmente, el experto recomendó a las personas que quieren mejorar sus hábitos alimenticios acudir a un profesional de la nutrición y no dar credibilidad a la información que carece de sustento; al iniciar un tratamiento, no desesperarse por alcanzar resultados rápidamente, y optar por alimentos naturales en la dieta diaria.

¿Es la obesidad una enfermedad genética?

Las prevalencias de sobrepeso y obesidad a nivel mundial y en México siguen aumentando. En México, en ciertas regiones y grupos de edad, cerca del 80% de las personas padecen sobrepeso y obesidad. La norma oficial mexicana 008, que establece acciones para el tratamiento y control de la obesidad y sobrepeso, define obesidad como: “La enfermedad caracterizada por el exceso de tejido adiposo en el organismo”.

En el marco del Día Mundial de la Obesidad a conmemorarse este 4 de marzo es clave hacernos algunas preguntas: ¿Que hace que el cuerpo almacene un exceso de tejido adiposo? Existe consenso científico respecto a que el tipo de obesidad más común se trata de una enfermedad compleja y multifactorial, entre ellos factores genéticos, conductuales y ambientales que influyen en cómo un individuo responde no solamente a la dieta sino también a la actividad física (1).

Al igual que para muchas otras enfermedades, factores genéticos como ambientales determinan el riesgo de padecer obesidad. Para esta enfermedad, la sociedad en general, considera más relevantes los factores ambientales como la alimentación y actividad física, que los factores genéticos. ¿Es correcto esto? ¿Qué tanto influyen nuestros genes en el riesgo de padecer obesidad?. En esta colaboración, responderemos a estas preguntas. 

Por un lado la gran mayoría de los mexicanos vivimos en ambientes “obesogénicos” es decir entornos que nos ponen en riesgo a padecer obesidad: falta de parques, inseguridad, alta disponibilidad de alimentos calientes, estrés, sedentarismo, alto costo de alimentos no procesados, entre otros. Sin embargo, no todos padecen obesidad. Esto sugiere que hay factores genéticos en ciertas personas que los protegen de esta enfermedad y en otras personas que los ponen en más riesgo.

Otra observación que sugiere que los factores genéticos son relevantes en la obesidad, es la presencia frecuente de obesidad en familias. Se sabe que tener un padre o madre con obesidad incrementa el riesgo de padecer obesidad en la edad adulta.

La heredabilidad de varias características corporales (llamados fenotipos) asociados a la obesidad, como peso corporal, porcentaje de grasa corporal, o masa libre de grasa, concentraciones circulantes de adipocitocinas, y otros marcadores de inflamación, ha sido demostrada en investigaciones en diferentes poblaciones y grupos de edad.

También estudios en gemelos idénticos han demostrado que aun cuando los gemelos viven en ambientes diferentes, su composición corporal se asocia más con la de sus padres biológicos que con la dieta/actividad física que adquieran mientras crecen.

Con los avances científicos en las últimas décadas, una gran cantidad de estudios se han realizado con el objetivo de estudiar la relación de los genes con la obesidad. (2)

Con base a estos estudios genéticos, se ha clasificado la obesidad en dos grandes grupos (2):

Obesidad monogénica. En este tipo, que es muy rara, la obesidad se presenta en etapas muy tempranas de la vida y se asocia a alteraciones (mutaciones) en un solo gen (instrucción) que codifica una proteína específica, muchas veces asociada a la saciedad; es decir, las personas comen de forma exagerada ya que las señales de saciedad son defectuosas. Muchas veces este tipo de obesidad se asocia a síndromes complejos que presentan la obesidad como parte del cuadro clínico y que generalmente va acompañado con varios tipos de discapacidades.

Obesidad poligénica. La más común. Se considera que en la mayoría de los casos de obesidad, una multitud de genes están involucrados; cada uno “cooperando” un poco con la problemática. Se han reportado más de 120 genes que han sido asociados a variables corporales asociadas con la obesidad como la composición corporal, gasto de energía, distribución de grasa corporal, etc. Algunos de los genes, más estudiados son: los receptores adrenérgicos β2 y β3 (ADRβ2, ADRβ3), la adiponectina (AC DC), el receptor de leptina (LEPR), el factor de transcripción receptor proliferador de peroxisomas activados gamma (PPAR) y las proteínas desacopladoras de la fosforilación oxidativa 1, 2 y 3 (conocidas como UCP-1, 2 y 3, respectivamente). Una variante en el gen ADRβ3, se ha asociado con ganancia de peso, obesidad y resistencia a la insulina en indios Pima, México-americanos, franceses y finlandeses, y niños chinos. Sin embargo, otros estudios no encontraron asociación alguna con la adiposidad. También una mutaciones en el gen receptor de leptina (LEPR) se ha asociado a la obesidad y anormalidades metabólicas y hemodinámicas relacionadas en adolescentes mexicanos, mientras que otra mutación en el gen denominado PPARγ se ha asociado con mayor índice de masa corporal en población mexicana y amerindia. Otro gen que se ha estudiado recientemente es el denominado FTO (en inglés, fat obesity), una variante común de este se ha asociado en varios estudios con el índice de masa corporal y la diabetes tipo 2 tanto en adultos y niños. Un artículo reciente (3) reporta que una mutación en este gen se asoció con un mayor perímetro de cintura en sujetos colombianos.

Investigaciones recientes concluyen que algunos factores genéticos son riesgos relevantes para esta enfermedad. Lo que refuerza la importancia de realizar acciones de prevención a nivel individual, familiar y colectivo.

El sobrepeso y la obesidad, son condiciones que se relacionan con varios factores, incluyendo la susceptibilidad genética, aspectos psicológicos, sociales y metabólicos.

La obesidad incrementa de forma importante el riesgo para desarrollar varias comorbilidades tales como: hipertensión arterial, diabetes mellitus tipo 2, enfermedades cardiovasculares, renales, motoras, digestivas y cerebrovasculares, así como algunos cánceres, en particular en mama, endometrio, colon, próstata, entre otros padecimientos.

Recordemos que el ambiente puede modificar la forma en que los genes se expresan, el llamado efecto epigenético. Considera esta analogía: imagínate dos automóviles; uno menos resistente que otro, equivalente a dos personas una con una mayor susceptibilidad genética, que participan en una carrera en una pista con muchos “baches”. Los “baches” siendo los ambientes “obesogénicos” de la sociedad actual. El automóvil más robusto puede caer en más baches sin ser afectado, pero si cae en muchos, dejará de funcionar. Por otro lado, el automóvil “más susceptible” debe de tener más cuidado y evitarlos (equivalente a tener buenos hábitos de vida), si lo hace, podrá terminar y hasta ganar la carrera de tener una vida plena y saludable.

Referencias

(1) Bol. Med. Hosp. Infant. Mex. vol. 65 no. 6 México nov./dic. 2008

(2) Nat Rev Genet 23, 120–133. 2022

(3) Colomb. Med. vol. 53 no. 2 Cali jan./june 2022 Epub June 14, 2022

Dr. Guillermo E. Arteaga Mac Kinney

Doctor en Ciencias de Alimentos por la University of British Columbia. Profesor investigador de la Universidad de Sonora y colaborador del Laboratorio de Datos contra la Obesidad.

¿Nacemos o nos hacemos obesos?

  • La genética juega un papel relevante entre quienes padecen esta condición crónica.
  • 4 de marzo, Día Mundial de la Obesidad.

A pesar de que no hay consenso entre los científicos respecto a la causa exacta que origina la obesidad, toda vez que es considerada multifactorial, los especialistas han advertido que la genética juega un papel relevante entre quienes padecen esta condición crónica, siendo los mexicanos una de las poblaciones con mayor vulnerabilidad al heredar el gen FTO (fat mass and obesiy associated gene), asociado con el aumento de grasa corporal. (1)

Un artículo publicado en la revista científica de The Obesity Society, consultado por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), en el marco del Día Mundial de la Obesidad, hace referencia a la asociación entre el gen FTO y la acumulación de tejido adiposo, particularmente entre la población de mexicanos mestizos.

Asimismo, la Universidad de Illinois, en colaboración con la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, realizó un estudio en el que se destaca que hasta el 35% de los adultos jóvenes mexicanos pueden tener una predisposición genética a desarrollar obesidad. Los investigadores resaltaron que es importante identificar esta condición a temprana edad, para buscar estrategias que puedan contrarrestarla. (2)

Por su parte, en el artículo “La genética de la obesidad: del descubrimiento a la biología”, publicado en la revista científica The Nature, se menciona que “aunque los cambios en el entorno han impulsado el rápido aumento de la prevalencia, la obesidad es el resultado de una interacción entre factores ambientales y biológicos innatos. Fundamentalmente, existe un fuerte componente genético a la gran variación en el peso corporal que determina la respuesta de las personas a este entorno ‘obesogénico’”. (3)

[…] el 73% de la población tiene sobrepeso, y de este porcentaje, el 34% tienen obesidad mórbida, el nivel más alto. […]

Los expertos afirman también que los conocimientos genéticos son cruciales para la medicina de precisión. “Conocer el genotipo de un paciente puede permitir un diagnóstico más preciso del tipo de obesidad, lo que a su vez permite prescribir tratamientos personalizados o estrategias de prevención. Además, conocer la susceptibilidad genética de un individuo a la obesidad, en una etapa temprana de la vida, puede ayudar a predecir con mayor exactitud quiénes corren mayor riesgo de aumentar de peso en el futuro”, subrayan.

De acuerdo con el Atlas Mundial sobre Obesidad Infantil, de 158 millones de niños y adolescentes que padecían obesidad en 2020, se espera que la cifra aumente a 254 millones para 2030, momento en el que, según las proyecciones, México ocuparía en este tema el cuarto lugar, después de China, India y Estados Unidos. (4)

La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) alerta que nuestro país es uno de los casos más preocupantes en la materia, pues el 73% de la población tiene sobrepeso, y de este porcentaje, el 34% tienen obesidad mórbida, el nivel más alto. Y señala que las enfermedades relacionadas con el sobrepeso reducirán la esperanza de vida de la población mexicana en más de 4 años durante los próximos 30 años. (5)

Fuentes

1.- The FTO Gene Is Associated With Adulthood Obesity in the Mexican Population. The Obesity Society. https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1038/oby.2008.367

2.- Genetic risk for obesity found in many Mexican young adults. University of Illinois College of Agricultural, Consumer and Environmental Sciences (ACES). https://www.sciencedaily.com/releases/2013/05/130521152612.htm

3.- The genetics of obesity: from discovery to biology. The Nature. September 2021. https://www.nature.com/articles/s41576-021-00414-z

4.- 254 millones de niños y adolescentes sufrirán obesidad en 2030. https://es.statista.com/grafico/24340/numero-previsto-de-ninos-de-5-a-19-anos-con-obesidad/

5.- Launch of the Study: “The Heavy Burden of Obesity: The Economics of Prevention”. OECD Secretary-General. Mexico City, Mexico – 8 January 2020. https://www.oecd.org/about/secretary-general/heavy-burden-of-obesity-mexico-january-2020.htm

Educación, clave para combatir la obesidad: Ana Sofía Guerra Cantú

Si bien el problema de la obesidad y el sobrepeso es multifactorial, asegurar que la población cuente con educación nutricional es clave para poder combatir estos padecimientos, señaló en entrevista para el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO) la nutrióloga Ana Sofía Guerra Cantú.

Destacó que lo más importante es la enseñanza y que las escuelas tengan materias donde se brinde mayor información de “cómo debe ser nuestra comida”.

La exdirectora de la Carrera de Nutrición y Bienestar Integral del Tecnológico de Monterrey, campus Monterrey, también indicó que los productos ultraprocesados pueden aportar exceso de calorías.

Subrayó que el exceso en el consumo de este tipo de alimentos es perjudicial para la salud, por lo que sugirió regresar a las costumbres de cocinar en casa y no comer de manera rápida lo que venden en la tienda de conveniencia, restaurantes o comida preenvasada que posiblemente no tenga la mejor calidad de ingredientes.

“Es importante preparar alimentos con anticipación y la lista de ingredientes para ir al supermercado, cocinar con frutas, verduras y alimentos frescos, comer en familia, tomar agua natural y realizar actividad física”, recomendó.

Explicó que tradicionalmente la dieta mexicana es nutritiva, como el maíz y los frijoles que son alimentos con alta calidad nutricional. Sin embargo, la población está recurriendo más a la comida ultraprocesada o ya elaborada, con azúcares añadidos, exceso de sodio o grasas saturadas.

El consumo excesivo de este tipo de productos, reiteró, está ligado a las causas de mortalidad que se ven cada vez más en la población mexicana, como diabetes tipo dos; infartos; hígado graso, que puede desencadenar una cirrosis no alcohólica; hipertensión y ciertos tipos de cáncer, incluso.

La también profesora clínica del TecSalud y de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey hizo referencia al nuevo etiquetado frontal y dijo que su propósito es que el consumidor sepa lo que está comprando, porque el problema de los ultraprocesados era que la población no podía entender si el producto contiene un exceso de calorías, sodio o azúcares.

“Como acaba de haber ese cambio, todavía no vemos el efecto en la salud del mexicano, pero sí se ha visto que ha ayudado en la reformulación de productos. Muchas empresas, para no tener el sello, empiezan a cambiar la formulación de sus ingredientes”, aclaró.

Además de la educación y el nuevo etiquetado frontal, es necesaria una visión estratégica donde las acciones estén encaminadas a la prevención de la salud, porque los padecimientos son multifactoriales y los esfuerzos aislados se pueden diluir, concluyó la especialista.

Desnutrición y sobrepeso: la doble carga de la mala alimentación en México

  • 75.2% de la población en México tiene obesidad o sobrepeso.
  • Al mismo tiempo, 55.5% de los hogares no tienen seguridad alimentaria.

Ciudad de México a 13 de diciembre de 2020.- Alrededor del mundo, más de 149 millones de niños tienen retraso en el crecimiento causado por la desnutrición. Al mismo tiempo, los índices de obesidad y sobrepeso infantil están creciendo en casi todos los países (1).

Estudios consultados por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO) advierten que dietas poco óptimas, ya sea en exceso de nutrientes críticos o en la carencia de estos, son responsables de una de cada cinco muertes a nivel global (2).

En este sentido, una buena nutrición es fundamental para la salud humana y el desarrollo sustentable de las naciones. Todas las formas de malnutrición tienen un común denominador: que los sistemas alimentarios existentes no pueden ofrecer a todas las personas una alimentación saludable, accesible y sostenible, de acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas (3).

Estas problemáticas están relacionadas también con el hecho de que muchos países han hecho una transición de dietas tradicionales a unas basadas en productos ultraprocesados, que además de que están vinculados a un aumento de peso, disminuyen la calidad de nutrientes disponibles.

La Organización Mundial de la Salud señala que, aunque pueda parecer contradictorio, tanto la desnutrición como la sobrealimentación están relacionadas con la pobreza. En muchos países en desarrollo, apunta, los lactantes con desnutrición aumentan, posteriormente, su consumo de alimentos calóricos de baja calidad y pueden sufrir exceso de adiposidad (4).

Aunado a ello, un estudio elaborado por The Lancet, revela que la desnutrición en los primeros años de vida, seguida por el sobrepeso en la niñez, incrementa el riesgo de padecer enfermedades crónicas no transmisibles como diabetes, hipertensión, así como padecimientos cardiovasculares (5).

Este se trata de un fenómeno intergeneracional, pues si una madre estuvo subalimentada en las primeras etapas de su vida, y después desarrolló obesidad, es más probable que el niño sea obeso.

Desnutrición y obesidad en México

La convivencia de ambos espectros de la malnutrición, por un lado, la obesidad, y por el otra, la desnutrición, es especialmente cierta en países de ingresos medios y bajos, como lo es México.

Según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la brecha de la prevalencia de la desnutrición crónica en menores de 5 años en hogares con jefatura femenina era de 20.9% en 2016. En los hogares con jefatura femenina no indígena esta proporción fue de 8.9% el mismo año (6).

Por su parte, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018, los últimos datos disponibles, indica que solo el 44.5% de los hogares en México tienen seguridad alimentaria. Del resto, el 22.6% presenta inseguridad alimentaria moderada y severa, mientras que el 32.9% tiene inseguridad alimentaria leve.

Al mismo tiempo, los índices de obesidad y sobrepeso se están incrementando en el país.

El porcentaje de la población nacional adulta con estas enfermedades fue de 76.8% en mujeres y 73% en hombres.

Fuentes: 

  1. The Lancet 2019, A new nutrition manifesto for a new nutrition reality Disponible en: https://www.thelancet.com/pdfs/journals/lancet/PIIS0140-6736(19)32690-X.pdf
  2. GBD 2017 Diet Collaborators. Health effects of dietary risks in 195 countries, 1990–2017: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2017. Lancet 2019; 393: 1958–72.
  3. Organización de las Naciones Unidas, 2019. Desnutrición y obesidad, dos caras de la mala alimentación que afectan a un tercio de los países pobres. Disponible en: https://news.un.org/es/story/2019/12/1466721
  4. OMS, Nota descriptiva 4. Disponible en: https://www.who.int/childgrowth/4_doble_carga.pdf
  5. The Lancet, 2019. Dynamics of the double burden of malnutrition and the changing nutrition reality Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0140673619324973
  6. Coneval , 2020. 19.5 MILLONES DE NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES SE ENCONTRABAN EN SITUACIÓN DE POBREZA EN 2018. Disponible en: https://www.coneval.org.mx/SalaPrensa/Comunicadosprensa/Documents/2020/NOTA_INFORMATIVA_DIA_LA_NINEZ.pdf
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